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Objetivo Igualdad

Laura M. Lechuga: una científica de podio en el campo de la nanotecnología

  • Premio Nacional Juan de la Cierva, su último logro es un biosensor para detectar virus de forma rápida y fácil
  • Acaba de publicar Una científica saltando vallas, donde se sincera sobre las barreras que ha encontrado en su carrera
  • El programa Objetivo Igualdad ofrecerá esta entrevista el sábado, a las 16.30 horas en Canal 24h

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La científica Laura M. Lechuga es entrevistada en Objetivo Igualdad
La científica Laura M. Lechuga es entrevistada en Objetivo Igualdad

"Estábamos en 7º de EGB, en un colegio de monjas, y una de las profesoras preguntó: ¿que sería lo máximo a lo que os gustaría llegar? Y a mí se me ocurrió decir: el premio Nobel, así por lo bajito, y todas se rieron de mí, como diciendo: premio Nobel, está chalada ¿no?. Sólo había chicas, solo competía con mujeres, y nosotras mismas ¡nos tiramos para atrás!".

Así es la actitud vital, crítica y ambiciosa, que anima desde hace 30 años el trabajo de la científica española Laura M. Lechuga (Sevilla, 1962). Hasta ahora le han llegado muchos e importantes reconocimientos. En 2020 recibió el Premio Nacional de Investigación Juan de la Cierva, entre otros. Y quién sabe hasta dónde puede llegar en su carrera como investigadora del CSIC.

Objetivo Igualdad - Retrato 100x100 feminista: Laura Lechuga, nanotecnóloga

La doctora Lechuga lidera un grupo puntero en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) y en el CIBER-BBN, en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde ya ha conseguido grandes éxitos. Con cientos de publicaciones nacionales e internacionales y 8 familias de patentes en su bagaje, ahora, en plena pandemia del COVID-19, su grupo ha desarrollado un biosensor para detectar virus, un instrumento sencillo y rápido, con aplicaciones múltiples en humanos y animales. Todo un logro con gran potencial. El próximo paso, nada sencillo en España, es que alguna empresa lo fabrique. "Una de las lecciones a aprender de la pandemia es nuestra gran dependencia tecnológica del extranjero”, concluye la científica.

Un biosensor de detección rápida del coronavirus

Una científica saltando vallas

En su entrevista para el programa de Objetivo Igualdad, Laura Lechuga rezuma optimismo y pasión por su trabajo. Pero su discurso no puede ser más crítico con la realidad de las mujeres científicas. Su trayectoria, como la de todas ellas, ha sido una auténtica carrera de obstáculos, como relata en su ameno libro Una científica saltando vallas (Plataforma Editorial, 2021). Un relato sin pizca de ficción, porque el machismo es una realidad tan evidente, con ejemplos tan meridianos en el día a día de su trabajo en el mundo de la ciencia, que se lee con una mezcla de incredulidad, de sonrojo, de déjà vu.

He lidiado con compañeros y jefes sobones y babosos

Laura Lechuga cuenta que ha lidiado con compañeros, jefes, funcionarios... “Los había sobones, babosos. El ingeniero en cuestión tenía un talante que, todavía hoy, la RAE califica como ‘enamoradizo y molestosamente obsequioso con las mujeres’. No estaría mal que la Academia añadiera algún detalle relacionado específicamente con la idea de acoso".

"Una científica saltando vallas", de Laura M. Lechuga RTVE.es

Desde que su brillantez académica dejó claro que se adentraba en una carrera tecnológica tan identificada con lo masculino, la profesora ha sorteado toda clase de actitudes machistas, de insultos a la inteligencia y de miserias morales tan típicas del patriarcado estructural. Perdió una beca de trabajo en una petrolera, frente a un compañero de curso con peor expediente académico, porque la descartaron: "Fue desde la primera pregunta: ¿Tiene usted novio? Y la segunda: ¿Tiene usted intención de casarse pronto y tener hijos? Respondí: por ahora no tengo ni la más ligera idea. (…) Al compañero no le preguntaron nada de eso".

En una entrevista de trabajo me preguntaron si quería casarme y tener hijos

Verdaderos despropósitos machistas que se han ido repitiendo en España y en el extranjero (en esto no hay fronteras) y con los que se ha puesto en duda su nivel profesional y sus aptitudes personales. "Cuando empecé a ir a Bruselas, a los paneles de evaluación, pues igual, cuando prácticamente todos son hombres, te ven entrar y todos piensan: está aquí por la cuota. Nunca piensan que estás por tu valía profesional". Afortunadamente, convenimos, luego la realidad se impone, se disipan las dudas y suelen llegar las disculpas y las relaciones profesionales se normalizan. "Y si no, peor para ellos", dice entre risas.

Entrevista a Laura Lechuga, Premio Nacional de Investigación - 17/12/20 - Escuchar ahora

Poner en valor a las científicas

Laura Lechuga es muy beligerante con la continua minusvaloración de las aptitudes tecnológicas y científicas de las mujeres. También es consciente de la brecha que pesa sobre las científicas. Por eso los equipos que dirige están mayoritariamente formados por investigadoras. Hasta en un 85% son químicas, físicas, ingenieras, biotecnólogas, matemáticas e informáticas. “Yo aprecio mucho el talento femenino y a mí me gusta tener muchas mujeres en mi equipo. Me gusta ayudarlas, me gusta ponerlo en valor y creo, además, que las mujeres ofrecen una cualidad: la capacidad de trabajo y de perseverancia, que yo valoro mucho".

Animo a las niñas a que sean lo que quieran ser y les guste

Es por todo ello que no deja de animar a las estudiantes a acercarse al conocimiento científico sin miedo, sin hacer caso a quienes intenten encasillarlas: “Se puede hacer lo que quieras, lo que te guste y para lo que te sientas más capacitada. Yo animaría a todas las niñas a que no se dejen sesgar de esta manera y que vean que hay ejemplos de mujeres científicas, mujeres deportistas, mujeres ingenieras o empresarias, que sigan esos ejemplos y vean que se puede llegar a donde una quiera llegar”.