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Análisis | Crisis en Ucrania

Las tres opciones de Rusia tras reconocer la independencia de las regiones separatistas: ¿hasta dónde llegará Putin?

  • Algunos expertos creen que el despliegue militar en Donetsk y Lugansk podría ser un primer paso hacia una invasión más amplia
  • "Todos los escenarios están abiertos" debido al "comportamiento aparentemente irracional de Putin"

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin

El reconocimiento de la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk, controladas en parte por milicias separatistas prorrusas, ha sido el primer paso que ha dado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ofreciendo una idea un poco más clara de cuáles eran sus intenciones al situar alrededor de 150.000 soldados en la frontera con Ucrania.

El líder ruso ha ordenado el despliegue de tropas en el este de Ucrania, dentro de lo que ha llamado una “operación de paz”. Ahora lo difícil es conocer hasta dónde piensa llegar y qué opciones militares tiene sobre la mesa. El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense, Javier Morales, asegura que “todos los escenarios están abiertos” debido al “comportamiento aparentemente irracional de Putin”.

Por su parte, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide, Manuel Torres, señala que los separatistas "sin respaldo militar ruso es muy difícil que consiguieran expandir su influencia".

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Primera opción: ocupación de territorios ya controlados por milicias prorrusas

Las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk están -en parte- bajo el control de rebeldes separatistas apoyados por Rusia, que luchan contra el Ejército ucraniano desde 2014, después de que previamente Moscú se anexionara la península de Crimea. El despliegue de tropas rusas ordenado por Putin en las regiones en poder de las milicias separatistas podría ser un primer paso hacia una invasión más amplia, pero algunos expertos opinan que también sería una buena plataforma para que Rusia ejerciera presión sobre Ucrania de otras formas, por ejemplo, con un bloqueo naval en el mar Negro o tratando de intimidar a Kiev con una situación de crisis permanente.

De momento, el Gobierno ruso ha descartado desplegar de manera inmediata militares en las zonas ocupadas por las milicias prorrusas, aunque ha advertido de que todo dependerá del desarrollo de los acontecimientos y de la “situación sobre el terreno”.

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Según Torres, “los separatistas en sí mismos tienen poca fuerza militar como para plantearse una expansión más allá de los territorios que controlan”. “Realmente lo que controlan ahora fue consecuencia de esa intervención irregular de Rusia hace años, que sacó de la ecuación al Ejército ucraniano y en este caso la lógica sería la misma”, subraya.

En este sentido, Torres destaca que si el apoyo de Rusia a los separatistas se limita a Donetsk y Lugansk, Ucrania “no disputaría aquellos territorios donde no existe un sentimiento antirruso”. “Posiblemente evitaría el enfrentamiento incluso con esas fuerzas irregulares, sobre todo para no erosionar su posición internacional. De facto, ya es un país que padece la amputación de parte de su territorio y tampoco ha pretendido invertir esa situación, ya que su situación es de debilidad y le llevaría a enfrentarse directamente con un vecino que no dudaría en emplear toda la fuerza militar”, detalla Torres.

Segunda opción: apoderarse del resto de territorios del este de Ucrania

Los separatistas prorrusos dominan actualmente poco más de un tercio de Donetsk y Lugansk, las dos provincias del este de Ucrania que reclaman. El resto de esos territorios sigue bajo el control del Gobierno ucraniano, pero la duda es si Putin tiene previsto ocupar también militarmente y reconocer como independientes esas zonas controladas por el Ejército de Kiev.

Rusia podría intentar expandir el territorio controlado por los rebeldes sin llevar a cabo una invasión masiva de Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha afirmado que Rusia reconoce la independencia de las regiones separatistas “en las fronteras que existían cuando proclamaron” su independencia en 2014, unos territorios que se extienden más allá de las zonas que ahora están bajo control rebelde.

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Un objetivo de Moscú podría ser la principal región del mar Negro, la ciudad de Mariúpol, que los separatistas no llegaron a atacar en 2014. Este importante puerto del este de Ucrania permitiría a Rusia vincular la península de Crimea, controlada por Moscú, por tierra con los enclaves separatistas.

Morales, señala que “ha habido confusión en cuanto a que Rusia no ha aclarado con qué fronteras reconoce a las repúblicas autoproclamadas”. “En cualquier caso, Rusia ya lleva prestando apoyo militar, armamento y financiación a las milicias separatistas desde el inicio del conflicto en 2014 (…) Con lo cual, lo que hace ahora Rusia en cierto modo es poner las cartas sobre la mesa, reconocer algo que lleva haciendo en los últimos ocho años y cierra la puerta definitivamente a cualquier solución negociada con Kiev”, subraya Morales.

Tercera opción: una invasión total del país

Estados Unidos y sus aliados han advertido en las últimas semanas de que existe la posibilidad de que Rusia lleve a cabo una operación mayor para invadir toda Ucrania. “Creemos que se enfocará en Kiev, la capital de Ucrania, una ciudad de 2,8 millones de personas”, recalcó el presidente estadounidense, Joe Biden, en un discurso televisado.

Algunos expertos ven el discurso del presidente ruso este lunes como una prueba de que Putin no estará satisfecho a menos que Ucrania no esté dirigido por un Gobierno que reconozca la hegemonía rusa.

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Morales cree que el “comportamiento aparentemente irracional de Putin (…) hace pensar que podemos tener en los próximos días nuevas decisiones igualmente imprevisibles”. “Una intervención a gran escala que pretendiera ocupar por completo el resto del territorio de Ucrania, en principio parecería descabellado e irracional, pero dado el comportamiento que hemos visto, tampoco deberíamos descartar que Putin entre en una espiral de escalada que no sea fácil de parar”, advierte.

Por su parte, el catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, afirma que la “gran diferencia” de la crisis actual con respecto a la de 2014 es que “en aquel momento Rusia estimó que extirpando ambos territorios (Donetsk y Lugansk) de Ucrania iba a ser suficiente para hacer caer un régimen de Kiev”. Ahora, Torres dice que las autoridades ucranianas “no van a responder a la afrenta que supone el reconocimiento de la independencia y la anexión de facto de Rusia porque sabe que de esa forma se estaría otorgando a Putin la carta para responder militarmente”.

Asimismo, Torres subraya que la “reacción internacional le ha roto la lógica del plan inicial a Rusia y ahora necesita algún tipo de caso bélico que le permita justificar que la invasión militar completa de Ucrania es necesaria y que es siempre reactiva”.

La respuesta de Ucrania

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha expresado en reiteradas ocasiones que Ucrania se defenderá de la agresión rusa. Después de que Putin anunciara el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk, Zelenski subrayó que Ucrania “no tiene miedo de nada ni de nadie” y pidió un “apoyo claro” de los países occidentales.

El profesor de la Universidad Complutense recalca que Kiev “tiene pocas opciones”. “La posibilidad de una guerra directa entre el Ejército ruso y el Ejército ucraniano sería algo que Ucrania probablemente intente evitar porque sabe que sus capacidades militares son muy inferiores al poder militar ruso”, indica Morales, quien asegura que la decisión de Putin tiene como objetivo “advertir a Ucrania de que ya no se va a enfrentar con unas milicias más o menos apoyadas por Moscú, sino directamente con su propio Ejército”.

Morales recalca que Kiev puede considerar que existen dos posibilidades: “que piensen que la estrategia rusa es solamente ocupar las provincias completas de Donestk y Lugansk o que esto sea el preludio de la ocupación completa de su territorio”. “Teniendo en cuenta la confusión que estamos viendo y las señales que en parte deliberadamente está enviando Rusia para fomentar esta confusión, Ucrania posiblemente se pondría en el peor escenario”, asevera.