Casado avisa a Vox de que tiene "límites" para pactar y carga contra los "populismos" y las "minorías radicalizadas"
- Entre otros, avisa de que ni la igualdad, ni la cohesión territorial, ni la integridad autonómica "son negociables"
- Respalda a Mañueco para liderar un gobierno "fuerte, estable, en solitario y sin la espada de Damocles continua"
El presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, ha reivindicado este martes que su formación es "un partido que dialoga y que alcanza acuerdos" tanto por la izquierda como por la derecha, si bien ha advertido que a la hora de pactar "existen límites" como son "sus principios" y que "nunca van a renunciar a ellos". En el que es su primer discurso tras las elecciones en Castilla y León, Casado ha cargado con dureza contra el "populismo" en referencia a Vox, del que ha dicho que está más preocupado por sustituir al PP que por cambiar al Gobierno, y ha rechazado "hacer equilibrios sobre minorías radicalizadas" y "dejarse llevar por un puñado de votos".
"Quien quiera pactar con nosotros tendrá que aceptarlos y respetarlos, como siempre", ha señalado el líder del PP, en alusión a Vox y a un posible pacto de investidura en Castilla y León, donde los de Abascal ya han puesto como primera condición la derogación de la ley autonómica contra la Violencia de Género y el decreto que regula la Memoria Histórica en esta comunidad. "Para nosotros la igualdad no es negociable, ni la cohesión territorial, ni la integridad autonómica, ni la integración en Europa", ha advertido el presidente 'popular'.
Pablo Casado ha reunido esta tarde al Comité Ejecutivo Nacional del partido para analizar la victoria por la mínima de Alfonso Fernández Mañueco en las elecciones de Castilla y León, donde a pesar de haber convocado elecciones solo consiguió sumar dos procuradores, un resultado que está lejos de la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario (41) y que aboca a un pacto con Vox, salvo que el PSOE se abstenga, algo a lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto la puerta en caso de que el PP "rompa" con los de Abascal en el resto del país.
El líder del PP ha asegurado que respalda la propuesta de Alfonso Fernández Mañueco de intentar formar un Ejecutivo "fuerte, estable y en solitario, con pilares firmes, sin trajes prestados y sin la espada de Damocles continua". "Tiene todo nuestro apoyo para llevarlo adelante, con nuestros principios siempre presentes", ha advertido, para después asegurar que su partido no acepta "tutelas morales" y que no se "va a dejar llevar por un puñado de votos".
Esa idea de Gobierno en solitario ha sido apoyada en general por los barones del partido a su llegada al Comité Ejecutivo, aunque la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha desmarcado cuando le han preguntado acerca de la posible abstención del PSOE para evitar a Vox en las instituciones: “No pactaría con el sanchismo”, ha recalcado. En la misma línea, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha subrayado que "Sánchez no tiene ningún tipo de legitimación para opinar sobre ningún tipo de pactos ni para exigir al PP nada".
Críticas contra el populismo y el radicalismo
Casado no ha mencionado expresamente a Vox, pero sí se ha referido al "populismo" y al "radicalismo", advirtiendo de que "su semilla" puede tardar "más o menos en dejar ver su fruto, pero "siempre es amargo para las sociedades que lo cultivan". A su juicio tanto uno como el otro "nunca producen progreso, ni concordia, ni respeto internacional; nunca pacifican ningún conflicto, siempre los empeoran todos". "Nacen para eso, es lo que buscan y es lo que hacen tarde o temprano porque no creen ni en las instituciones ni en la política como tarea para la convivencia, aunque las utilicen para vaciarlas desde dentro, aumentar la polarización y debilitar el sistema", ha continuado.
Frente a ello se encuentra, ha dicho, el PP, que "construye cuando gobierna" y "evita que se destruya cuando está en la oposición". Y se ha reivindicado como "la plaza mayor del constitucionalismo", el partido de la creación de siete millones de empleos, "que paró en Plan Ibarretxe y el Plan Puigdemont", el que "derrotó a ETA con toda la ley, pero solo con la ley", y "el partido más importante de España".
Como ya hiciera en la Convención Nacional del PP celebrada en octubre, Casado ha hecho un llamamiento a "unir la derecha sin desunir España" y hacer del centroderecha "la piedra angular de una nueva etapa de reformas y progreso para todos los españoles", rechazando así "el bloque de ruptura que forman hoy los populismos a un lado y a otro". "Eso es lo que estamos haciendo: fortalecer un partido claramente situado en la derecha para que pueda hacer una tarea claramente de centro, acercándose a él y no a ningún extremo", ha reivindicado.
Y ha rechazado "dejarse llevar en la deriva polarizadora por un puñado de votos". "Lo fácil sería sumarse a las estrategias de confrontación que están poniendo en riesgo nuestra convivencia (...) Pero el PP no busca el arrastre del malestar contra nadie, sino el liderazgo de una política a favor de todos", ha subrayado.
Celebra los resultados en Castilla y León
El líder 'popular' ha celebrado que el PP ha ganado las elecciones "pese a todo y a pesar de todos", mientras que los socialistas "las han perdido, a pesar de sus trampas y mentiras", aludiendo al CIS, a algunas medidas aprobadas en el Consejo de Ministros o a los fondos europeos. "Nunca se había vivido una lluvia ácida de fake news subastadas al mejor postor, y una campaña de posverdad tan corrosiva como esta, ni tampoco una degradación institucional como la que hemos sufrido en esta campaña desde el Gobierno, que ha traspasado el umbral democrático", ha criticado.
Además, ha asegurado que la decisión de adelantar elecciones no ha sido tomada por la dirección del partido, tal como sostienen el PSOE o Ciudadanos. "Jamás esta dirección nacional ha presionado, ni siquiera opinado sobre el adelanto electoral, ni en Castilla y León ni en ningún otro sitio. Repito: jamás. No vamos a permitir que se mienta y se nos insulte impunemente a todas horas y en todas partes", ha añadido.
Con todo, ha puesto en valor la "tarea histórica" que el PP tiene por delante: "volver a abrir espacios de libertad para la sociedad española y rechazar los procesos de radicalización". "La libertad nos unió como Nación en 1978 y la libertad debe unirnos ahora una vez más. Cuento con todos vosotros para conquistar, de nuevo, ese futuro", ha concluido, ante los aplausos de los principales líderes del partido.