La obesidad, más allá de los prejuicios: "Vemos los cuerpos, pero no conocemos las historias detrás de ellos"

• Esta condición se relaciona habitualmente con estereotipos gordófobos que pueden contribuir al desarrollo de ansiedad y TCA
• Las nutricionistas sugieren un abordaje desde la aceptación corporal y para aprender sobre alimentación "más allá de los kilos"

Una persona se pesa en una báscula en una imagen de archivo.

La obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, provocada principalmente por los malos hábitos y el sedentarismo, según la OMS. En España, datos de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) señalan que el 17,2 % de la población ya la padece, por lo que sus expertos la califican de "alarmante". Esta misma semana la institución ha alertado de que más de la mitad de los españoles tiene problemas de sobrepeso.

La nutricionista Elena Jorrín reconoce que "existe una epidemia" pero sugiere que "es importante cambiar el foco" sobre cómo se aborda y sus prejuicios.

Para el diagnóstico de la obesidad se utiliza el índice de masa corporal (IMC), una categorización que usa la altura y el peso, sin tener en cuenta factores como dichos hábitos. Por ello, la psicóloga especialista en alimentación Mery Viñas advierte: “Podemos ver los cuerpos, pero las historias que hay detrás de cada uno de ellos no las conocemos”.

Las expertas señalan que los cuerpos gordos se relacionan con la insalubridad, con prejuicios como la "vagancia" y con el "asco", la "repulsión" y el "rechazo". Una "peligrosa" gordofobia que puede llegar a ser interiorizada y a tener un impacto tanto físico como mental en la persona que la sufre.

Ansiedad, agorafobia y trastornos alimentarios

Entre las consecuencias de esta presión social, los profesionales consultados por RTVE.es mencionan la ansiedad, la agorafobia, la depresión e incluso el estrés postraumático. También puede estar detrás de la mala relación con la comida: "Los comentarios gordófobos son, en muchas ocasiones, disparadores de conductas disfuncionales con la comida que pueden derivar en un trastorno de la conducta alimentaria (TCA)", añade la psicóloga Viñas.

““Era una niña feliz hasta que me regañaron por estar gorda”“

Valeria Constante, una joven que ha pasado por varios trastornos alimenticios, se ha enfrentado a los prejuicios por su exceso de peso desde que era pequeña. “Yo era una niña de 12 años feliz hasta que me empezaron a regañar por ser gorda, a verme con pena, a criticar lo que comía y a decirme qué ropa llevar”, cuenta a RTVE.es. Ha pasado por la anorexia hasta la ortorexia y el trastorno por atracón:“Siendo tan joven, en un intento por ser querida y admirada, ¿cómo no iba a desarrollar un TCA?”.

Valeria Constante, activista por la aceptación corporal Cortersia de cosasdemicuerpo

"Quieres que dejen de hacer comentarios de tu cuerpo, de manera que internalizas que debes cambiar", apostilla. Esta experiencia es una de las muchas que los profesionales atienden en consulta, pero también de las que han oído hablar Lídia Juvanteny y Raquel Carrera, quienes lideran el proyecto Soy Curvy en Instagram. A ellas llegan muchas mujeres buscando "ayuda y compresión": "La sociedad te adoctrina para que nunca te sientas suficiente y te hace crecer con muchas heridas".

Lídia Juvanteny y Raquel Carrera, creadoras del proyecto digital Soy Curvy Soy Curvy

En ese sentido, recalcan la importancia de evitar todas aquellas palabras dirigidas a opinar sobre los cuerpos y a juzgarlos. Frases como “come más, estás en los huesos”, “has engordado” o “deberías comer más sano” pueden ser el inicio de la incursión en el mundo de las dietas, un comienzo habitual de los multifactoriales trastornos alimentarios.

HAES, un enfoque nutricional que tiene en cuenta la aceptación corporal

Para Viñas, la cultura de la dieta está presente desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y, a veces, hasta soñamos con ella. “El problema es que nos han dicho que vales según tu cuerpo y que solo puedes hacer algo por ello a través de las dietas”, explica. En consecuencia, el ser humano ha dejado de comer de manera intuitiva y se le ha “robado” la aceptación corporal. Es en esta situación donde cobra un papel clave la perspectiva HAES.

El enfoque HAES (salud en todas las tallas) es una alternativa centrada en la mejora tanto de la salud física como de la mental, en lugar de en la pérdida de peso. Según opina la profesional de la salud mental Mara Fernández, es clave en la autoaceptación y la autocompasión. Y estas son las bases fundamentales de una “autoestima fortalecida” que hace a la persona “más propensa a adoptar comportamientos y hábitos más saludables”.

Lo cierto es que las dietas. La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación de EE.UU. indica que el 95% de las personas recuperan su peso inicial. Es justamente este elevado índice de fracaso lo que con frecuencia produce consecuencias psicopatológicas.

Constante se sintió aliviada al conocer ese dato sobre la inutilidad de las dietas y al saber más sobre el enfoque HAES. “Eso quería decir que yo no era el problema”, narra. Hoy en día come cuando desea, ya no se restringe ningún alimento. Es ahora cuando ha comprendido que “cuando trataba de hacer dieta era cuando más comía”. Para ella, el problema reside en que no se enseña a comer sano para cuidar la salud, sino “con el objetivo de bajar de peso”.

El doble filo del Día Mundial de la Obesidad

Cada 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad, una fecha que busca visibilizar la considerada por la Federación Mundial de la Obesidad (WOF) como una enfermedad crónica. Desde esta institución defienden la necesidad de este día y la importancia de atajar esta "crisis" con cambios sistémicos. No obstante, paras profesionales consultadas, puede tener un doble filo.

Su intención es buena, dicen, pero su enfoque parece precisar una actualización. Aunque la WOF asegura a RTVE.es no contribuir ni a la cultura de la dieta ni a los prejuicios, Viñas observa que su misión mejoraría si esta fecha dirigiese el discurso "hacia la inclusión de todos los cuerpos".

"Que exista el día mundial de la obesidad, genera ruido desde una posición alarmante con cifras y datos a la vez que beneficia a muchos sectores que se lucran con ello", opina tras señalar que la organización creadora del mismo está patrocinada por varias industrias farmacéuticas.

“Aprender nutrición más allá de los kilos“

Comparte una opinión similar la nutricionista Jorrín, quien considera que "se cree de forma errónea que la persona con obesidad está así porque quiere". Sin embargo, son múltiples los factores que inciden ella y se deben tener en cuenta para crear programas actualizados en los que la bajada de peso sea "una consecuencia, no un objetivo". Y es que enfocar la alimentación mucho más allá de la báscula libera y, al fin y al cabo, lo fundamental es "aprender nutrición más allá de los kilos".