Sánchez garantiza que no adelantará las elecciones pese a la crisis del PP y le desea "lo mejor" a Casado

• Ha sido en la que puede ser la última sesión de control del líder del PP
• Sigue la última hora de la crisis abierta en el PP en directo

Sánchez se compromete a no adelantar las elecciones generales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha garantizado este miércoles que no va a adelantar las elecciones generales en medio de la crisis interna del PP, pues ha señalado que no va a aprovechar el mal momento que vive el principal partido de la oposición, al tiempo que ha deseado "lo mejor" al líder del PP, Pablo Casado.

"Les anuncio que el Gobierno de España no va a adelantar las elecciones generales, ni va a disolver de manera anticipada las Cortes Generales, y no lo vamos a hacer, (...) porque este es un Gobierno con sentido de Estado y que va a anteponer los intereses generales por encima de cualquier otro tipo de interés", ha respondido Sánchez a Casado después de la intervención de este en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, que ha sonado a despedida.

Tras la intervención de Casado, Sánchez ha asegurado que las elecciones serán "cuando correspondan" y que entonces, los socialistas competirán "en base a nuestros méritos" y no por "las debilidades" de los adversarios, en referencia a la crisis del PP que se ha ahondado hasta extremos insospechados. "Así es como interpretamos y entendemos el patriotismo democrático", ha zanjado en tono serio y con el aplauso de la bancada socialista.

Casado abandona el Congreso

Un día después de la dimisión de Teodoro García Egea como secretario general en el PP, y con la idea de convocar un congreso extraordinario del partido el próximo 1 de marzo, Casado se ha enfrentado a Sánchez en lo que puede ser su última sesión de control.

En su intervención, el todavía líder del PP se ha dirigido a Sánchez en un tono solemne y alejado de la tensión de otras sesiones de control, en un discurso leído que ha sido aplaudido al finalizar por la bancada 'popular' y en el que ha asegurado que entiende la política "desde la defensa de los más nobles principios y valores, desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros".

Casado ha abierto su intervención recordando el golpe de Estado que vivió el Congreso hace justo este miércoles 41 años y que fueron capaces de "superar las enemistades y fracturas con un pacto constitucional ejemplar", así como ha recordado lo que dijo en el debate de investidura de Sánchez, que quería "ensanchar el espacio de la centralidad para que tanto el PP como el PSOE pudieran "ganar en él", sin "necesidad de pactos con los que no creen en España".

Le desea "lo mejor" a Casado

Al igual que el discurso de Casado sonaba a despedida, también el jefe del Ejecutivo se ha dirigido al líder del PP en términos similares, y le ha deseado "lo mejor". "Desde la diferencia y la discrepancia política que se ha manifestado en muchas sesiones de control, le deseo en lo personal lo mejor", ha dicho Sánchez.

Tras dejar claro que no adelantará las elecciones generales, el presidente del Gobierno ha asegurado que su Ejecutivo "está por la estabilidad", así como también "en superar la emergencia sanitaria de la COVID-19, en luchar contra la desigualdad, en ensanchar libertades y derechos, y en consolidar la recuperación económica".

Y ha defendido que a pesar de la oposición se ha instalado "en la descalificación constante" negando incluso "la propia legitimidad" del Gobierno, el Ejecutivo no va a actuar "así" y va a seguir trabajando porque así interpretan el "patriotismo democrático".

Asimismo, ha agregado que el Gobierno trabaja en "consolidar la recuperación económica y la creación de empleo", así como en "aprovechar los fondos europeos para modernizar" la economía y ganar en competitividad.

Bolaños tiende la mano al PP

Poco después, también en el Pleno del Congreso, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha tendido la mano al PP, al que ha pedido que vuelva a "la política útil" y diseñe "un proyecto político autónomo de la extrema derecha".

Lo ha dicho en respuesta a una interpelación del diputado del PP Carlos Rojas sobre su "papel" y sus funciones de coordinación en órganos como la Comisión bilateral con Cataluña. El ministro ha señalado que la calidad de la democracia de un país también se mide por su oposición, que debe tener propuestas alternativas y no solo fomentar la crispación.

Rojas ha calificado de "graves las cesiones que se negocian" para mantener al Gobierno y ha añadido que la situación en Cataluña, lejos de mejorar, ha empeorado, ya que se crea menos empleo, hay más deuda, ha bajado el PIB y la competitividad.

Por su parte, Bolaños ha insistido en que este es un Gobierno de diálogo y se ha mostrado orgulloso "de la hoja de servicios" del Ejecutivo, que ha logrado aprobar dos presupuestos del Estado y de los avances legislativos, y le ha recordado que el PP no ha apoyado ninguna de las iniciativas legislativas.

Además, el ministro ha confiado en que en la nueva etapa que se abre en el PP "podamos entendernos", ya que "tienen margen para hacer oposición".