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La sequía en España, un peligro silencioso: 2022 arranca como el segundo año hidrológico más seco de este siglo

  • La sequía vacía los embalses españoles, que se encuentran en el 44,6% de su capacidad
  • Las primeras semanas de 2022 han sido secas y según las predicciones meteorológicas el mes de febrero también lo será

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Las Mañanas de RNE - El riesgo silencioso pero constante de la sequía: 2022 podría ser un año seco

El arranque de 2022 nos tiene pendientes del cielo en espera de las lluvias. A la falta de precipitaciones desde otoño, se le ha sumado el potente anticiclón que se instaló en la península a principios de año, lo que ha empujado a España a un escenario de sequía. Se trata del segundo inicio de año más seco de todo el siglo algo que pone alerta especialmente a los trabajadores del campo.

24 horas - El 2022 está siendo el segundo año más seco de este siglo - Escuchar ahora

Desde que empezó en octubre el año hidrológico, las lluvias en los primeros meses fueron un 35 % inferior a lo normal. Jorge Olcina, responsable del laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante y expresidente de la Asociación Española de Geógrafos, expresa que es necesaria una vigilancia continua de lo que está ocurriendo. “La sequía es un riesgo silencioso pero constante, no avisa de una manera inmediata y radical, como una tormenta o un temporal, por lo que hay que hacer un seguimiento continuo”, ha asegurado en una entrevista en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso.

La sequía no avisa de una manera inmediata y radical, como una tormental o temporal, por lo que hay que hacer un seguimiento continuo

Olcina explica que estamos en un inicio de año seco, pero que los meses de marzo y abril van a ser determinantes para establecer una evolución de medio y largo plazo. “Si no cambian de forma radical las condiciones, podríamos hablar de que España habría entrado en un ciclo seco”, declara, algo que asegura “no es nuevo, ya que ha habido grandes sequías en los años 80 y 90”.

Alto nivel de estrés hídrico en los embalses españoles

Sin embargo, cuando se habla de sequía no solo hay que mirar al cielo, sino también a la tierra: los embalses están al 44% de su capacidad. En el informativo 24 horas de Radio 5, Carlos Hernández, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y Biosistema de la Universidad Politécnica de Madrid, explica que a esta sequía meteorológica, se le suma una sequía hidrológica: los embalses están muy por debajo de su capacidad. “Es una situación muy preocupante (…), teniendo en cuenta que el invierno es el momento más favorable para tener más cantidad de agua embalsada”, declara.

“El problema de España es la alta variabilidad meteorológica. Tenemos herramientas y modelos de proyección que nos están diciendo que va a incrementarse esta variabilidad y los eventos extremos, sequías o inundaciones extremas, por lo que hay que adaptarse”, asegura Hernández. En España, Andalucía y Cataluña encabezan un problema generalizado. La Cuenca del Guadalquivir, la más extensa de la comunidad andaluza, se encuentra en una situación excepcional de sequía desde el 1 de noviembre. Los embalses de la cuenca están al 28,5% de su capacidad y la peor parte se la van a llevar los cultivos.

24 horas - "Los embalses están muy por debajo de la capacidad que deberían tener en invierno" - Escuchar ahora

Los de secano de otoño ya están siendo afectados y los de primavera podrían verse perjudicados por las restricciones en el riego, que ya fueron del 50% el año pasado. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, advierte que en 2022 los recortes podrían verse incrementados si sigue sin llover: “Este año estamos 500 hectómetros cúbicos peor que hace un año”. Por otro lado, otro sector que se está viendo afectado es el del olivar, que podría perder el 80% de sus cosechas: “Podemos enfrentarnos a una cosecha de aceite de oliva nula en Andalucía”, expresa Juan Luis Ávila, secretario general de COAG Jaén.

Juan Luis Ávila, de COAG Jaén: "Podemos enfrentarnos a una cosecha de aceite de oliva nula en Andalucía"

El agua de los embalses, por el momento, garantiza el abastecimiento humano para 2 años, pero ya existen restricciones en algunos municipios de España, como es el caso del Alto Ampurdón, en Girona. Allí no solo se limita el uso para la ganadería y agricultura, sino también para el consumo personal, con un máximo de 250 litros por habitante y día. El uso de agua para las zonas verdes, la limpieza de calles y el llenado de piscinas también está restringido desde hace varios meses. La Agencia Catalana del Agua reconoce que la situación empieza a ser preocupante y que, si no llueve, peligra la campaña de verano.

Una necesaria modernización de los sistemas de riego

En el campo miran con incertidumbre al cielo, esperando que caiga la cantidad suficiente de agua para garantizar el futuro de la campaña de regadío, que arranca en pocas semanas. Los agricultores saben que menos agua para riego significa menos producción y menos ingresos, algo que no creen que mejore, porque no se esperan lluvias en los próximos días.

Carlos Hernández reconoce que se ha hecho un gran esfuerzo por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación: "Los sistemas de riego español se han modernizado mucho". Jorge Olcira añade: “En este contexto de cambio climático, tenemos que ir adaptando nuestros sistemas de gestión y almacenamiento del agua, para que podamos estar dos o tres meses sin una gota de agua y podamos tener depósitos suficientes para que no falte agua en las ciudades”. Ambos coinciden en que, con la experiencia española de las grandes sequías de los años 80 y 90, hay que anticiparse y adaptarse. “Con las ayudas de los fondos europeos es buen momento para modernizar los riegos españoles”, expresa Hernández.

Estamos quizás mal acostumbrados a que siempre tenemos agua en el grifo

Aunque el consumo humano esté asegurado, los expertos aseguran que hay que ser consciente de la situación en la que vivimos. Hacen un llamamiento al esfuerzo diario del ciudadano, para “utilizar el agua absolutamente imprescindible”. Hábitos como ducharse en vez de bañarse y poner la lavadora o el lavavajillas cuando esté completamente lleno pueden ser indispensables para paliar esta sequía. “Estamos quizás mal acostumbrados a que siempre tenemos agua en el grifo, expresa Carlos Hernández. “Pero tenemos que aportar la mejor tecnología y ciencia para optimizar y maximizar el uso de cada gota de agua que disponemos”.