Almeida quiere dejar la Portavocía del PP y centrarse en su labor como alcalde de Madrid
- Se ha visto salpicado por la guerra entre Casado y Ayuso después de que esta denunciase espionaje a través del Ayuntamiento
- Sigue la última hora de la crisis abierta en el PP en directo
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quiere dejar la Portavocía nacional del PP para poder concentrarse en su labor como regidor, aunque todavía no lo ha comunicado oficialmente, según han informado a TVE fuentes cercanas al regidor.
Martínez-Almeida tenía intención de dejar este puesto, que le obliga a tener un doble papel -institucional y de partido- desde hace tiempo. Ante la guerra abierta entre el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, buscará que su cambio en el organigrama del partido sea pactado.
El alcalde de Madrid se ha visto salpicado por la guerra entre ambos dirigentes después de que se denunciase un espionaje contra Díaz Ayuso a través de una empresa municipal madrileña.
El pasado jueves compareció ante los periodistas para negar que se hubiese realizado encargo alguno a detectives desde el Consistorio. Ese día prefirió no responder preguntas en calidad de portavoz nacional del PP y desde entonces ha guardado silencio en lo referente a la crisis abierta en el partido.
Portavoz del PP desde agosto de 2020
Martínez-Almeida fue nombrado portavoz nacional del PP en agosto de 2020, cuando Casado renovó su dirección para cesar como portavoz de los 'populares' en el Congreso a Cayetana Álvarez de Toledo. Desde entonces, el regidor ha compatibilizado en las mismas comparecencias de prensa las funciones de alcalde y portavoz.
Hasta ese momento, Almeida había construido la figura de un alcalde "moderado" por su gestión durante los meses más duros de la pandemia, donde se erigió como una de las figuras políticas más reconocidas tanto en el PP como a nivel nacional.
Por eso, muchos entendieron este nombramiento como un "regalo envenenado" de Casado para restar el crecimiento en popularidad de Martínez-Almeida al tener que defender las medidas del partido a nivel nacional y alejarlo así de su figura de "alcalde de España".
No se sentía cómodo con el doble puesto
Desde hacía ya un tiempo, Almeida no se sentía del todo cómodo en este doble papel de portavoz nacional y alcalde. Y es que el puesto de portavoz le ha ido generando obstáculos con el paso de los meses, sobre todo, con el choque abierto en su formación entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y Génova.
Todo empezó a torcerse en a finales de agosto del año pasado, cuando Isabel Díaz Ayuso, tras su contundente victoria en las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad de Madrid, manifestara su intención de presentar su candidatura a presidir el PP madrileño, y después de que Pablo Casado metiera al regidor en la terna por presidir el PP madrileño.
Como portavoz, Martínez-Almeida ha salido al paso, primero, de las críticas a la gestión sanitaria de Díaz Ayuso, después a las noticias sobre la tensión entre la presidenta regional y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y, por último, a las acusaciones de espionaje.
La supuesta investigación contra Díaz Ayuso, negada por Génova y por el Consistorio madrileño, provocó la caída de Ángel Carromero, el señalado como responsable de esta operación, que el pasado jueves presentó su dimisión como director general de la Coordinación de la Alcaldía de Madrid.
Mientras se han sucedido todas estas polémicas, la gestión del regidor madrileño ha quedado en segundo plano, cuando falta apenas un año y tres meses para las elecciones municipales de 2023, una circunstancia que preocupa tanto al regidor como a su equipo.
Elegido por Casado, primero como candidato a la Alcaldía en 2019 y después como portavoz nacional del PP, Martínez-Almeida ha evitado confrontar con el líder de su partido, al que ha respaldado en numerosas ocasiones.
Sin embargo, y al contrario que otros dirigentes, el alcalde de Madrid no se ha posicionado ni con Génova ni con Díaz Ayuso en la guerra abierta entre ambos, que llevó este domingo a miles de simpatizantes del PP, seguidores de la presidenta -entre 3.000 y 3.500 según la Delegación de Gobierno- a pedir a las puertas de la sede nacional del PP la dimisión de Pablo Casado y de su número dos, Teodoro García Egea.