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Pintura

El Museo Ramón Gaya aumenta su colección con siete obras gracias a una donación de la viuda del pintor

  • En los cuadros hay homenajes a Tiziano, Picasso o Rembrand
  • Isabel Verdejo anuncia que habrá más donaciones el año que viene

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El Museo Ramón Gaya aumenta su colección con siete obras

El Museo de Ramón Gaya incrementa su patrimonio con la donación de siete cuadros de su viuda, Isabel Verdejo. Se podrán contemplar en una nueva exposición que se suma a las más de cuatrocientas cincuenta obras que alberga el museo, sito en la plaza Santa Catalina de Murcia.

Un museo que casi se está quedando pequeño, como decía el alcalde de la capital, José Antonio Serrano. "Vamos a tener que comprar otra casa" bromeaba el edil, a lo que Isabel Verdejo asentía replicando que el año que viene habrá más donaciones, porque, según ella, "mantener esto abierto y tan bien atendido es una maravilla".

Las obras son de incalculable valor

El alcalde reconoce que es una gran noticia para la ciudad, porque significa que los murcianos podrán disfrutar de las pinturas de este murciano de prestigio internacional.

Saber que estas obras se van a quedar en nuestra ciudad es un regalo

Rafael Fuster el director del Museo Ramón Gaya, no podía disimular su entusiasmo con la aportación. Según ha comentado, las obras cedidas son de incalculable valor, ya que se compone de seis homenajes a la historia de la pintura y una obra diferente, titulada el "Puente de la Academia con lluvia en Venezia", que representa una mezcla de Oriente con Occidente. "Saber que estas obras se van a quedar en nuestra ciudad es un regalo para nuestros hijos y para generaciones posteriores" afirmaba Rafael Fuster. La viuda le respondía agradecida "por mantener esto así y conservarlo tan bien".

Gaya, un pintor murciano internacional

El artista Ramón Gaya fue un pintor nacido en Murcia en 1910. Amigo de Juan Ramón Jiménez y de la Generación del 27, expuso en París junto a Pedro Flores y Luis Garay, aunque su pintura se aleja de las vanguardias predominantes en la época y decide volver a su ciudad natal. En 1936 se casó con Fe Sanz y un año después nace su única hija.

Durante la Guerra Civil forma parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y en un bombardeo muere su mujer. En 1939 debe exiliarse a México,  donde estuvo hasta 1952. Son años de soledad y de intenso trabajo en donde hizo colecciones como Homenajes a los Grandes Pintores.

A partir del 1952 volvió a Europa y estuvo viviendo en París, Venecia, Roma o Florencia. En los 60 hizo varios viajes a España, donde conoció a Isabel Verdejo y con la que se casará en segundas nupcias. En 1985 el Ministerio de Cultura le concede la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, fue doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia en 1999 y en 2002 ganó el Premio Velázquez de Artes Plásticas.

Murió en Valencia en octubre de 2005.