Las infecciones de transmisión sexual aumentan en adolescentes: se duplican los casos de gonorrea y clamidia

• Es uno de los pocos grupos en los que no se ha conseguido un descenso en nuevos diagnósticos de VIH en el mundo
• Los pediatras reclaman más educación sexual en las escuelas y recursos para el sistema sanitario

Los pediatras alertan del aumento de infecciones de transmisión sexual entre adolescentes

La incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) ha aumentado entre los adolescentes en los últimos años, según han alertado varias sociedades pediátricas españolas, que destacan que el gonococo, la clamidia y la sífilis se han duplicado entre 2016 y 2019.

En el Día Europeo de la Salud Sexual, los profesionales han llamado la atención sobre las infecciones "sin cura" como el VIH: la adolescencia es uno de los pocos grupos de población a nivel mundial en el que no se ha conseguido un descenso de los nuevos diagnósticos.

"En ellos, además, el diagnóstico tardío es una realidad preocupante, ya que afecta al 30%”, ha afirmado en un comunicado la doctora Cristina Epalza Ibarrondo, del grupo de trabajo de VIH e ITS de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), que ha publicado los datos junto a la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia (SEMA).

Papiloma humano, clamidia y gonococo, las más frecuentes

Dos de las ITS más frecuentes son la clamidia y el gonococo, en las que el 30 % y el 25 % de los diagnósticos, respectivamente, corresponden a menores de 19 años, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sus siglas en inglés) de Estados Unido.

A ellas se suma el virus papiloma humano, la infección de transmisión sexual más prevalente a nivel mundial y del que se estima una prevalencia de entre el 50% y el 60% a los dos primeros años del inicio de las relaciones sexuales.

Más educación sexual para los adolescentes

Por todo ello, los pediatras han reclamado más educación sexual para los adolescentes, dado que la edad de inicio de las relaciones sexuales disminuye cada vez más y aumenta el acceso a contenidos inapropiados. Según SEMA, más del 50 % de los adolescentes de entre 14 y 17 años suelen ver regularmente porno en internet, algo que les familiariza con las prácticas de riesgo.

“Los adolescentes, que son más vulnerables e influenciables, reciben referencias sexuales que no favorecen una educación sexual global, donde se transmita el respeto a sí mismo y al otro y, por lo tanto, poder pensar en protegerse y proteger al otro de las ITS”, ha comentado en ese sentido la doctora Talía Sainz Costa, pediatra especializada en Enfermedades Infecciosas y Tropicales y miembro de la SEIP.

Y es que las conductas sexuales de riesgo no solo provocan un aumento de las ITS, sino también embarazos no deseados, abusos y frustración en las relaciones. Ante esto, los especialistas han asegurado que la educación sexual sigue siendo la gran asignatura pendiente en España y han propuesto que haya un educador sexual en todas las escuelas.

“Los adolescentes tienen más información que nunca, pero entre sus conocimientos y su conducta existe una gran contradicción. Carecen de una información legitimada por la familia, la escuela y los profesionales de la salud, no se sienten cómodos para hablar de sexualidad con su entrono y eso no favorece una conducta responsable”, ha explicado el doctor Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA).

Más recursos en el sistema sanitario público

Finalmente, las tres sociedades pediátricas han denunciado que la pandemia ha reducido la posibilidad de abordar estos problemas en las consultas de atención primaria y hospitalaria "hasta hacerlas prácticamente desaparecer", y han lamentado la falta de "oportunidades formativas para profesionales en el manejo de la sexualidad con los adolescentes”, según ha expresado

doctora Sainz.

“Los pediatras, por nuestra parte, debemos abrir la puerta a una consideración de la salud de un modo más amplio que incluya la salud sexual, incorporando, por ejemplo, preguntas sobre sexualidad en nuestras entrevistas clínicas rutinarias”, ha propuesto también el doctor Notario.