Paco Delgado: "Kenneth Branagh quería una sensualidad latente en el vestuario de 'Muerte en el Nilo'"
- Hablamos con el diseñador canario, que ha creado más de 150 trajes para la película
- La nueva adaptación de Agatha Christie llega a los cines este 18 de febrero
Todavía podéis ver en los cines Belfast, la película de Kenneth Branagh sobre su infancia en Irlanda del Norte que está nominada a 7 Oscars. Además, cinco años después del éxito de Asesinato en el Orient Express (2017), el director británico vuelve al universo de Agatha Christie con Muerte en el Nilo, en la que destaca su espectacular reparto y el vestuario de Paco Delgado (Arrecife, Lanzarote, 1965), con el que hemos podido hablar en Madrid. Una película que se estrena en cines este 18 de febrero.
“Visualmente la película es impactante –nos cuenta el diseñador-. La decoración, la fotografía, las actuaciones… ¡Todo es espectacular! Y es muy fácil trabajar con Kenneth Brannagh porque tiene muy claro lo que quiere. Por ejemplo, quería que el vestuario, aunque fuera de época, no se viera como un vestuario afectado, en el sentido de que en los años 30 la moda estaba muy accesorizada, sobre todo en las clases altas que se ponían los vestidos con el sombrero, el bolso, los zapatos e incluso los guantes a juego. Y él no quería eso, quería un vestuario que pudiera hablar al público actual”.
“Además, la película es un thriller pasional -añade-. Todo lo que sucede es por las relaciones amorosas entre los protagonistas, algunas correspondidas y otras no. Por eso Kenneth quería ver una sensualidad latente. Porque en la historia todo el mundo está en algún tipo de triángulo amoroso. Hay una tensión pasional y amorosa constante en cada protagonista”.
“Yo le comenté que sería fácil conseguir todo eso, al estar ambientada en Egipto, que es un sitio que ya tienen una sensualidad de por sí. Un sitio caluroso donde se puede ver la piel. Donde vamos a poder ver el sudor y como la ropa se ondula con el viento. Como los tejidos se pegan a los cuerpos” -añade el diseñador canario-.
Un triángulo amoroso y un asesinato
Basada en la novela Muerte en el Nilo (Agatha Christie, 1937), la película comienza con Hércules Poirot (Kenneth Branagh) de vacaciones a bordo de un glamuoroso barco de vapor. Pero un triángulo amoroso, formado por la rica heredera interpretada por Gal Gadot, su marido, Armie Hammer, y la exnovia de este, Emma Mackey, interrumpirá el merecido descanso de nuetro protagonista, ya que desembocará en un misterioso asesinato, que requerirá de todas sus dotes detectivescas.
No son las única estrellas del espectacular reparto en el que también tenemos a Tom Bateman, Annette Bening, Russell Brand, Ali Fazal, Dawn French, Rose Leslie, Sophie Okonedo, Jennifer Saunders y Letitia Wright.
En las películas de Agatha Christie cualquier detalle es importante. Por eso preguntamos a Paco si podríamos saber quién es el asesino por el vestuario. “Yo creo que no –asegura- Lo que he pretendido con el vestuario y el color es intentar expresar la psicología de los personajes. Los que son más frágiles, lo que son más bohemios, los que tienen fuerza… “
“Por ejemplo Lynette (Gal Gadot ) es un personaje que, a pesar de su inmensa fortuna y de parecer la dueña del mundo en el que se mueve, es un personaje muy frágil, porque no tuvo el amor de sus padres, y a la que todo el mundo que la rodea la envidia u odia de alguna forma. E intento mostrar esa fragilidad con colores claros, con transparencias y con ropa que se mueva de una manera como muy tenue, como muy suave”
“Kenneth Branagh quería que la primera aparición de Lynette tuviera que ver con un mundo metálico. Y elegimos un vestido de lamé porque en esa época había muchos. No teníamos claro si plateado o dorado, pero yo creía que el dorado porque es un poco más frío, aunque también teníamos el personaje de Otterburne, que yo pensaba que tenía que ir en lamé dorado. Así que al final fue plateado”.
“Luego –añade el diseñador-, teníamos a su competidora en ese triángulo amoroso: el personaje al que interpreta Emma Mackey. Es la que menos dinero tiene, pero realmente es el personaje más fuerte por la pulsión del amor y de la traición que le ha hecho su expareja. Es un personaje en el que se combinan el amor y el odio. Eso le ha dado un poder que es la fuerza del odio. Y eso también quería que se reflejara de manera más pasional en el color, por eso suele vestir de rojo”.
El tercer personaje que destaca es el de Salome Otterburne, una cantante de jazz: “Es un personaje con mucha clase, encanto y un poco excéntrica, por lo que podía pasarme un poco más en sus diseños. La actriz, Sophie, tiene un cuerpo increíble y estaba entusiasmada con todo lo que le ponía. Es un lujo trabajar con actrices a las que todo lo que les propones les parece bien. Aunque en esta película he tenido suerte porque todos los actores han sido encantadores”.
Han cambiado el collar de perlas por el diamante de Tiffanys
Otro de los protagonistas de la película es el famoso diamante amarillo de Tiffanys que luce Gal Gadot Solo cuatro mujeres lo habían llevado antes en público: Mary Whitehouse, AudreyHepburn (para el cartel de Desayuno con diamantes), Lady Gaga (en los Oscar de 2019) y Beyoncé (para una publicidad de la joyería)
Esa joya sustituye al collar de perlas de la novela original, como nos cuenta Paco: “Es una decisión que ya estaba tomada en el guion cuando yo me incorporé al proyecto. Es porque es una de las joyas más famosas del mundo y además ha sido lucida en público en muy pocas ocasiones. En 1937un collar de perlas podía ser lo más glamuroso en los vestuarios de las damas de la alta sociedad, pero actualmente, aunque las perlas puedan ser carísimas, nunca serán tan impresionantes como este collar”.
Otra curiosidad de la película es una escena en la que uno de los personajes luce un espectacular disfraz de Cleopatra. “La película tiene muchas referencias veladas a Marco Antonio y Cleopatra –nos comenta Paco-. Ya sabéis que Kenneth es un actor Shakesperiano. Por eso entre las dos protagonistas hay un pique, porque en una función teatral una le robó el papel de Cleopatra a la otra. Y por eso construimos esta versión burda de Claudette Colbert (Cleopatra en la versión de Cecil B. DeMille).
“Fue muy complicado –añade- porque había que subir a la actriz a una especie de trípode gigante, con una silla, y ponerle esa especie de capa con la que casi parecía una pirámide. Además hacía viento y le tuvimos que poner unos contrapesos. Fue muy difícil y lo pasé mal. Afortunadamente quedó bien, pero si no hubiera sido así, como se suponía que se lo había hecho el propio personaje, podíamos pensar que era como un traje de carnaval casero que le había salido mal. Las joyas y los complementos de ese traje las diseñamos nosotros pero las confeccionó Tiffanys”.
“Ya que hablamos de actrices –confiesa Paco-, el vestuario se inspira mucho en las actrices de Hollywood de la época, especialmente Carole Lombard, ese tipo de mujer glamurosa que se puede permitir llevar cosas que no puede ponerse la gente normal, como transparencias. Y también m ehe inspirado en la revista Vogue Paris de los años 30, porque pensábamos que las protagonistas, por su alto poder adquisitivo, se podían permitir ir todos los años a París a renovar su vestuario”.
Dos de sus vestidos favoritos
En cuanto a sus vestidos favoritos, Paco destaca el de novia que luce Gal Gadot: “Fue muy complejo de hacer porque, aunque parezca muy sencillo visualmente, está confeccionado al biés, con la técnica de la época que se creó porque entonces no había telas elásticas. Es una técnica que buscaba modelar el cuerpo de la mujer y es casi un trabajo de arquitectura. Me costó muchísimo. Hicimos como 12 pruebas y nos costó casi un mes lograr que quedar bien. Muchas veces las cosas no salen a la primera pero yo siempre digo que esos tropiezos sirven para aprender para la siguiente vez”.
“Además, es una técnica que nunca pasará de moda -añade-, de vez en cuando vemos algún diseño realizado con esta técnica en las pasarelas, porque se pueden conseguir cosas increíbles”.
Otro de los vestidos más impresionantes es el rojo que luce Emma y que podéis ver en el acrtel de abajo del todo. “Es de inspiración española -confiesa Paco-. Los volantes de los hombros imitan a los claveles. Fue un vestido muy divertido de hacer y el resultado es espectacular”.
En cada escena hay un color predominante
El color del vestuario también es fundamental en la película, y según pasan los minutos, y las situaciones son más dramáticas, se va oscureciendo. “Es muy sutil –confiesa Paco-, pero cuando empieza la película hay una frivolidad increíble, porque han venido a celebrar una boda y están todo el rato de fiesta. Si a eso le añadimos que estamos en Egipto, quería empezar a funcionar con tonos muy claros. Además, cada escena tiene un color determinado. Hay escenas donde todo el mundo luce tonos verdes y en otras malvas. Tratamos de que siempre haya un leiv motiv en cada escena”.
“Pero como empieza a haber muertes, y ya sabéis que en esta época la gente vestía de negro para el luto, los trajes empiezan a oscurecerse hasta el negro. Cuando me documentaba para la película leí que las clases altas siempre llevaban ropa negra en los viajes porque, como la mortalidad era tan alta, nunca sabías lo que podía pasar. Recuerdo que, cuando yo era pequeño, había una tintorería en Antón Martin que anunciaba: “se tiñe de negro en un día”. Y es que la mortalidad era tan alta y tan normal que nunca sabías lo que podía pasar”.
“Os preguntaréis, entonces, por qué la primera víctima va vestida de blanco cuando muere… Pues porque no hay otro color para resaltar la sangre como el blanco. Esa fue la razón principal pero, como ella también solía ir al contrario que los demás, también le pegaba” -añade Paco-.
Paco incluso estudió que personajes aparecían juntos en cada escena para que vistieran de forma complementaria. “Como decía, en cada escena hay un color predominante. Aunque todo sea muy sutil -confiesa-. Además, las escenas de noche tienen más color que las de día porque los personajes resaltan más, y me permito usar colores malvas o rojizos que de día son complicados”.
“El color tiene un poder increíble porque expresa montón de cosas –añade-. El rojo expresa ciertas pasiones y el blanco otras. Es lo que en física se llama ‘la temperatura del color’, porque cada color tiene una temperatura determinada, no sólo visual sino también emocional. O sea, el rojo ya sabemos lo que representa, es un color tan potente que, aunque parezca un cliché, a mí me encanta utilizarlo. Es un color muy poderoso”.
El vestuario de la película ha costado un millón de dólares
Casi nunca se dicen estas cosas pero Paco Delgado nos confesó el presupuesto para vestuario de la película: "Creo que alrededor de un millón de dólares. Supongo que todos estarás flipando pero no es tanto dinero para una superproducción como esta. Además, si te dan 60 tu quieres 80. Y si te dan 100 quieres 200. Nunca es demasiado. Piensa que hemos tenido un equipo de vestuario de 60 o 70 personas trabajando durante ocho o nueve meses. Además de que hay que pagar las telas y el material”
“Ten en cuenta –añade- que hay 14 personajes principales, que tienen entre 12 y 16 cambios cada uno, lo que nos da alrededor de 150 trajes. Porque para esa gente la apariencia lo era todo y se ponían por lo menos tres modelos diarios. Además, de algunos trajes, como los de las escenas jazz acrobático, teníamos que hacer dos o tres de cada modelo, porque usamos sedas y en esa secuencia, cuyo rodaje duró dos o tres días, se podían romper. Y había otros vestidos claros que también se podían manchar por cualquier cosa y había que tener repuesto. Y todo estaba hecho a mano, muy artesanal, como sería el vestuario de la época”.
Además de los elegantes diseños de las actrices, Paco Delgado destaca la sastrería que lucían los actores: “Tengo una pasión muy especial por la sastrería y diseñar estos trajes ha sido fabuloso. Los personajes de la película digamos que tienen un sentido de la moda diferente al de la gran mayoría y se pueden permitir usar colores que a lo mejor no funcionaban en la calle. Por eso tenemos esa especie de gabardina roja. Quería dar color al vestuario masculino, que no fuera el de la época con los señores siempre vestidos de gris o azul”
“Técnicamente –añade-, la sastrería inglesa es muy armada, con muchas entretelas y ropa muy tridimensional, con chaquetas con muchos volúmenes. Y para ciertos personajes yo no quería eso. Quería una cosa más mediterránea, una sastrería como más italiana. Que la tela se moviera. También quería reflejar que era la época de las grandes estrellas de Hollywood y que estos caballeros, que podían permitírselo, intentarían vestir como esos actores a los que admiraban. He disfrutado mucho con el vestuario masculino".