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Crisis Ucrania

Osetia del Sur, Chechenia o Crimea: las otras intervenciones militares rusas desde la desintegración de la URSS

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Tropas rusas en la región de Osetia del Sur, Georgia, en 2006
Tropas rusas en la región de Osetia del Sur, Georgia, en 2006

Desde que en 1991 se disolviese la Unión Soviética, Rusia ha intervenido militarmente en varios países, la mayoría de ellos antiguas exrepúblicas soviéticas. La última, Ucrania en la madrugada de este jueves.

Tras varias semanas de tensión, Vladímir Putin ha decidido autorizar el ataque en una "operación militar especial" amparándose en el "genocidio del régimen ucraniano" y para "garantizar la paz" en la región del Donbás.

Anteriormente, Rusia se ha visto implicada en conflictos armados en Georgia, Chechenia, Kirguizistán, Kazajistán, Siria o en la propia Ucrania en 2014 con la anexión de Crimea.


Georgia: Osetia del Sur y Abjasia

La primera de ellas tuvo lugar poco después de que se desintegrase la URSS en la década de los 90, cuando se declaró a Georgia república independiente. En aquella ocasión, las regiones de Osetia del Sur y Abjasia, en el norte del país georgiano, rechazaron integrarse en el nuevo país y las tropas rusas apoyaron a los independentistas, lo que provocó un conflicto bélico entre 1990 y 1991.

Esa fue la primera de las tres intervenciones que hubo en las dos regiones que comparten frontera con Rusia. Tras los 2.000 muertos que dejó el primer conflicto bélico de Osetia, entre 1992 y 1993 una nueva intervención militar en Abjasia provocó que 10.000 personas muriesen y cerca de 300.000 georgianos huyesen de la zona.

Las cámaras de Informe Semanal de TVE han sido de las primeras en entrar en Osetia del sur donde la recuperación, tambien la psicológica, camina a paso lento.

Además, en agosto de 2008 las tropas georgianas atacaron Tsjinval, capital de Osetia del Sur, y otras localidades, lo que desencadenó la intervención de fuerzas militares rusas en apoyo de las milicias surosetas y obligó a retirarse a los georgianos. El conflicto se prolongó durante cinco días y causó más de 600 muertos. Dos semanas después Rusia reconoció la independencia de los dos territorios.

Chechenia

El gobierno ruso ha intervenido en las dos sangrientas guerras secesionistas que ha sufrido esta república del Cáucaso ruso. Las hostilidades comenzaron en 1994 cuando Moscú irrumpió en este territorio que había proclamado su independencia en 1991, apenas un mes antes de que el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, firmara la defunción de la URSS.

La intervención finalizó en 1996 con la retirada del Ejército ruso, el desarme de la guerrilla y la posibilidad de iniciar un proceso de autodeterminación, que se frustró en 1999 con la llegada de Vladimir Putin al poder y una cadena de atentados en Rusia y en la vecina república rusa de Daguestán, que Moscú atribuyó a terroristas chechenos.

Informe Semanal: Chechenia, las marcas de la guerra.

En febrero de 2000 Rusia se apoderó de Grozni, mientras continuaron las hostilidades que el Kremlin dio por oficialmente finalizadas en 2009.

Kirguizistán

El Gobierno provisional de Kirguizistán pidió a Rusia en 2012 el envío de fuerzas de paz para controlar la situación en la ciudad kirguís de Osh, donde se habían producido choques armados entre kirguises y uzbekos que se habían saldado con decenas de muertos y cientos de heridos.

Las tropas rusas se han mantenido en Kirguizistán desde entonces y Rusia es el principal aliado de la república centroasiática desde que las autoridades de ese país ordenaran el cierre en 2013 de la base aérea estadounidense situada en el aeropuerto internacional de Manás. En 2017 los dos países acordaron prolongar la presencia rusa otros 15 años.

Ucrania

Además del permanente conflicto en Donestk y Lugansk durante ocho años y 14.000 muertos, en la región del Donbás, y que ha servido como pretexto para esta nueva intervención militar, en marzo de 2014 Rusia se anexionó de manera unilateral la península de Crimea. Hasta el momento la región formaba parte del país ucraniano desde que se constituyó como país independiente de Rusia.

La población de Crimea es mayoritariamente de etnia y lengua rusas. La región perteneció a Rusia hasta hace solo 60 años. En 1954 Nikita Jruchov, entonces primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, la traspasó a Ucrania, que era una de las repúblicas soviéticas. Para entonces ya se había producido la purga de la etnia que históricamente había sido mayoritaria, los tártaros, acusados de colaboracionismo con los nazis y deportados por Stalin hacia Asia central. La Unión Soviética primero y Rusia después mantuvieron en Crimea la base principal de su flota en el Mar Negro.

La anexión de Rusia se produjo después de un referéndum en la península no reconocido por Ucrania ni la comunidad internacional que se celebró en marzo de ese año en medio de una intervención militar rusa incruenta.

Kazajistán

La más reciente de todas hasta la fecha. El 2 de enero de 2022 Kazajistán fue escenario de multitudinarias protestas, las más graves de su historia postsoviética, debido a la subida del precio del gas licuado de petróleo, que derivaron en violentos disturbios con epicentro en la mayor ciudad de país, Almaty, que fueron reprimidas por las fuerzas kazajas dejando un balance de 240 muertos, 4.600 heridos y 10.000 detenidos.

El presidente del país, Kasim-Yomart Tokáyev, solicitó ayuda el día 5 a la alianza militar postsoviética liderada por Rusia, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), para sofocar la "amenaza terrorista", como calificó las protestas violentas.

Los miembros de la organización, en lo que fue su primera intervención en veinte años, enviaron 2.000 soldados, la mayoría rusos, que abandonaron el país días después, una vez restablecido el orden.

Siria

La del país sirio ha sido la única de las intervenciones que no se ha producido en territorio exsoviético. En 2015 el presidente sirio, Bachar al Asad, tras cuatro años de guerra civil, pidió ayuda militar a Rusia, que el 30 de septiembre de ese año comenzó una intervención con ataques aéreos contra las posiciones del Estado Islámico.

El curso de la guerra cambió desde entonces con sucesivas derrotas de los yihadistas y facciones rebeldes al presidente Asad.

En diciembre de 2017 Putin anunció la derrota del Estado Islámico en Siria al ser destruidas las últimas posiciones yihadistas a ambos lados del río Éufrates. El 11 de diciembre viajó a Siria y ordenó el comienzo de la retirada de las tropas rusas. Rusia sigue presente en Siria, donde tiene dos bases militares