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Los forenses determinan que Desirée murió por asfixia y no por una ingesta accidental de medicamentos

  • La pequeña presentaba lesiones en la boca causadas por "presión sostenida" y baja concentración de trazodona en sangre
  • Las psicólogas del IMELGA observaron que el alcance del recuerdo del suceso puede ser mayor de lo que ella dice

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La acusada Ana Sandammil (d) llega escoltada a la Audiencia Provincial de Lugo
La acusada Ana Sandammil (d) llega escoltada a la Audiencia Provincial de Lugo

Desirée Leal murió con total seguridad a causa de una asfixia mecánica, contra la que habría luchado, y no por una posible ingesta accidental de medicamentos, como ha tratado de defender su madre, Ana Sandamil, sentada en el banquillo como única acusada del crimen de la niña en mayo de 2019 en Muimenta (Lugo).

En la vista que acoge la Audiencia Provincial de Lugo, que llegará el próximo lunes a su última sesión con las conclusiones finales y el derecho a la última palabra de la sospechosa, han testificado este viernes dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA) que han hablado de una compresión sostenida y de un aplastamiento claro. "No tenemos dudas. Es un diagnóstico con alto grado de certeza", han afirmado.

Los forenses han indicado que la pequeña presentaba lesiones "evidentes" en la boca causadas por "presión sostenida" sobre esta parte, así como heridas en la parte interior de los labios que coincidían con la posición de los dientes.

Aunque externamente en el cuello "no había lesiones", salvo una "contusión bajo la mandíbula",  los músculos sí "estaban lesionados" con un tipo de respuesta que se observa cuando "se comprimen fuertemente". "Encontramos fibras opacas, que se pueden ver a simple vista, lo que indica que hubo presión y que la persona estaba viva cuando ocurrieron los hechos", han concretado.

La presencia de sangre indica que hubo un intento de defensa, han relatado, y las lesiones, fundamentalmente en boca y cuello, fueron causadas con la víctima viva, al presionarla con "manos, antebrazos", ambas partes, de manera concomitante, o incluso en momentos distintos, pero no con ningún otro objeto.

Restos de trazodona en una concentración baja

El óbito se habría producido entre las 4:40 y las 8:00, antes de la llamada de alerta de la abuela materna, María Novo, en cuya casa vivían tanto la enjuiciada como la chiquilla, desde la separación de Ana Sandamil y José Manuel Leal, padre de Desi, como la llamaban en su círculo íntimo.

Por otra parte, este viernes también han declarado como peritos las agentes que realizaron el análisis de tóxicos de diferentes muestras recogidas en la escena del crimen y que han certificado que la menor tenía restos de trazodona en sangre, aunque en concentraciones tan bajas que no pudieron haber causado su muerte.

Ante el tribunal y el jurado han explicado que se halló una pequeña cantidad de trazodona en la sangre de la niña, por debajo del nivel terapéutico, y en el contenido gástrico, pero no así en la orina. Según han añadido, esto implica que consumió esta sustancia poco antes de la muerte, dado que aún no había sido absorbido completamente en contenido gástrico y aún no había pasado a orina.

Los forenses ven a la madre "totalmente imputable"

Las psicólogas del IMELGA que hicieron el cuestionario específico de personalidad de Ana Sandamil observaron una alteración "grave" en su carácter. Otra de sus observaciones ha sido la de que el alcance del recuerdo puede ser mayor de lo que ella dice y, aunque no hay prueba específica que determine que una amnesia disociativa es simulada consciente y voluntariamente, sí puede intentar mantener y mostrar ella ese deseo "activo" de no recordar.

El grueso de los forenses que elaboraron el informe definitivo sobre el estado mental de Ana, a petición del juzgado de instrucción, ve a la única procesada "totalmente imputable" y, de los cuatro que testificaron este día 11, solo una defiende una afectación alta.

Los otros tres, ante los nueve miembros que componen el jurado, y las acusaciones, Ministerio Fiscal, particular y popular, han concordado en que la presunta filicida sabía lo que estaba haciendo y, por tanto, han considerado que no ha lugar a una eximente.

En cuanto al análisis biológico de las muestras, los peritos encontraron sangre y saliva de Desirée en la parte inferior del pijama de su madre, que fue localizado debajo de la cama, ya que ésta se había cambiado de ropa antes de llegar los sanitarios. En la parte de arriba de su pijama encontraron sangre de la madre en un puño.

También encontraron restos de sangre y saliva de la niña en la almohada y en un cojín y restos epiteliales de la madre en este

último, así como sangre de la víctima en un calcetín y una zapatilla deportiva.