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Elecciones en Castilla y León

El PP se abre a gobernar en minoría, el PSOE dice 'no' a facilitar su investidura y Vox exige a Mañueco una coalición

  • Mañueco reconoce que tendrá que dialogar pero no prioriza a Vox ni descarta una gran coalición con el PSOE
  • Vox exige a Mañueco el mismo poder que tenía Cs en el gobierno regional: una vicepresidencia y cuatro consejerías

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El PP se resiste a hablar de un pacto con Vox y los de Abascal avisan de que no regalarán sus votos

Toca hablar de pactos tras las elecciones de este domingo en Castilla y León. Con los números sobre la mesa y 31 procuradores (a diez de la mayoría absoluta), al PP no le queda otra que negociar para lograr una investidura pero su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, ha evitado en todo momento dirigirse a Vox, que, con sus 13 escaños, tendría la llave de su posible gobierno. Dice que hablará con todas las formaciones y no descarta una gran coalición con el PSOE en la región. El partido de Santiago Abascal no se lo pondrá fácil porque insiste en que tiene “el derecho” y el “deber” de gobernar con un peso proporcional al que tenía Ciudadanos en el anterior Ejecutivo PP-Cs. Y los socialistas ya han dejado claro que no facilitarán un gobierno del PP "manchado por la corrupción" para frenar a Vox.

Todas las miradas estaban atentas este lunes a Mañueco y en todas las entrevistas que ha dado la pregunta era clara: si pactaría con Vox un gobierno de coalición. La respuesta no ha sido ni ‘sí’, ni ‘no’. En Las Mañanas de RNE ha asegurado que negociará “con todas las formaciones políticas” de mayor a menor representación, empezando por el PSOE, siguiendo por Vox y así consecutivamente hasta llegar a Por Ávila. "¿Va a ofrecer un pacto de gran coalición al PSOE?", le ha preguntado el conductor del programa, Íñigo Alfonso. "Tampoco lo descarto", ha respondido el candidato 'popular', quien ha abogado por ver "qué voluntad tiene el PSOE".

Y es que aquel sueño de gobernar en solitario parece imposible cuando el PP, aún siendo ganador de las elecciones, solo ha conseguido dos procuradores más de los que tenía. El actual presidente de la Junta en funciones ha reconocido que “le hubiera gustado tener el mayor respaldo posible” (la intención al convocar fue emular el ‘efecto Ayuso’ en Castilla y León), pero no ha sido posible y toca dialogar. Pero quiere hablar primero de “problemas” antes que del “reparto de sillones”.

El PP trata de presionar a Vox para que dé un apoyo externo

En Génova sí tienen fe en que Mañueco pueda gobernar solo si logra recabar el apoyo de partidos minoritarios, en cuyo caso solo necesitaría la abstención de Vox en una investidura. Desde la dirección nacional del PP presionan a Vox al asegurar que, si “bloquean” la conformación de un Ejecutivo, lo tendrán que “explicar” a los ciudadanos. El secretario general de los ‘populares’, Teodoro García-Egea, cree que es posible un gobierno del PP solo con “apoyos puntuales” de otras fuerzas para “sacar adelante medidas importantes” (algo como lo que tiene el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, solo que allí el PP roza casi la mayoría absoluta). Y ha avisado a Vox de que si “bloquea” la conformación de un Gobierno tendrá que “responder de sus actos”.

En la misma línea, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, ha recalcado que Mañueco ha sido “clarísimo” planteando en campaña un Gobierno en solitario y ha avisado de que los partidos que “pongan obstáculos” y “piedras en el camino” lo tendrán que explicar.

Vox exige el mismo peso en el gobierno autonómico que tenía Ciudadanos

Pero lo cierto es que Vox está en una situación de lo más ventajosa y tiene en sus manos (si el PSOE se mantiene en el ‘no’ a Mañueco) la llave para dar el gobierno al PP. Es plenamente consciente de ello y por eso no se conforma en esta ocasión con dar un apoyo externo al partido de Pablo Casado como sí ha hecho en otras regiones. “Tenemos el derecho y deber de integrar el próximo gobierno de Castilla y León", ha dicho este lunes en rueda de prensa el candidato de Vox, Juan García-Gallardo.

La exigencia de Vox, tal y como han explicado fuentes del partido a RTVE, es tener “como mínimo” el mismo peso que consiguió Ciudadanos en 2019 en el Ejecutivo: una vicepresidencia y cuatro consejerías. A Vox, que ha ido creciendo en todas las elecciones desde 2018, no parecen afectarle las advertencias del PP, mientras que a los ‘populares’ una posible repetición electoral podría resultarle perjudicial (desde que comenzó la campaña, se desinflaron en todas las encuestas y lograron un resultado peor al que inicialmente esperaban). En Vox tienen muy claro, han dicho, que sus votos “no valen menos” que los de Ciudadanos.

El PSOE: "No facilitaremos un gobierno manchado por la corrupción"

El PP necesitará el ‘sí’ de Vox a Mañueco o, al menos, la abstención del PSOE para gobernar y los socialistas ya han dejado claro que no están por la labor. El ‘no’ de Ferraz ha sido rotundo cuando el portavoz de la Ejecutiva socialista, Felipe Sicilia, ha respondido así al ser preguntado si se planteaban apoyar a Mañueco para evitar que Vox entre en el gobierno autonómico: "Tenemos muy claro que no facilitaremos un gobierno manchado por la corrupción". Y ha asegurado que ni siquiera se ha planteado esa cuestión en la reunión de este lunes para analizar los resultados (el PSOE insiste en que las elecciones son un “fracaso” para el PP pero ellos han perdido siete procuradores respecto a 2019).

Pero ha habido una voz disonante, la del alcalde de Valladolid, Óscar Puente (PSOE), que se ha mostrado partidario de facilitar la investidura de Mañueco “a condición” de que Vox no forme parte del Ejecutivo autonómico: "No podemos, por coherencia, decir que Vox es un peligro para la democracia, para la convivencia y, al mismo tiempo, no ofrecer una alternativa". Y la secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León, Ana Sánchez, no ha aclarado qué postura tomará su partido ante una investidura de Mañueco al ser preguntada si se plantea apoyarle para frenar a Vox. Así, se ha limitado a asegurar a Efe que el PSOE hará "las cosas con cabeza, con sentido común y con responsabilidad" por los ciudadanos de Castillla y León.

Pero tal y como ha evidenciado Sicilia, la dirección nacional del PSOE rechaza de lleno apoyar al PP, si bien ha dicho estar dispuesto a “sentarse a hablar” con los ‘populares’. “Este escenario no lo ha propiciado el PSOE, sino el PP”, ha dicho su portavoz, a quien ha responsabilizado de la situación al “forzar” unas elecciones “interesadas” para buscar un gobierno en solitario “a riesgo de que la extrema derecha entre”: “Ellos han querido correr este riesgo, que sean responsables”.

UP rechaza que el PSOE apoye al PP y Cs aboga por la gran coalición

Unidas Podemos, socio de coalición de los socialistas en el Ejecutivo central, también rechaza la posibilidad de que el PSOE facilite la investidura de Mañueco para pararle los pies a Vox. "Somos diáfanos, muy claros. La gran coalición entre PP y PSOE nunca será solución al auge de la ultraderecha. Jamás, nunca, será la solución”, ha sentenciado el portavoz del partido ‘morado’ y candidato de Unidas Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, que ha quedado como único procurador de su formación en las Cortes autonómicas tras perder un escaño el pasado domingo.

Y es que, a su juicio, “a la ultraderecha se le combate y se le hace frente con políticas más progresistas y esas políticas se tienen que implantar desde el Gobierno central".

El único partido que sí aboga por esa “gran coalición” de PSOE y PP en Castilla y León es Ciudadanos. Su líder en la región, Francisco Igea, que ha quedado también como único procurador de su partido en las Cortes autonómicas tras perder once escaños, ha llamado a ambos partidos a entenderse y a que “empiecen a pensar un poco en su país” porque le “preocupa mucho” lo que está ocurriendo últimamente, en relación al auge de Vox. Y es que a su juicio, nadie, ni siquiera el Partido Popular, ha ganado con estas elecciones, ya que "ha perdido Castilla y León".

Pero lo cierto es que solo ha pasado un día tras las elecciones y el PP tiene margen para explorar sus opciones (pese a ser limitadas). Las Cortes regionales no se constituirán hasta el 10 de marzo, cuando dará comienzo la nueva legislatura, y desde entonces Mañueco tiene margen aún para someterse a una investidura. Todo parece indicar, por tanto, que vienen largas semanas de negociaciones por delante.