El amarillo de los cuadros de Miró pierde intensidad: la ciencia revela el secreto de sus materiales
- El análisis se ha hecho a partir de 27 fragmentos diminutos de pinturas y mediante materiales que dejó en sus talleres
El color amarillo de los cuadros que pintó Joan Miró se ha deteriorado con el paso del tiempo. La Fundación Miró Mallorca ha realizado un proyecto para analizar los materiales que empleó el artista en sus cuadros durante las casi tres décadas que vivió en Mallorca, desde 1956 hasta 1983.
A través de técnicas científicas se han conocido los secretos de sus colores. El análisis se ha hecho a partir de 27 fragmentos diminutos de pinturas y mediante los tubos de óleo y pigmentos acrílicos que dejó en su talleres mallorquines. En la sede de la institución en Palma se conservan casi en el estado en que Miró dejó los materiales utilizados en su taller y en la vieja casa de Son Boter, que también sirvió de estudio al pintor.
Asimismo, se han analizado muestras de pigmentos del tamaño de la punta de una aguja de cuadros de Miró con técnicas de difracción de rayos X y microscopios electrónicos para determinar su composición química y morfología.
La investigadora Mar Gómez Lobón, con la colaboración del restaurador de la Fundación Enric Juncosa, ha liderado este proyecto de investigación. Entre los dos han llegado a documentar más de un centenar de tubos de pintura al óleo y otras acrílicas. "Mediante el estudio comparativo con fuentes documentales se ha podido determinar cuáles eran los pigmentos y los colores preferidos por Miró", comunica la Fundación Miró Mallorca.
A partir de los resultados de este estudio se podrán identificar los materiales de otras obras producidas en las mismas fechas que se conservan en la Fundación y en numerosas colecciones de otros museos. Además, serán útiles para estudios de autentificación.
Gracias a este análisis se han determinado las posibles causas del deterioro de los amarillos de algunas pinturas de Miró de los años 70. El color se ha vuelto paulatinamente blanquecino y pierde consistencia por su composición química inestable.
Asimismo, en el estudio han colaborado las universidades de Londres y Milán, que han aportado técnicas de análisis de última generación. Un trabajo que combina tecnología, química y arte, y que se publicará próximamente en una revista científica internacional. "Se espera que las colaboraciones establecidas con científicos de diferentes universidades abran las puertas a futuras investigaciones sobre la obra de Miró. Este proyecto ha demostrado como la ciencia y el arte pueden ir mano en mano", ha subrayado la institución.