Borja González publica un 'Grito nocturno' plagado de silencios
- El autor de 'The Black Holes' presenta un cómic sobre la amistad, los miedos y la redención
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Borja González (Badajoz, 1982) debutó en la novela gráfica con La Reina Orquídea (2016), a la que siguió el éxito internacional The Black Holes (Reservoir Books, 2018); y ahora continúa ampliando su particular universo con Grito Nocturno (Reservoir Books), un cómic que, bajo su inquietante apariencia, en realidad habla de nuestros sueños, nuestros miedos, el viaje de conocerse a uno mismo o la amistad.
La protagonista del cómic, como en sus anteriores obras, vuelve a ser Teresa, que aquí regenta una librería en una ciudad triste y azul, rodeada por un bosque. Un escenario mágico donde convive con una joven skater (Matilde) y un demonio otaku (Laura) capaz de conceder cualquier deseo. Por desgracia, Teresa no sabe qué pedir.
“Cuando terminé The Black Holes –nos cuenta Borja-, tenía varias opciones para continuar la historia. Una decidí postergarla porque me sonaba a final de viaje y es muy pronto para Teresa y para mí, ya que ella no deja de ser mi alter ego”.
“Por otra parte –añade- al final de The Black Holes dejábamos a Teresa yéndose de su casa en busca de lo que sea que la hiciera feliz. Y a la vez tenía una idea sobre una ciudad en la que desaparecía gente. Así que mezclé ambas cosas y partí de ahí sin saber muy bien a donde me iba a llevar el camino, dejándome guiar por la intuición”.
“Para mí –nos comenta Borja-, La Reina Orquídea fue el punto de partida de la historia y donde encontré mi estilo. Saqué muy poquitas copias y está completamente descatalogado. Pero como autor no estoy muy orgulloso de ese cómic y por eso no he querido reeditarlo. Ya llevo avanzado bastante el próximo libro y es una especie de remake de La Reina Orquídea pero cambiando muchas cosas”.
“Lo que tengo claro –añade´, es que la historia de Teresa, Matilde y Laura no van a ser tres libros ni cuatro, porque más que una historia es un personaje con el que yo me siento muy cómodo. Más que una historia es casi como un diario. Y uno no se plantea cuando va a terminar su diario”.
Un ‘Grito nocturno’, plagado de silencios
Sorprende que un cómic titulado Grito nocturno esté plagado de silencios. “El título es lo primero que tuve claro –asegura Borja-. El del anterior libro, The Black Holes, era el nombre del grupo protagonista y, a la vez, hacía referencia al agujero negro en el que estaban metidos. Es verdad que este libro está plagado de silencios y de gente ausente. Y por eso me parecía bonito”.
“Pero Grito Nocturno es un fanzine que publica Teresa –añade el autor-. Un fanzine con muy poca tirada y que casi nadie lee, por lo que creo que es como ese grito nocturno que nadie escucha. Por eso le venía bien a este cómic ambientado en una ciudad donde nadie parece ver a nadie. Donde las tres protagonistas parecen estar solas. Creo que es un título bastante literal”.
Es un número de ese fanzine que Teresa no quiere vender, que se guarda para ella sola. “Ese es uno de los misterios del cómic, pero creo que si se lee varias veces descubriréis qué es lo que esconde ese número tan misterioso. Probablemente esconda los miedos de Teresa y todo lo que no quiere decirle a nadie”.
“Para mí, que vengo del mundo de fanzine, esas publicaciones son un territorio de libertad de expresión que, sinceramente, echo mucho de menos. Y por eso creo que ese fanzine es Teresa donde vuelca su personalidad entera. Y posiblemente no quiera que nadie lea ese número porque seguro que ha volcado alguna parte de ella que no le gusta. Creo que es misterio es el auténtico germen del cómic y lo que Teresa tiene que llegar a entender”.
Tres misteriosas protagonistas
A pesar de su aspecto de cuento gótico de fantasmas, Grito Nocturno cuenta la relación que se establece entre estas tres jóvenes. “Aunque revista la historia con fantasía, fantasmas, brujas, demonios… en realidad, hablo de cosas bastante personales y me siento muy cómodo trabajando con Teresa, soy feliz expresándome a través de ella”.
“Laura y Matilde son mucho más extrovertidas que Teresa y quieren estar la una con la otra, conocerse y divertirse –continúa Borja-. Mientras que Teresa es una persona solitaria y bastante más arisca y cerrada. Y ese choque entre las tres me parecía muy interesante”
“El cómic comienza con Teresa disfrazada de bruja e invocando a Laura –añade-. La está buscando, pero lo que se encuentra no es lo que ella esperaba. Creía que iba a invocar a un demonio de los que aparecen los libros, pero lo que se encuentra es a una demonio otaku aficionada al manga. Creo que ese es uno de los grandes temas del cómic: las expectativas que tenemos de los demás. Y si no se ajusta a lo que nosotros buscamos dejan de interesarnos. Esas expectativas son fundamentales para entender a Teresa y a la ciudad donde transcurre la historia”.
"La gente es un maravilloso misterio que hay que descubrir"
Preguntamos a Borja si cree que tenemos demasiados prejuicios sobre los demás. “Sí –asegura-, pero te diría que tiene más que ver con el miedo. La palabra misterio se repite mucho en el libro y creo que también es algo fundamental. Yo veo a la gente como un misterio que hay que descubrir. Es maravilloso poder crecer descubriendo a los demás”
“Desgraciadamente –continúa-, creo que estamos en un punto en el que el misterio es algo que nadie quiere. Pero no solo con respecto a los demás, sino con nuestra propia vida. No queremos sobresaltos, no queremos no saber. Vivimos en un punto en el que, si no nos acordamos del nombre de alguien, lo miramos en Google y lo encontramos automáticamente. Cualquier tipo de información que tú quieras tener la tienes. Y si no la tienes, te pones nervioso”.
“Eso se ve también a la hora de consumir literatura, cine, comic, series… La gente busca cosas muy concretas y si no las encuentra se disgusta. Y yo creo que eso es aplicable a la gente también. No nos arrimamos a la gente si no es exactamente lo que nosotros esperamos de ellos. Y eso está presente en el personaje de Teresa”.
Quizá por eso, Borja nos ha acostumbrado a que en sus cómics haya más preguntas que respuestas. ”Y aquí he ido un poco más allá –confiesa-. Si leéis la sinopsis os crearéis unas expectativas que no corresponderán a la lectura. Eso era algo que quería conseguir a toda costa, que cuando el lector termine Grito Nocturno diga. “No es para nada lo que esperaba”, independientemente de que le guste o que lo haya entendido del todo. Solo quería romper esas expectativas”.
“El cómic promete fantasmas, demonios, brujas, una ciudad en la que desaparece gente… pero al final nos encontramos a tres chicas hablando de sus cosas –añade-. Es algo que ya hice con The Black Holes, del que se suele hablar como un cómic sobre una banda de música. Pero nunca las vemos tocar Y en este cómic he ido mucho más allá, quiero que cuando la gente termine el libro se encuentre más perdida que al comenzar”.
“La cultura popular que consumimos nos define”
“Me fascina la relación que tenemos con la cultura popular y siempre la meto en mis cómics –asegura Borja-. Suelo definir a mis personajes a través de esa cultura popular, como la música, el manga, las series… Creo que hoy en día todos nos definimos por lo que consumimos”.
“Esa palabra, ‘consumir’, es horrible, pero parece que la tenemos muy asumida –continúa-. Estamos en un punto en el que no leemos, no vemos películas… simplemente consumimos como una maquinaria de tragar cultura popular. Estamos continuamente rodeados de todo tipo de ficción” -asegura-.
“Por eso –añade el autor-, para mí resulta muy interesante que sepamos todo sobre un personaje a través de la cultura popular, de lo que le interesa más que ninguna otra cosa. Por ejemplo, de Matilde apenas sabemos que va al instituto y que tiene algún problema con la madre, pero sí sabemos que le gusta el manga”.
Curiosamente en The Black Holes Borja hablaba sobre la creación y la necesidad de trascender, lo que choca con este desaforado consumo de cultura. “En The Black Holes hablaba sobre cómo crear algo nuevo en un momento en el que parece que ya está todo hecho. Teníamos a un grupo de chicas creando una banda de punk, lo que ya de por sí era anacrónico”.
“Y es verdad que ese tema se cuela en Grito nocturno a través de Teresa –añade-. En The Black Holes, Teresa abandonaba ese grupo yendo literalmente al futuro, porque era el lugar donde consideraba que encajaba mejor. Aunque para ella el futuro era un misterio. Pero al llegar a su futuro, nuestro presente, Teresa ha descubierto que vivimos en una época en la que no nos atrae el misterio. Por eso se refugia en esa librería y hace un fanzine que no quiere que nadie lea. Esa falta de misterio hace que esté deprimida”.
Un estilo muy original
Una de las razones del éxito de Borja González es su original estilo gráfico, muy sencillo, con viñetas que parecen escenarios teatrales por las que desfilan personajes sin rostro, y con un aura de misterio que lo invade todo. “Es importante tener un estilo reconocible –confiesa-, pero para mí lo fundamental es que es casi como una caligrafía; es como no tener que preocuparte por cómo escribes, sólo por lo que escribes. Por eso me resulta muy cómodo y se ajusta al estilo de historias que quiero contar. Aunque también he ido evolucionando y añadiendo cositas”.
En cuanto a sus escenarios casi teatrales, Borja asegura que: “Como decía, la cultura popular y la relación de los personajes con lo que les rodea es mi manera de definirlos. Por eso mis escenarios me resultan muy útiles a nivel narrativo. Además, en todos mis cómics está ese punto de irrealidad que no te deja claro ni el lugar donde se ubica la historia. Pienso que mis personajes literalmente nacen en la primera página y mueren en la última”.
Una de las mayores herramientas de los dibujantes son las expresiones faciales a las que Borja renuncia completamente. “Reconozco que a veces tengo la tentación de añadir un ojo o una boca. Y en este cómic hay un ojo enorme que termina siendo fundamental en el argumento. Estaba dibujando una página y tenía la sensación de que había alguien mirando a Teresa, juzgando lo que estaba haciendo. Y decidí dibujar ese ojo porque es expresivo y directo. Pero lo cierto es que me siento muy cómodo no teniendo que dibujar expresiones faciales. Al final lo importante es dibujar lo que te apetece y prescindir de lo que no”.
La naturaleza vuelve a tener un papel muy importante en el cómic, aunque en esta ocasión comparte protagonismos con esa oscura y solitaria ciudad donde viven las protagonistas. “Para mí el bosque es un lugar mágico en el que puede pasar cualquier cosa. Y un punto de entrada y salida. Cuando los urbanitas vamos al bosque tenemos la impresión de que el tiempo se detiene, desaparece el ajetreo diario y las noticias dejan de resonar. Y eso es lo que quiero reflejar con este bosque”.
“Y ese bosque –añade Borja-, choca con esa ciudad silenciosa y anónima en la que está desapareciendo gente sin que parezca que a nadie le importe. De alguna forma esa ciudad poco a poco se va convirtiendo en ese bosque, un lugar donde a nadie le importan los problemas de los demás.
“La evolución de la ciudad –continúa-, es un poco la de Teresa. Quizá esa urbe sea luminosa, bulliciosa y llena de gente, pero como la vemos a través de sus ojos, aparece como oscura, solitaria y vacía”.
“No soy buen colorista”
El color también sigue siendo fundamental en este cómic. “Confieso que no sé utilizar el color –asegura Borja-. Empecé a usarlo tarde e intento limitar las paletas para que no se me vayan de las manos. En mis primeras obras apenas había cinco colores, pero aquí se me ha ido un poco de la mano y ha sido bastante más complicado”.
“Me gusta usar el color de una manera expresiva pero sutil –añade-. Por ejemplo, Laura tiene el pelo rosa y Matilde azul, pero solo vemos esos colores reales en interiores. Las vemos como son en la intimidad. Pero cuando salen a la ciudad todo es azul, incluido el pelo de ambas, por lo que es fácil confundirlas. Es como si la ciudad las hiciera anónimas, la alienara, y solo fueran ellas mismas en su refugio, cuando están en un momento y lugar íntimos”.
En cuanto a sus proyectos, Borja González ya nos avanzaba que seguirá con esta serie:” Estoy trabajando en el siguiente tomo que espero que salga el año que viene. No será el último de Teresa pero sí creo que cerrará una etapa. No creo que Teresa encuentre lo que busca, porque se acabaría la historia, pero sí creo que lleva mucho tiempo perdida y por lo menos en el siguiente cómic va a empezar a aceptarse un poquito”.
“Y me gustaría terminar The unseen records, un cómic gratuito online, en el que también está Teresa de por medio, que tuve que dejar para terminar Grito Nocturno, y que me gustaría poder acabar antes de la publicación del siguiente libro” -concluye Borja-.