París y Bruselas prohíben la entrada al 'Convoy de la libertad' que protesta por las restricciones derivadas del coronavirus
- La marcha iba a llegar a la capital francesa este viernes por la noche y la intención era terminar en Bruselas el lunes
- Otras ciudades europeas como Viena también han puesto limitaciones a los manifestantes
Las autoridades de Bruselas y París han prohibido este jueves el 'Convoy de la libertad' que iba a recorrer sus calles este fin de semana y que protestan por las restricciones impuestas para frenar el coronavirus.
En el caso de la ciudad francesa, se ha prohibido la manifestación de camiones y la entrada de estos desde este viernes hasta el próximo lunes. La intención de los convocantes franceses eran confluir simultáneamente en la capital parisina y tras haber llegado desde diferentes partes de la geografía francesa, marcharán hacia la capital comunitaria en Bélgica.
La decisión del gobierno belga se ha producido tan solo unas horas después de que París cancelase la manifestación. En Bélgica se esperaba que llegase a Bruselas y recorriese instituciones de la Unión Europea y la OTAN.
“La Policía Federal controlará los vehículos en las principales carreteras a Bruselas que vienen a manifestarse en Bélgica. Se emitirán decretos prohibiendo manifestaciones con camiones en el territorio", ha señalado en un comunicado de
la región de Bruselas, añadiendo que aún no habían recibido la notificación oficial de ninguna protesta.
La protesta nace a imitación de la que ha paralizado Ottawa, Canadá
Estas manifestaciones tienen su germen en Canadá. En el país americano cientos de camioneros han bloqueado ciudades como Ottawa y se han extendido posteriormente a la frontera con Estados Unidos para protestar contra las restricciones impuestas por el Gobierno de Justin Trudeau.
Ante tal situación el gobierno canadiense se ha visto obligado a desplegar al ejército y decretar el estado de emergencia. Las manifestaciones han llevado al primer ministro canadiense a señalar y culpar a los manifestantes de "bloquear" la democracia y la economía del país.
Las autoridades belgas y francesas no han sido las únicas que han prohibido las marchas que pretenden "paralizar" ambas capitales europeas. En Viena, la policía austriaca ha tomado una medida similar para evitar un posible colapso.
A pesar de las restricciones a la manifestación, muchos de los participantes no han sido disuadidos. "Hemos organizado esto durante bastante tiempo. Iremos a la capital pase lo que pase", ha señalado a la agencia AFP Adrien Wonner, un recolector de basura de 27 años y "chaleco amarillo" que estará en la salida de la manifestación que parte desde Normandía.
“No hay ninguna ley que nos impida coger nuestro coche e ir a pasar un fin de semana a París. Es imposible impedir que llegue todo el mundo”, ha añadido Michel Audidier, jubilado de 65 años, que marchará desde Beauvais, una ciudad en la periferia de la capital.