Lo que la etiqueta esconde: cómo distinguir lo ecológico de lo cercano
- El 74% de los consumidores prefiere productos locales o "de kilómetro cero" antes que importados
- En España no existe una ley estatal que regule o certifique en el etiquetado los alimentos de proximidad
- Este jueves, "Lo que esconde la etiqueta", a las 19:00 en RTVE Play y a las 23:55 en La 1 de TVE
Los españoles cada vez consumimos más productos de proximidad, también llamados "de kilómetro cero". Lo dicen los estudios de mercado de la consultora Kantar: el 74% de los consumidores prefieren productos locales antes que importados. Y lo aseguran también quienes cultivan, producen o pescan para vender entre sus vecinos o compradores más cercanos: el interés se ha multiplicado.
Pero en España no hay una ley para todo el Estado que regule o certifique estos alimentos. ¿Por qué se considera que un producto cultivado en las proximidades es mejor que otro importado? ¿Cuántos kilómetros abarca la proximidad? Se trata de un detalle importante que no reflejan las etiquetas.
Algo que ha destapado la ONG Justicia Alimentaria con un informe llamado Las mentiras que comemos y que también habla de la falta de regulación en alimentos que se califican con terminología como “casero”, “artesano” o “natural” que puede llevar a equívocos.
Sin regulación estatal
Los productos de proximidad sólo están regulados en una comunidad autónoma: Cataluña y desde 2013. En Barcelona existe una campaña en varios mercados de abastos para promocionar el consumo y la producción local.
“De proximidad es que es de cerca, y ya sólo por eso está más bueno“
Isabel es pescadera, sirve boquerones de la costa mediterránea. “De proximidad es que es de cerca”, dice, “y ya sólo por eso está más bueno, porque interviene menos gente en el proceso y está menos toqueteado”. Calamar de potera, cigalas, sepia de playa… “la parroquia que tenemos busca este producto”, cuenta.
Restaurantes "kilómetro cero"
Gregorio es el patrón mayor de la lonja de Aldán, en Pontevedra. En su barco viajan centollas recién pescadas. “Pocas y de buena calidad”, asegura, “no es una pesca industrial sino selectiva para vender a restaurantes de la zona; de momento, compensa”. “Además hacemos pesca sostenible respetando el medio y faenando en las fechas adecuadas”.
José acude al puerto a comprar el pescado a Gregorio. Es dueño de cinco restaurantes cercanos. Las navajas que ha pescado Gregorio ese día las cocina para sus clientes a las afueras Santiago de Compostela, a una hora de distancia.
Allí hacen también su propio pan y tienen su propia huerta con certificado ecológico. “Se come lo que tenemos. Lo que da la tierra, lo que da la mar y nuestra ganadería”. “El pulpo es gallego y lo acompañamos con la nabiza de la huerta. La carne de una cooperativa de los montes de Ourense. No queremos depender de lo que venga de fuera”, remarca.
Los reporteros de Comando Actualidad también han visitado mercados callejeros, sin intermediarios. En Leciñena (Zaragoza), Laura es una panadera que lleva 15 años en el oficio. Aceite, huevos, leche… todos sus productos son ecológicos y casi el 100 % de Aragón. Laura considera que la cercanía y lo ecológico son un valor que garantiza comer sano.