El centro de Dorohusk, refugio desesperado de quienes huyen de las bombas: "Gracias y gracias a Polonia"
- Quienes llegan hasta aquí tras cruzar Ucrania sueñan con poder regresar a su país cuanto antes
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El 'centro de recepción de Dorohusk', como lo denominan los polacos, está instalado en el Palacete de Sukodolski, un amplio edificio del siglo XVIII. Sin embargo, la llegada de refugiados ucranianos es tal que, esta noche, han tenido que habilitar una carpa en el exterior para poder almacenar suficiente material de primera necesidad: agua, comida, mantas, pañales y juguetes para los niños. Quienes llegan aquí suelen estar cansados y taciturnos.
Por lo general, los adultos permanecen en silencio o hablan por teléfono, en busca de algún familiar o amigo que venga a recogerlos. Es el caso de los hermanos Dimak y Vitali, que explican que han venido en autobús desde Lusk, y esperan a que su tío, que vive en Polonia, venga a recogerlos.
Los voluntarios y su trabajo con los niños
Lo que se escucha, ininterrumpidamente, es el ir y venir de los voluntarios y el bullicio de los niños, que son decenas. Uno de ellos es Senia. Una voluntaria le ha entretenido con juguetes hasta que ha caído dormido. Su madre, Katerina, relata que es informática en Kiev y que, si se tiene que quedar en Polonia, espera encontrar trabajo en breve. Aunque su marido se ha quedado en Ucrania así que sueña "con que todo este desastre termine pronto para poder volver a casa".
“Katerina: "Sueño con que todo este desastre termine pronto para poder volver a casa"“
Ana, que está con su hermana y su sobrina, se irá a vivir a Macedonia. La niña, Naya, ha traído una mochila con juguetes y con comida para su perrito, de 3 meses, al que pasea por las instalaciones. Lo que más echa de menos son sus clases de baile. "Yo tenía una vida normal, con mis amigos" -dice Ana- "no se cuándo vamos a poder recuperar eso".
“Ana: "Yo tenía una vida normal, con mis amigos. No se cuándo vamos a poder recuperar eso" “
Eternamente agradecidos con los polacos
En lo que coinciden todos ellos es en trasladar un mensaje de agradecimiento a los polacos: "Gracias, gracias, gracias de parte de todos los ucranianos", insiste Dana, que ha llegado hasta el centro con toda su familia, incluida su hermana y 6 niños, el más pequeño, sólo un bebé.
“Dana: "Gracias, gracias, gracias de parte de todos los ucranianos" “
Mientras, en el exterior, siguen llegando vehículos. Incluso se están utilizando los de Protección Civil y Bomberos, para traer a los refugiados desde el paso fronterizo. La mayoría de los ucranianos permanece aquí sólo unas horas hasta que algún familiar viene a recogerlos. Pero, también, hay quien ha preferido quedarse en la frontera, como Ana, profesora de polaco en Ucrania, que dice que esperará aquí, porque quiere "volver a vivir pronto en su país, un país seguro".