'El Golem' de Mayorga y Sanzol: "Es un cuento sobre las palabras y su poder político"
- La obra parte de un texto inédito de Mayorga que fue reescrito a raíz del confinamiento y que dirige Sanzol
- Supone la primera colaboración en escena entre ambos y está protagonizada por Elena González, Elías González y Vicky Luengo
Juan Mayorga y Alfredo Sanzol son los dos titanes que están detrás del que es, sin duda, uno de los estrenos teatrales más prometedores de este 2022. Con texto del primero y dirección del segundo, El Golem aborda el “poder transformador” que tienen las palabras dentro de una historia que bebe de la tradición oral, de los cuentos, y que tiene como contexto el colapso de la sanidad pública.
“Es un cuento sobre las palabras, sobre lo que estas hacen con nosotros, y sobre su poder político”, afirma Mayorga sobre este nuevo trabajo —su primera colaboración en escena con Sanzol— que produce el Centro Dramático Nacional (CDN) y que estará en el Teatro María Guerrero entre el 25 de febrero y el 17 de abril. Después, girará por otras ciudades de España como Bilbao, Murcia, Santander, Las Palmas o Avilés.
Durante la presentación de la obra, ambos dramaturgos han estado acompañados por los actores que la protagonizan: Vicky Luengo, Elena González y Elias González. Ellos tres son quienes trasladan al espectador a un escenario cercano y nada deseable.
El sistema de sanidad pública colapsa y, como muchos otros pacientes en todo el país, Ismael, que sufre una rara enfermedad, está a punto de verse obligado a abandonar el hospital en que lo han venido tratando. Es entonces cuando Felicia, su esposa, recibe de Salinas, empleada del hospital, una inesperada propuesta: Ismael conservará su cama y seguirá recibiendo tratamiento si ella memoriza un texto.
Lo que a priori parece una tarea sencilla de cumplir se convierte en una misión enormemente compleja, pero día a día Felicia sentirá que, conforme haga suyas las palabras de ese texto, que no sabe quién escribió, algo en su interior ―"en sus sueños, en su memoria, en su imaginación; también en su cuerpo y en su voluntad"― se irá transformando.
Toda esa trama entronca con los cuentos, con la antigua tradición de la narración oral, “con esa idea de que al principio fue el verbo, la palabra”, dice Sanzol, quien cree que esta historia que lleva a escena habla "del poder que tienen las palabras para construir lo que somos”.
El confinamiento impulsó a Mayorga a reescribir el texto
Mayorga había escrito El Golem unos años atrás, pero fue durante el confinamiento —“en ese momento de "conmoción general" y "angustia", dice— cuando sintió el impulso de reescribirla.
Así lo hizo y el 24 de agosto de 2020 (ha indicado el día exacto) se la envió a Sanzol en un correo electrónico que ha leído literal durante la presentación y que comenzaba así: "Querido Alfredo, dando por hecho que no vas a poder ni asomarte a ella, me permito enviarte 'El Golem', una obra que escribí hace un par de años y que he reescrito a partir de una intuición que tuve en estos tiempos tan extraños".
Al día siguiente, Sanzol respondió y, lejos de quedarse solo en un comentario sobre sus impresiones, se mostró dispuesto a llevarla al CDN y dirigirla él mismo.
"Nos solemos pasar lo que escribimos, él me lo pasa más veces porque escribe más. Desde el primer momento en que leí el texto, me impactó y me pasó algo muy especial. Cuando fui por la tarde a recoger a mi hijo del 'cole' me descubrí preocupado por cómo me diriga a él. Pensé que, dependiendo de cómo le hable yo, él va a ser de una manera u otra. No había tenido nunca ese pensamiento. Me tocó y pensé 'tengo que hacer 'El Golem' porque algo se ha revuelto dentro de mí", cuenta Sanzol, que dirige el CDN desde hace dos años y que podría presumir de haber escrito y dirigido la obra más aclamada del pasado 2021: ‘El bar que se tragó a todos los españoles’.
Un "cuento" con trasfondo de mito y atmósfera de 'thriller'
Ambos dramaturgos, que se admiran mutuamente y que han intercambiado multitud de elogios este miércoles, tienen bastantes cosas en común. Al margen de lo evidente, que los dos están en una etapa de plenitud dentro de su carrera, también comparten una gran pasión por los cuentos y son, a la vez, padres que leen cuentos a sus hijos. Ambos defienden que contar historias es fundamental, y la que juntos trasladan a las tablas bebe, dicen, de esa tradición oral.
"Me resuenan los cuentos de Kafka, esa idea de lo fantástico tan pegado a lo real, con una manera de mover la acción y la trama que hace que te encuentres metido en un mundo que no llegas a señalar pero que te recuerda continuamente a la realidad", apunta Sanzol, refiriéndose, en parte, a ese contexto sanitario en el que se desarrolla la trama.
El hospital, dice, es "un personaje más de la acción" y la atmósfera en la que se desarrolla tiene mucho que ver con el 'thriller' y con el misterio.
Mayorga también explica, en cuanto a esto, que en 'El Golem' un problema particular de una pareja se vincula con un problema de toda la sociedad: "Yo en esos días de la pandemia sentí que había mucha angustia en la calle, que había ira, gente que se sentía abandonada o que se sentía en peligro de estarlo; sentía que esto era un 'sálvese quien pueda', que en un momento dado yo podía quedar fuera, a la intemperie. Sentí eso, que había angustia e ira, y que quienes fuesen capaces de dar palabra a esa angustia y esa ira tendrían un enorme poder, un poder que podría tener muy distintos signos porque las palabras salvan o matan".
“Las palabras salvan o matan“
También Mayorga precisa que en la obra hay mucho del conocido mito de El Golem, de esa antigua leyenda en la que una figura de barro animada salva a los judíos.
"Hay dos características del mito de El Golem que me interesan. Uno es es el carácter político del mito, el hecho de que es algo así como el ser fuerte que protege a la comunidad y la salva en un momento del peligro, aunque luego él mismo se convetirá en peligroso (...) Y luego hay algo que va más allá de la política pero que está vinculado a ello, y es que El Golem es barro animado por palabras", detalla este dramaturgo, que considera que las personas son "cuerpos ocupados por palabras".
Lo que sí precisa, respecto al trasfondo de la obra, es que haber reescrito el texto durante la pandemia no lo "repolitizó" sino que, simplemente, lo conectó con la actualidad.
Las palabras y su "poder político"
Vicky Luengo, que da vida en la obra a Felicia, asegura que ese personaje es uno de los más difíciles que ha hecho nunca en teatro y en audiovisual. Sin embargo, todo le ha resultado sorprendentemente "fácil" por cómo ha sido, dice, trabajar bajo la dirección de Sanzol.
En cuanto al texto de Mayorga, esta actriz asegura que se sintió completamente "hipnotizada" al leerlo por primera vez. Después, en una segunda lectura, vio con claridad dos aspectos fundamentales que están en el texto; el primero, el "poder e importancia de la palabra" en un momento, dice, de inmediatez, redes sociales y estímulos continuos: "Hay que hacerse cargo de las cosas que uno dice porque generan realidades", opina.
El otro aspecto que destaca tiene que ver con los cuidados: "Venimos de pasar dos años muy malos, de vivir momentos de sentirse solo, encontrarte mal en casa y no tener nadie o de tener un familiar al que no poder visitar o cuidar. La obra habla también de la importancia de los cuidados, de que no estamos tan lejos del contexto que plantea la función (...) Me parecía importante ponerlo encima del escenario y reivindicarlo".
Por su parte, Elías González ha destacado el "lujo" que supone para él trabajar con dos grandes como Mayorga y Sanzol, y el "sí" inmediato que pronunció cuando el director le propuso formar parte del elenco, mientras que Elena González ha asegurado que esta obra "no hay que contarla, hay que verla" porque el espectador irá descubriendo los distintos mundos que convergen en ella.
“Para que las palabras tengan un valor quizá tengamos que pensarlas un poco más“
"Además de ser un cuento sobre las palabras y sobre lo que las palabras hacen sobre nosotros y su poder político, también este cuento incluye dos cuentos de amor y ellos (los actores) cuentan ambos cuentos muy bien", añade Mayorga, que hasta hace unos días también tenía en cartel Silencio, un monólogo que ha sido interpretado por la actriz Blanca Portillo en el Teatro Español.
Entre lo uno y lo otro, entre el silencio y las palabras, afirma Mayorga, hay una relación: "Se dice que el silencio no solo es la sombra y la ceniza de la palabra sino que también es su soporte. No hay finalmente sino una contigüidad conflctiva entre una y otra. Creo que seria bueno que guardásemos más silencio, que le diésemos a la vida espacio para el silencio (...) Para que las palabras tengan un valor quizá tengamos que pensarlas un poco más, y pensar siempre en el 'no matarás', utilizarlas para cuidar al otro, no para invadirlo, para dominarlo, para atarlo", sostiene.