Casado y Ayuso no paran la guerra y el PP clama por el fin del "suicidio televisado": "Que pare la hemorragia"
- Feijóo se erige como la voz de referencia entre los 'barones' y avisa: si no frenan, puede acabar en un congreso extraordinario
- Voces territoriales recelan de la actuación de Egea, mientras Casado y Ayuso, que siguen en la escalada, se reunieron este viernes
El PP se asoma a su propio abismo sin que haya, al menos de momento, una salida fácil al conflicto creado entre su líder, Pablo Casado, y su principal activo entre los presidentes autonómicos, Isabel Díaz Ayuso. Han pasado 48 horas desde que se desatara la tormenta y los ánimos siguen caldeados con la sensación generalizada en el partido de que más allá de contratos bajo sospecha o presuntos espionajes lo que está en el centro de la cuestión es una lucha de poder absoluta entre ambos.
Tras dos jornadas bajo el foco con una guerra retransmitida minuto a minuto en directo y con los dos protagonistas lanzándose mensajes y acusaciones desde los medios todo el partido se pregunta ¿y ahora qué?
Ante la gravedad de lo ocurrido, Casado convocó este viernes por la tarde a Ayuso en Génova a una reunión en caliente que desde el PP ven un "avance" y desde la Puerta del Sol un encuentro "infructuoso".
Fuentes de la Comunidad han revelado que Casado ofreció a la presidenta levantarle el expediente a cambio de que ella dijera en un comunicado que no había sido investigada por el PP. Fuentes que también han querido dejar claro que Ayuso no va a por el liderazgo del PP, pero sí mantiene su lucha por controlar el PP regional.
Por su parte, desde Génova aseguran que el comunicado hecho público por Ayuso sobre la contratación en la que participó su hermano se incorpora la expediente informativo alguno "para concluirlo satisfactoriamente" e informan de que Casado le trasladó en persona a Ayuso que "nunca ha ordenado ninguna investigación sobre actividades profesionales de su entorno" y que emprenderá acciones legales contra cualquier persona que afirme lo contrario.
El PP ha entrado en una espiral tan endiablada como peligrosa y nadie se atreve a vaticinar cómo se pondrá fin a esta crisis inédita, que no parece haber resuelto un primer cara a cara entre los dos protagonistas. Ni una semana ha pasado de unas elecciones en Castilla y León, aún sin resolver, y nadie se acuerda ya de ese 13F que parece historia. Cuando el único debate en el seno 'popular' debía ser si se abre o no la puerta a Vox de los gobiernos autonómicos, el partido se ha instalado en lo que algunos 'populares' llaman "suicidio televisado" que todo el partido llama a "parar".
Ambos bandos, Casado y Ayuso, Ayuso y Casado se acusan de seguir abriendo la herida con ruedas de prensa, entrevistas, comunicados y mensajes constantes, pero nadie frena. Más bien al contrario porque este viernes desde ambos lados se avivó el fuego elevando el tono de las acusaciones.
'Barones', líderes provinciales, alcaldes, militantes...todos asisten atónitos ante lo que el propio Casado ha definido como "espectáculo lamentable que daña al partido". Y de momento en el PP solo hay acuerdo en una cosa: "Debe parar la hemorragia". La preocupación es mayúscula en cada rincón del partido y los presidentes autonómicos, con los que Casado ha hablado en las últimas horas tratando de calmar las aguas, piden celeridad en la resolución del cisma. Es el mayor clamor ahora mismo en el PP a su dirección: rápida solución a una situación de cainismo político que puede desangrar al partido, aún más.
Voces en contra del número dos de Casado con aviso de Feijóo
Hay voces de líderes territoriales que critican la gestión "en el fondo y en la forma" que el número dos del PP, Teodoro García Egea, ha hecho de esta lucha interna, según han confirmado diferentes fuentes a TVE, que aseguran además que el "malestar" de algunos territorios con la mano derecha de Casado viene de lejos y que con el caso Ayuso-Casado no ha hecho más que explosionar. "Desde algunas comunidades le tienen ganas a Egea y esto ha colmado el vaso", avisan estas fuentes.
Desde otros territorios, eso sí, defienden la gestión que Génova está haciendo de una crisis que todavía no ha puesto su punto y final, y señalan que "Casado no habría llegado donde ha llegado sin Egea". Hablan los segundos espadas porque la mayoría de 'barones' se contiene en declaraciones neutras que llaman a la paz. Nadie quiere colocarse tras Casado o tras Ayuso de una manera demasiado clara porque esperan que no llegue la batalla final, esa en la que solo puede quedar uno.
"Unidad", "diálogo" y "respeto" es lo que los líderes regionales han pedido en estas circunstancias, muy conscientes de la gravedad de esta crisis que salpica a cada rincón del PP en España, metida de lleno en un nuevo ciclo electoral. De momento, y aunque el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, es uno de los que más claramente se ha alineado con la dirección nacional, los 'barones' se limitan así a pedir una solución rápida sin apuntarse a ninguno de los dos bandos de una guerra en la que prefieren no entrar. Siempre hay tiempo para alinearse si llega la guerra. "Hay que entender al adversario para llegar a acuerdos", ha afirmado el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, uno de los más afectados con unas elecciones a la vuelta de la esquina.
Pero como en cada crisis que ha tenido el partido siempre hay un líder territorial que 'toma el mando', Alberto Núñez Feijóo, respetado en todo el partido, y esta vez lo ha hecho erigiéndose en portavoz de un sentir general entre los 'populares'. Voz autorizada en el PP donde las haya, fue muy claro este viernes.
Tras mostrar "lealtad" a Casado y ver "bastante lógicas" las explicaciones de Ayuso sobre el contrato de su hermano, instó a ambos a sentarse a hablar y darle una solución "no de meses, sino de días" a la guerra abierta. Casado escuchó esa petición y citó a la madrileña a hablar.
Y en un dardo a la gestión desde Génova, en este caso pilotada por Egea, Feijóo dijo: "El manejo de ese conflicto ha sido desacertado. La dirección de un partido está para solucionar los problemas, no ampliarlos". Dardo directísimo al número dos del PP.
Pero Feijóo fue más allá y pronunció dos palabras que hacen temblar Génova- congreso extraordinario- para alertar de lo que puede venir si no hay un entendimiento entre Casado y Ayuso.
"Yo espero que no haya que llegar a un congreso extraordinario para solucionar el problema", dijo el gallego, evidenciando también que lo que se dirime es si caben en un mismo partido ambos líderes- Casado y Ayuso- que no hacen más que subir de decibelios el ruido de sables entre Génova y la Comunidad de Madrid.
El último congreso extraordinario del PP fue precisamente el que eligió en 2018 a Casado como nuevo líder del partido. Tras la salida ese año de la Presidencia del PP de Mariano Rajoy, tumbado por la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez y con un PP acorralado por el caso Gürtel, el partido se abrió a unas primarias precisamente por el 'no' de Feijóo a tomar las riendas del partido. Él era el sucesor natural de Rajoy, una opción que nadie discutía en el PP y todo el partido le pidió que diera el paso, pero en ese momento rechazó esa opción y el liderazgo se dirimió en un cónclave que pasó a la historia. Dos pesos entonces muy pesados en el partido dieron la batalla- Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal- pero al final, y gracias al apoyo de esta última, Casado salió victorioso de ese congreso con un fiel equipo en el que estaba su hombre leal, García Egea, y una entonces desconocida Ayuso, con la que mantenía una amistad desde los 18 años cuando coincidieron en las Nuevas Generaciones del PP, siendo ambos amadrinados por Esperanza Aguirre, posicionada ahora con Ayuso.
Casi cuatro años después, la amistad que les unía está más que rota y la pregunta que todo el partido se hace es si pueden convivir juntos, uno como presidente del PP que aspira a La Moncloa y otra como presidenta de la Comunidad de Madrid que aspira, de momento, al liderazgo del PP de Madrid. Casado impulsó a Ayuso cuando nadie creía en ella pero la presidenta ha ido creciendo y creciendo dentro del electorado de derecha con un discurso propio y haciendo una oposición directa a Pedro Sánchez. De momento, junto con Feijóo, es de las pocas que mantiene a raya a Vox con una casi mayoría absoluta conseguida en la Comunidad de Madrid y con datos incontestables como que un altísimo porcentaje de votantes de Vox la preferían a ella por delante de Rocío Monasterio para llevar la región.
Aunque Casado haya dicho que el asunto del congreso del PP de Madrid es menor, lo cierto es que esa es la raiz de todo el conflicto por el poder histórico que tiene en Génova, donde conviven ambos poderes orgánicos. De hecho, ni siquiera es nueva esta contienda, casi todos los presidentes nacionales han tenido sus más y sus menos con el PP de Madrid, pilotado por una gestora desde 2018.
Por ese PP madrileño han pasado nombres como Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón o Cristina Cifuentes, pesos pesadísimos con conflictos, todos ellos, con las direcciones de José María Aznar y de Mariano Rajoy, y con salidas del partido de todo menos fáciles. Históricas son las palabras de Rajoy en 2006 para definir las guerras de un siempre covulso PP de Madrid: "Joder qué tropa".
Desolación y desconcierto: "Sale tocada Ayuso y sale tocado Casado"
Todos en el partido coinciden en que "reina la desolación y el desconcierto" porque nadie vislumbra una salida "sin causar daños" y "sin muertos", políticamente hablando. Desde el entorno de Ayuso aseguran que Casado no puede prescindir "por mucho que quiera" de su mayor activo en número de votos y la 'baronesa' con mayor tirón popular, aclamada allá donde va entre la militancia dentro de Madrid pero también fuera de su comunidad. Desde la dirección nacional creen que no se merecen el trato de la presidenta, que a juicio de Casado, ha llevado muy lejos la contienda y ha sido desleal con quien le dio alas.
Ayuso se enfrenta a una posible expulsión si el partido ve infracción muy grave en unas declaraciones que Egea calificó de "casi delictivas".
Pero ahora mismo la sensación en el seno de la formación es de que "puede pasar cualquier cosa", sobre todo cuando el congreso regional de Madrid tiene que convocarse antes de junio y el congreso nacional ordinario toca en el mes de julio.
Y los congresos de los partidos pueden convertirse en batallas campales de los que, ahí sí seguro, solo sale uno vivo. Si antes ya existía, ahora ya se ha instalado del todo la idea dentro del partido, pero también fuera, de que Casado y Ayuso son dos rivales directos que se baten en duelo y finalmente ese duelo podría darse si ella decide dar el salto al liderazgo del PP nacional, algo que este mismo sábado su entorno ha descartado.
Las lealtades han saltado por los aires y se han formado dos bandos claros. En los últimos meses ambos habían firmado una paz más de cara a la galería que real- básicamente por las elecciones en Castilla y León- y Ayuso había insistido en que su destino no era el PP nacional sino el regional.
Algunos sectores del partido en Madrid reconocen que "sale tocada Ayuso y sale tocado Casado" en una contienda que "solo daña al PP" y beneficia a adversarios directos como Vox, que cada vez preocupan más en el PP.
Tras las primeras horas de desenfreno mediático y paroxismo político en todo el PP, ahora aumentan las llamadas a la calma ante unos acontecimientos frenéticos y son muchos los que claman por parar la exposición mediática y pasar a "solucionarlo en privado". Hay que ver ahora quien da el primer paso hacia una posible reconciliación o avanza en la guerra.
Casado sospecha de tráfico de influencias y Ayuso defiende la legalidad del contrato
Si el jueves se apretó el botón nuclear y todo estalló, este viernes nadie salió a calmar las aguas, sino todo lo contrario. Si en el primer día fueron Ayuso y García Egea los que se batieron en duelo a través de ruedas de prensa cargadas de acusaciones, este viernes le tocó al propio Casado salir a dar su versión de los hechos, subiendo un escalón más en la guerra contra Ayuso, con el uso de palabras directamente vinculadas con la corrupción.
En la hecatombe que vive el PP, Casado defendió que los datos bancarios y fiscales que les hizo llegar alguien de la administración, que no quiso revelar, eran "suficientemente relevantes para que alguien piense que ha podido haber tráfico de influencias" en el contrato con la Comunidad de Madrid en el que participó el hermano de Ayuso. Y Casado dio cifras, los 286.000 euros de una supuesta comisión y se preguntó si Priviet Sportive, la empresa a la que la Comunidad de Madrid compró mascarillas, actuaría como "testaferro" de Tomás Díaz Ayuso. Al líder del PP la operación no le cuadra porque en el peor de los casos hubo "ilegalidad" y en el mejor, "falta de ejemplaridad", a su juicio. De esta manera, aún en el caso de que la operación no conlleve ilegalidad alguna, Casado dejó meridianamente claro que no le gusta y lanzó un frase dura contra la 'popular': "La cuestión, más allá de si es legal, es si es entendible que, el 1 de abril de 2020, cuando morían al día 700 personas, se puede contratar con tu hermana y recibir 300.000 euros de beneficios por vender mascarillas”. Bomba directa lanzada a la Puerta del Sol.
La presidenta madrileña no se arredró y salió con su versión de legalidad aportando datos que el jueves no dio y que el partido le recriminó nunca hiciera llegar cuando se le solicitaron explicaciones al respecto del contrato. Rebajó la cantidad cobrada por su hermano a 55.830 euros y defendió que ese cobro no era ilegal y que ella no intervino en nada. Y en comunicado pasó del terminó 'comisión' empleado por la propia Ayuso a un pago de "gestiones realizadas para conseguir el material de China y su traslado a Madrid".
Deja en el aire sin explicar la presidenta el concepto de tres facturas más que cobró su hermano de esta empresa en 2020, con el argumento de que no son trabajos relacionados con la Comunidad de Madrid.
Tras los nuevos datos ofrecidos, ninguna de las partes se baja: Génova defiende que pidió información a Ayuso sobre el contrato y la respuesta fue una campaña de meses de desprestigio y de ataque a la dirección nacional "que siempre la ha apoyado" y la presidenta sostiene que la dirección nacional quiere destruirla porque quiere liderar el partido en Madrid.
El líder del PP dijo que lo que se dirime es la ejemplaridad del partido y no una pugna por el poder ni por el control del PP madrileño, pero nadie en el partido, ni en público ni en privado, esconde que lo que vive el PP estos días y los que vendrán es una lucha por el poder.
Expendiente aún sin resolver y judicialización del caso
Todo el PP pendiente ahora de ese expediente informativo abierto por el Comité de Derechos y Garantías para esclarecer la situación y ver si procede alguna medida, sobre todo tras unas declaraciones que desde Génova se consideraron "casi delictivas" contra Pablo Casado. Ese proceso no tiene plazos y podría demorarse semanas y meses, algo que no conviene dada la gravedad de la crisis. Quien pilota ese comité es Andrea Levy, del núcleo más cercano a Casado.
Desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid consideran que con las explicaciones que se han dado ese expediente debe ser cerrado. Este viernes Casado descartó la expulsión del PP de Ayuso, pero ese organismo debe tomar una decisión y se verá la contundencia con la que se 'castiga' a Ayuso por unas palabras contra la dirección que consideran muy graves.
Y además de la derivada política y de partido, se ha abierto ya la vertiente judicial del caso- el propio Egea no descartó acción jurídica contra Ayuso- porque la oposición madrileña -Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos- ha llevado a la Fiscalía el contrato de 1,5 millones de euros para la compra de mascarillas en China que despertó sospechas de corrupción en la dirección nacional del PP. La izquierda habla de un presunto cohecho.
El PP contiene el aliento y espera los movimientos de las próximas horas y días de uno y otro bando. La pregunta que recorre cada delegación es si Casado y Ayuso pueden estar juntos y con responsabilidades de partido compartidas. Todos pendientes ahora de quien da el siguiente paso.