La hostelería navarra hace balance
- En dos años de pandemia la hostelería navarra ha perdido los ingresos de un año entero
- Sin embargo el sector ha logrado mantener el 95% de los 20.000 empleos
Si en algo hay unanimidad en el sector de la hostelería navarra es en que ha sido el colectivo más perjudicado por la pandemia de COVID. Y ello se nota, aseguran, cuando hacen balance de sus pérdidas económicas.
“Hemos sido los grandes sacrificados“
En estos dos años no ha habido sanfermines, su gallina de los huevos de oro, no ha habido Semana Santa y las navidades han estado siempre bajo la tutela de las restricciones. A ello se añade los meses de confinamiento y las continuas restricciones que han sufrido, tanto en sus horarios como en los aforos de sus establecimientos.
“Horrible, desesperante, yo no sé si montaría una empresa en este país“
Los grandes números dicen que en este tiepo han perdio 750 millones de euros, lo que bares, restaurante y hoteles facturaban en un año normal. Vamos, es como si uno de estos dos años hubieran estado completamente cerrados, pero pagando nóminas y facturas.
“Hemos tenido que poner dinero de nuestro bolsillo“
Con estos números es fácil pensar que los propietarios han tenido que tirar de ahorros para mantener el negocio abierto, esperando que lleguen tiempos mejores.
Protestas
Su indignación se ha hecho patente en muchas ocasiones a través de concentraciones y manifestaciones en la calle, pero también de una forma gráfica, como la del pasado 3 de febrero, en la que llenaron el Casco Viejo de Pamplona de música, con el mensaje de " nos están matando suavemente"
Ayudas públicas
“Nos han faltado ayudas“
Los hosteleros consideran que las ayudas recibidas de las instituciones han sido insuficientes o no han llegado a su debido tiempo.Desde le gobierno de Navarra se han cifrado en 50 millones de euros.
“Una vez que el problema pasa se van olvidando de las ayudas“
Consideran que debe haber más compensaciones. Y sobre todo en los pequeños negocios, que han visto mucho tiempo sus barras vacías, el esfuerzo ha sido ingente y algunos han decididoi cerrar las puertas ante la falta de medios . Y en muchos casos , para ellos , la culpa ha estado en las medidas que se han adoptado para frenar la relación social y el ocio nocturno, al consiedarlos uno de los focos directos de los contagios.
Consideran que estas medidas se han tomado en muchos casos de manera arbitraria y que no han mostrado la eficacia que se pretendía para luchar contra la pandemia.
El futuro
Lo más alentador para ellos ha sido el poder mantener el 95% de los empleos. Y quizás por eso , y también por la evolución de esta sexta ola, son optimistas de cara al futuro.Dicen que su mayor esperanza es la fidelidad de los clentes y no las ayudas institucionales.
Ayer se dieron por terminadas las medidas de restricción y se volvieron a llenar las barras y las terrazas. La Seman Santa está a la vuelta de la esquina y depositan mucho de su optimismo en que este año, por fin, se pueda celebrar San Fermín y así comenzar a disfrutar de una normalidad que les permira recuperar el pulso, y a todos sus clientes.Y suspiran porque la normalidad ya sea la definitiva.