Cineastas: la batalla feminista por contar grandes historias y decidir en la financiación
- Sólo hay un 19% de mujeres directoras en el cine español, según el último informe de CIMA
- Puedes ver Objetivo Igualdad este sábado a las 16.30 en el Canal 24 horas y en RTVE Play
Eran pocas directoras de cine, eran siempre las mismas caras las que se veían en los aeropuertos, festivales y proyecciones. Esa minoría constaba de mujeres con nombre y apellido: Inés París, Chus Gutierrez, Iciar Bollaín, Isabel Coixet, Josefina Molina, Helena Taberna; Cristina Andreu y Daniela Fejerman, entre otras. Cuando se dieron cuenta de que había mucho talento femenino desaprovechado en el cine español por falta de oportunidades, este grupo de cineastas creó CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) en 2006. El objetivo estaba muy claro: impulsar la presencia equilibrada de mujeres en el cine y la televisión.
“CIMA nace para transformar una situación que nos parecía injusta: que el sexo determinara tu carrera profesional y que, además, nos parecía un problema para todos los contenidos, las series y películas que veíamos”, cuenta Inés París, directora de la película La noche en que mi madre mató a tu padre, que tienes disponible en RTVE Play.
“Nos parecía injusto que el sexo marcase la carrera profesional“
Inés París, presidenta de CIMA hasta 2010, cuenta también que el cine entonces era un club casi exclusivo de hombres. Sólo un dato: cuando se crea CIMA había un 9 por ciento de mujeres directoras. En su último informe anual del año 2020, "La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico del largometraje español 2020", las directoras alcanzan el 19%.
Un club de hombres
Además la codirectora de A mi madre le gustan las mujeres, reflexiona que no sólo se trataba de observar una desigualdad sistémica en el cine español, sino también de ser conscientes de que en esa ‘habitación’ en la que se decidían las cosas importantes no había ninguna mujer. “Hay una secuencia muy buena, en la serie Mad Men, que habla de cómo funciona ese club de hombres. Peggy Olson va a hacer un anuncio con sus compañeros de la agencia, lo deciden y al acabar de trabajar ella se va a su casa, a hacer la compra, a cuidar de su madre, a lo que sea. A la mañana siguiente, Peggy vuelve a la oficina y descubre que se ha cambiado el anuncio. ¿Cuándo ha pasado? Mientras ella estaba en su casa, los hombres se habían reunido en un bar y lo habían hablado, sin contar con ella”, explica París.
Pero tampoco se trataba de ir en contra de los hombres. "Tenía que ser un grupo con una mirada positiva. No queríamos entrar en lo que sufrimos las mujeres sino que empezamos a hacer un discurso en positivo: cómo nos perdemos el talento femenino", explica Helena Taberna, directora de la película Yoyes.
“En la serie "Mad Men", hay una secuencia en la que se habla de cómo funciona el club de hombres profesional. Peggy Olson hace un anuncio, luego sus compañeros se lo cambian y ella no estaba allí cuando se decide“
Corregir la desigualdad
-¿Por qué fue necesaria CIMA?
-Qué pregunta tan interesante -responde Isabel de Ocampo- ¿Por qué son necesarios los derechos humanos? -añade, con ironía. La directora de la película Evelyn representa una generación más joven de la que fundó CIMA, pero que también se ha comprometido en la lucha contra la desigualdad en el cine español y, a veces, también se ha beneficiado a la hora de dirigir sus filmes de las repercusiones del llamado "Método CIMA". Dicho método se basa en analizar un contexto profesional, redactar informes en los que se detectan problemas relativos a la falta de igualdad y proponer soluciones muy concretas como, por ejemplo, conseguir que las subvenciones estatales al cine valoren los equipos paritarios en las películas.
Hay que tener en cuenta la situación de desigualdad que aún existe en la cinematografía española. En el último informe de CIMA, se informa de que sólo una de cada tres personas que trabajan en el sector audiovisual de España es mujer. "CIMA es necesaria cuando la sociedad por sí misma no es capaz de practicar la justicia social, para que la mitad de España tengamos nuestra voz y el derecho a contar las historias como nos gustan. Es decir: sin insultar nuestra inteligencia", asegura de Ocampo y añade: "Yo he tenido que escuchar tantas tonterías a lo largo de mi vida. Me acuerdo de Paco Regueiro, que es un director que yo había estudiado, que me encantaba su cine, dijo una vez que yo estaba presente: "Es que hoy en día quieren hacer cine hasta las mujeres". Y yo me quedé pensando ¿por qué no? ¿qué problema tengo yo para hacer esto que yo amo igual que tú amas?"
“Recuerdo escuchar a Paco Regueiro, un director al que admiraba mucho: "Es que ahora quieren hacer cine hasta las mujeres" “
Las mujeres, 80% de consumidoras
La cita con cuatro directoras de cine, Helena Taberna, Inés París, Juana Macías e Isabel de Ocampo es en el restaurante "Rosi La Loca" en la calle Cádiz, de Madrid. .Esta última directora entra pisando fuerte en el local de paredes almodovarianas, de dos plantas en la que destacan floripondios, lámparas 'vintage' y neones warholianos.
De Ocampo es una tanqueta de energía inagotable y mientras dice al cámara que quiere ver el plano, se hace un 'selfie' con todo el equipo, para subirlo a Instagram, y pregunta el nombre del programa. "Objetivo Igualdad", respondo mientras bromea con el equipo la directora del documental Serás hombre, en el que deconstruye los valores tradicionales de género.
Cuando la conocí, rodando cortos, Isabel de Ocampo acababa de ganar el Goya a Mejor Cortometraje por “Miente”, despertando la envidia de muchos de sus compañeros varones. Recuerdo que, en una cena, escuché cómo uno decía que su corto era demasiado victimista. Curiosamente, quien lo dijo jamás había estado ni siquiera nominado a un Goya y más tarde me sentí rabiosa conmigo misma por no haber parado los pies a aquel colega de profesión.
Pero ya entonces, en 2009, De Ocampo volaba libre más allá de lo que opinara la gente y tenía la vocación de dirigir películas grandes sin miedos, con miedos, le daba igual. En aquella época decía dos grandes frases que luego tanto influyeron en otras jóvenes directoras: “Se sufre de más a menos” y “si diriges es porque te gustan los problemas”.
“Hay que vencer prejuicios porque el 100% de la financiación está en manos masculinas“
Cualquiera que haya dirigido una película, o varios cortos, sabe que ambas citas son verdades como templos. Y más si eres mujer. Porque en el cine se daba la circunstancia, sobre todo hace unos años, de que una mujer al dirigir, mandaba equipos técnicos integrados por hombres, mayoritariamente. Así que, efectivamente, te tenían que gustar los problemas. "A mí me encantaría hacer superproducciones y yo aspiro a hacer superproducciones. Y me estoy preparando para ello. Sí que es cierto que hay que hay vencer prejuicios porque el 100 por 100 de la financiación está en manos masculinas. Y alguien que pone dinero en un proyecto quiere identificarse con él", cuenta Isabel de Ocampo.
"Hay que decir también que las mujeres somos el 80 por ciento de los consumidores. Tenemos un poder enorme, un poder del que no somos conscientes", concluye De Ocampo.
“Las mujeres representamos el 80 por ciento de los consumidores de cine y televisión “
La clave es el dinero
"Una novelista o una pintora hace su obra de una manera más solitaria. Tú en cambio estás obligada a entrar en una industria y ser aceptada en esa industria. Y la clave de eso siempre es el dinero", afirma Inés París. Todo viene al hilo de lo importante que es acceder al club de los que deciden y reparten la financiación en el cine, un club del que las mujeres están excluidas históricamente. Según CIMA, los costes medios de las películas dirigidas por mujeres son la mitad más bajos que los de las películas dirigidas por hombres (-51%).
Las medidas de acción positivas en la concesión de ayudas estatales -generales y selectivas- están funcionando y favorecen la puesta en marcha de películas con autoras y técnicas en una proporción mayor. Pero aun así queda mucho por hacer porque la paridad en el cine está lejos de conseguirse. "Yo creo que fue para nosotras un momento muy impactante y bastante horroroso, cuando nos dimos cuenta de que además de las otras dificultades, si haces la media presupuestaria de las películas que nosotras dirigimos, normalmente tenemos menos de la mitad del presupuesto del que tienen nuestros compañeros varones. Si la media del año fue de un millón dos cientos mil euros, los de las mujeres eran de 700.000 euros".
“Tenemos la mitad del presupuesto en comparación con nuestros compañeros varones“
Otro estereotipo que desmontan las cuatro directoras es el de que las mujeres hacen un cine intimista. "El tema de las películas más o menos intimistas creo que no tiene que ver con nada específico de las mujeres, tiene que ver con los presupuestos. Tiene que ver con que los presupuestos que manejan las mujeres son menores que los de los hombres. A veces hasta el 50 por ciento", asegura Juana Macías.
Se busca mentora
Antes de empezar su entrevista, la directora de Evelyn se había sentado en las escaleras que bajan a la planta de abajo del Rosi La Loca, escuchando lo que decía Inés Paris, callada, discreta y tranquila. Inés fue mentora de Isabel, compartiendo experiencias y conocimientos. La directora más veterana ha apoyado a la más joven. Lo que nos lleva a un punto importante de la labor de CIMA en el cine español: el reconocer la importancia de tener el apoyo de una mentora para una mujer joven que empieza.
Lo que sucede hoy es una consecuencia también de un movimiento de apoyo, de ‘mentoring’ en inglés, de directoras consagradas a realizadoras noveles. Se concretó en un programa llamado “CIMA mentoring”. "Así pones en contacto a directoras y guionistas jóvenes y, con poca experiencia, con otras directoras de reconocida trayectoria. Lo que busca es impulsar nuevos proyectos, una representación del talento femenino", asegura Juana Macías, directora de la película "Embarazados".
“CIMA mentoring quiere impulsar nuevo talento femenino“
La falta de referentes femeninos es algo que también ha marcado la carrera profesional de las mujeres realizadoras en el cine español. "¿Por qué? Porque no ha habido históricamente figuras femeninas, no estamos acostumbradas a otra cosa. Porque también pasa que cuando un sector está muy masculinizado, sucede que los hombres hablan entre sí y nos excluyen".
Una de las directoras pioneras es Josefina Molina, a la que le dieron la presidencia de Honor de CIMA, en reconocimiento a su labor de abrir camino para las directoras jóvenes que vinieron después. "Cuando se van consiguiendo más cuotas de igualdad, aparecen ya las dificultades o incluso la competencia. En este momento el talento femenino, que yo creía que tenía que ir saliendo, con más fuerza, pues está demostrado. Ya somos varias directoras que tenemos una trayectoria, que estrenamos las películas y tenemos un seguimiento de público. Está apareciendo sobre todo un grupo de directoras nuevas que salen de la escuela de cine, con buena preparación, y que están mostrando una mirada sobre el mundo que se desconocía", explica Helena Taberna.
“Salen nuevas directoras jóvenes, con una nueva mirada sobre el mundo “
Es el llamado "Boom de las jóvenes directoras", suficientemente preparadas y con ganas de contar historias diferentes. Son Carla Simón, directora de Verano del 93; Lucia Alemany, directora de La inocencia; Pilar Palomero, autora de Las niñas, que ganó el último premio Goya a Mejor Película. Sin esa labor de la 'tribu' de mujeres que están detrás, el camino no habría sido posible.