Macron sienta a la UE en la mesa de la crisis ucraniana y gana peso en el liderazgo europeo
- El presidente francés aprovecha la presidencia semestral de turno de la UE y el hueco dejado por Merkel
- Si los esfuerzos de Macron tienen éxito, podrían beneficiarle en su campaña para la reelección
El presidente francés, Emmanuel Macron, está desplegando una intensa actividad negociadora para rebajar la tensión en Europa por la crisis en Ucrania y evitar un conflicto abierto. El lunes se reunió durante más de cinco horas con su homólogo ruso, Vládimir Putin, en Moscú, y este martes se entrevistó con Volodimir Zelenski en Kiev. Después participó en Berlín en una reunión de trabajo con el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente polaco, Andrzej Duda.
Aunque no ha conseguido resultados sobre el terreno, Macron aseguró haber identificado "soluciones" concretas, como volver a los acuerdos de Minsk de 2014, y haber cumplido su principal objetivo: evitar que la situación escale a un conflicto armado. "Ahora tenemos la posibilidad de avanzar en las negociaciones", declaró en Kiev.
Con su ronda de conversaciones, lo que Macron sí ha conseguido es situarse como la figura europea más visible en una crisis internacional dominado por el enfrentamiento entre EE.UU. y Rusia.
Macron mete a la UE en las conversaciones
Rusia ha excluido a la Unión Europea (UE) como tal de los contactos diplomáticos sobre la crisis ucraniana, en los que sí ha intervenido la OSCE. Pero Francia ejerce este semestre la presidencia de turno de la Unión, por lo que en cierta medida la presencia de Macron sienta a los Veintisiete en la mesa de juego.
"Macron se ha hecho un hueco, con la coyuntura de la presidencia de turno, y ha aprovechado un vacío tremendo que desarrolla por inacción la UE y en particular la figura del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell", asegura a RTVE.es José Ángel López Jiménez, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de ICADE.
"Algún tipo de presencia de la UE es inexcusable e imprescindible - añade - Lo que se está dilucidando es una crisis con un potencial conflicto bélico a gran escala en el vecindario común. La UE sería uno de los principales perjudicados por la extensión de esta crisis, a todos los niveles".
“La UE sería uno de los principales perjudicados por la extensión de esta crisis, a todos los niveles“
No obstante López Jiménez recuerda la habilidad de la diplomacia rusa para "congelar" los conflictos cuando le interesa y cree que, teniendo en cuenta lo que ha trascendido de las conversaciones y los desmentidos del Kremlin, "la situación no ha variado un ápice".
"Siempre es positivo el diálogo y la negociación", explica por su parte Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política y Estudios Europeos en la Universidad Complutense de Madrid e investigadora del Instituto Complutense de Estudios Internacionales.
"Macron aviva el proceso negociador y habla en parte en representación de la UE", a la vez que apuntala la llamada "autonomía estratégica" que la Comisión Europea se ha marcado como objetivo. "En el campo de la defensa y del músculo militar puede que esa autonomía estratégica de la UE no sea posible, pero en el ámbito diplomático puede hacerse oír", añade Ferrero.
La investigadora de la UCM subraya la importancia de las reuniones multilaterales de los líderes europeos. Este mismo miércoles, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha visitado Kiev, donde ha insistido en que la salida diplomática es posible.
"Hay una ofensiva diplomática europea en un momento de máxima tensión y para proponer una vía negociadora para la salida de la crisis que vaya más allá del bipolarismo", concluye Ferrero.
Asumir el papel de Merkel
Macron se ha esforzado en hacer ver que no va por libre. Antes de su visita a Moscú, consultó con Biden y Boris Johnson, con el secretario general de la OTAN y con otros líderes europeos.
“Macron intenta reemplazar el papel de pivote que hasta ahora desempeñaba Merkel“
"Macron intenta reemplazar el papel de pivote que hasta ahora desempeñaba Merkel en este tipo de cuestiones - considera Ruth Ferrero - Cuando había crisis, Merkel tomaba el liderazgo y ahora lo hace él".
"Se echa de menos una voz única en Europa", considera López Jiménez. "Me da la sensación de que Macron quiere recoger testigo de Merkel en la UE y en las conversaciones bilaterales con Rusia. Es un líder más experimentado, formaba el tándem con Merkel y el nuevo canciller alemán acaba de aterrizar y está condicionado por su política de alianzas gubernamentales. Todo esto obliga a un encaje de bolillos. En el caso de Alemania además es quien más se juega en esta crisis entre los estados de la UE".
En 2015, en medio de la guerra del Donbás, Angela Merkel visitó Moscú acompañada del presidente francés François Hollande. Sin embargo, en esta ocasión Macron ha volado solo, sin la compañía del otro socio del principal eje europeo. El profesor de ICADE sugiere que ha podido darse un "reparto de papeles", ya que mientras Macron centraba sus esfuerzos en Rusia, Olaf Scholz visitaba a Biden.
"Francia y Alemania no han sido los más beligerantes en este discurso muy pro-atlantista", explica Ruth Ferrero."Otros, como Suecia o Polonia, por razones históricas temen una agresión desde Moscú. En el caso de Francia y Alemania hay tendencias más cooperativas, quieren más autonomía estratégica en relación también con EE.UU. y se dan cuenta de que es importante establecer algún tipo de relación con Moscú, que lleva años rota".
Además, Macron rentabiliza la vía de comunicación directa que ha mantenido con el Kremlin desde que llegó al Elíseo. Poco después de su elección, en 2017, agasajó a Putin en Versalles, pero también lamentó las interferencias rusas en las elecciones. Dos años después, ambos volvieron a encontrarse en la residencia de verano del presidente francés.
Con la vista puesta en las elecciones de abril
La labor diplomática de Macron tiene también una lectura de política interna. El 10 de abril se celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Macron aún no ha presentado oficialmente su candidatura, pero nadie duda de que lo hará y sus asesores reconocen que los esfuerzos negociadores, en especial si salen bien, pueden aportarle réditos electorales.
"Reflejan las capacidades en política exterior del presidente de la República, y esto pueda darle más apoyo popular", considera Ruth Ferrero, y más teniendo en cuenta las "relaciones peligrosas" de Marine Le Pen [candidata de Agrupación Nacional] con Putin, con acusaciones de haber recibido financiación rusa para su campaña.
Sin embargo, la operación diplomática también tiene sus riesgos. Si fracasa, los detractores de Macron podrían sumar un nuevo chasco de la política internacional del Elíseo a otro, el cierre en falso de la operación Barkhane en el Sahel, que pese al coste humano y material para Francia no ha conseguido acabar con los grupos yihadistas y ha provocado una ola de protestas antifrancesas en la región.
El gobierno de Mali tiene previsto contratar al llamado Grupo Wagner, un grupo de mercenarios rusos que ya actuó en Libia y Ucrania y al que la UE acusa de violaciones de los derechos humanos. Si los mercenarios se despliegan en Mali, Rusia pondría un pie en una zona de tradicional influencia francesa.