El PP queda en manos de Gamarra hasta el Congreso de abril y Feijóo tiene hasta mediados de marzo para decidir
- Gamarra será designada el martes coordinadora general del partido aunque Casado se mantenga hasta abril
- Ese día se convocará el Congreso Nacional y Feijóo tiene de plazo para decidir si se postula hasta el 16 de marzo
El PP tiene por delante unas semanas que son clave para recomponerse y pasar página de forma definitiva de Pablo Casado. El todavía líder de la formación se mantendrá en su puesto hasta el Congreso Nacional Extraordinario a principios de abril pero lo hará casi de manera simbólica y sin peso alguno en el partido, después de haber perdido todos los apoyos dentro del mismo (salvo un puñado de fieles). Será la portavoz parlamentaria en el Congreso, Cuca Gamarra, la que tome las riendas de la formación hasta dicho Congreso, en el que se espera que pueda salir elegido el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que tiene poco más de dos semanas para decidir si se presenta y si hereda un PP que ha quedado muy tocado tras la guerra interna de los últimos días.
Toda transición tiene sus pasos y el primero, de cierta relevancia, será el martes. Ese día, el Comité Ejecutivo Nacional nombrará a Gamarra como coordinadora general del PP. Con ello, asumirá la gestión del partido de forma temporal y se decidirá también si se convierte en la persona que interpele al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en los debates del Congreso, algo que hacía hasta ahora Casado.
Precisamente, Casado fue quien interpeló a Sánchez el pasado miércoles en la sesión de control, en un momento crítico para él, y lo hizo en tono de despedida, sin llegar siquiera a la réplica y entre la ovación de su partido (la propia Gamarra alabó tras la marcha de Casado su labor al frente del PP). Gamarra, por tanto, podría estrenarse frente a Sánchez un día después a ser nombrada coordinadora general, el miércoles en la sesión de control al Gobierno.
Inmediatamente después del Comité Ejecutivo Nacional, ese martes se celebrará también el la Junta Directiva Nacional, que convocará y fijará la fecha del evento más importante en el PP en el futuro más inmediato: el XX Congreso Nacional que se celebrará el 2 y 3 de abril y del que saldrá el futuro líder de la formación. Un líder que tomará las riendas en un momento difícil, con un PP en horas bajas por la guerra interna que tanto daño le ha hecho y otro partido, Vox, al acecho en todas las encuestas, del que depende en varios lugares y que puede ser su única suma para formar gobierno en Castilla y León.
La celebración de dicho Congreso correrá a cargo del eurodiputado Esteban González Pons, que será designado director del Comité Organizador del Congreso, que podría celebrarse en Sevilla, aunque todavía no hay una decisión cerrada al respecto.
El futuro del PP, en manos de la decisión de Feijóo
Feijóo ya ha dejado muy claro que no anunciaría su decisión respecto a presentarse o no hasta que no sea convocado oficialmente en Congreso. Los plazos fijados le dan de margen para anunciar su candidatura hasta el 16 de marzo, dos semanas después de la convocatoria del evento.
Es el candidato de consenso entre el partido, apoyado abiertamente por numerosos líderes territoriales y dirigentes con distintas responsabilidades y nadie espera que no concurra en este Congreso porque no hay otro nombre que suene frente a él. Ni siquiera el de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha recalcado que su “sitio” está en Madrid y que nunca quiso “sustituir” a Pablo Casado al frente del PP.
Y no hay más. Ningún otro nombre suena como posible líder del partido. Ni siquiera el de Gamarra, que no se plantea concurrir a ese Congreso. Por lo que nadie contempla que Feijóo no concurra: la alternativa podría ser un abismo. Incluso Antonio González Terol, una de las tres personas del reducido círculo que ha apoyado a Casado hasta el final, ha dicho en Twitter que trabajará por el proyecto de Feijóo.
Sin embargo, Feijóo ha ido dando señales de que, esta vez sí, a diferencia de 2018 tras la moción de censura que tumbó a Mariano Rajoy, podría estar dispuesto a liderar el partido. En los últimos días, ha dicho que haría lo que la formación le “pida”. Desde su tierra, dejó claro en un pleno que no son incompatibles Galicia con el PP (“no hay que elegir” entre ellos, dijo).
Y lo cierto es que su voz ha sido la dominante desde que estalló la crisis en el PP la semana pasada. A su petición de un congreso extraordinario se sumaron otras muchas hasta que fueron unánimes. Su figura, como él mismo ha dicho, es “previsible, seria y respetuosa”, y la mayoría cree que es lo que el partido necesita en estos momentos.
Incluso el propio Casado le ha dado vía libre y le ha pedido que se presente. Lo hizo en la reunión del pasado miércoles con los 'barones' del partido, que se produjo tras un encuentro previo entre él y Feijóo. Ese día, el presidente del PP acordó con los 'barones' seguir en el partido a modo de transición hasta el cónclave pese a que varias voces le habían pedido su dimisión inmediata, como hizo el día anterior quien fuera el número dos de Casado y su mano derecha, Teodoro García-Egea (hasta entonces secretario general).
¿Y si se presenta otro candidato?
En una entrevista el mismo día de su dimisión, Egea insinuó que podría haber otro candidato aparte de Feijóo en el Congreso. Pero no será Casado. Según fuentes del partido a TVE, en esa reunión del todavía presidente del PP con los barones, éstos le pidieron firmar por escrito que no se se presentará como candidato al Congreso ante el temor de que hubiera "maniobras" por parte de Egea.
Precisamente, el de otra posible candidatura es el escenario que quiere evitar Feijóo, que lo que espera es evitar una nueva división en el seno del partido. Sin embargo, nunca hay que descartar la posibilidad de que alguien más quiera concurrir.
Feijóo y cualquier otro candidato que desee postularse deberá presentar su precandidatura ante la comisión organizadora del Congreso entre los siete y quince días siguientes a que éste haya sido convocado, es decir, entre el 8 y el 16 de marzo. Para poder ser proclamado precandidato, éste tendrá que llevar al menos 12 meses como afiliado y estar al corriente de pago de sus cuotas y necesitará el apoyo de, “al menos”, otros 100 afiliados.
Otra cuestión importante del proceso es la de los compromisarios. Tras la convocatoria el próximo martes del cónclave, se abre un plazo de 15 días para que cualquier afiliado pueda inscribirse para participar en el proceso electoral y, después, quien quiera tiene "hasta cinco días antes" de la votación para presentarse como compromisario. El reglamento interno del PP establece que su elección será mediante una lista abierta y con carácter interno.
En esa votación, no solo se elegirán a los compromisarios sino que también "se prestará apoyo directo, en votación secreta, a los precandidatos a la presidencia del partido". Después, serán proclamados ya oficialmente candidatos a la presidencia del PP los dos precandidatos que hubiesen obtenido el mayor número de los votos válidos emitidos por los afiliados".
Pero parece poco probable que el presidente gallego acabe teniendo competencia real incluso aunque otro afiliado decida competir contra él. Con que supere el 50% de los votos de los afiliados o consiguiera "una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones", será proclamado ante el Congreso como candidato único a la presidencia del partido, según los Estatutos.
Cuando Casado se erigió presidente del partido en 2018, hubo una primera vuelta con seis candidatos (aparte de él: María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, José Ramón García, José Manuel García-Margallo y Elio Cabanes Sanchís), pero los afiliados solo permitieron que pasara a segunda vuelta Casado y la exvicepresidenta Sáenz de Santamaría. En la segunda ronda, con el voto de los compromisarios, se impuso Casado.
Con el apoyo que ya tiene y la falta de una alternativa, Feijóo podría llegar al cónclave erigido ya como el líder de facto de los 'populares'. Pero no es la única meta del Congreso Nacional, en el que se votará también un programa y se elegirá a la futura dirección que acompañará al nuevo líder en su tarea.
Una vez concluido todo el proceso, Feijóo o quien resulte designado finalmente en el Congreso tomará con todas las de la ley las riendas del partido y se convertirá en el nuevo líder de la oposición al Gobierno.