El cerco económico empuja a Rusia al borde del abismo financiero: "Estamos ya en una antesala del corralito"
- Los ciudadanos temen perder sus ahorros y se han apresurado a los cajeros automáticos para retirar dinero en efectivo
- El margen de maniobra de Rusia se reduce a las operaciones con energía, con oro y las divisas alternativas como el yuan
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Las imágenes de las colas a las puertas de los bancos y cajeros automáticos rusos para obtener dinero en efectivo han dado la vuelta al mundo, alentando el temor a que se produzca un ‘corralito’, como ya sucedió en Argentina en 2001 o en Grecia en 2015. A pesar de que las autoridades lanzan mensajes tranquilizadores y prometen que los ahorros de los ciudadanos están garantizados, las sanciones internacionales y la caída de la moneda rusa -el rublo- han agravado esta amenaza, que tiene como objetivo limitar la circulación de dinero entre particulares para evitar una fuga masiva de capitales. Pero, ¿hasta qué punto es factible que llegue a materializarse?
“La posibilidad de que se produzca un ‘corralito’ en Rusia es real y se ha intensificado mucho a raíz de la exclusión de los bancos rusos al sistema SWIFT (la plataforma que habilita los pagos internacionales), pero sobre todo del bloqueo a parte de las reservas del Banco Central ruso”, que impide que venda dólares, euros y otras monedas extranjeras para estabilizar el rublo, señala a RTVE.es el investigador principal del Real Instituto Elcano, Enrique Feás.
La economía rusa vive una situación complicada y las sanciones internacionales la empujan al borde del abismo financiero. Una de las primeras consecuencias ha sido el histórico desplome del rublo, que ha llegado a caer un 30 % hasta los 107 rublos por dólar. También bajaron las acciones globales y los precios del petróleo se han disparado.
Para evitar un hundimiento relámpago, Rusia ha subido los tipos de interés del 9,5 % al 20 %, en un intento de preservar la rentabilidad de los ahorros de los ciudadanos. Además, ha obligado a sus empresas exportadoras a convertir en rublos el 80 % de sus ingresos en moneda extranjera con el fin de reavivar su demanda. Y ha prohibido sacar del país más de 10.000 dólares en efectivo o su equivalente en otras divisas para garantizar la estabilidad financiera del Estado.
Según el Gobierno de Rusia, el país tiene el suficiente potencial para hacer frente a las severas sanciones occidentales en repuesta al comienzo de la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero. Sin embargo, en opinión de Feás, estas restricciones a la salida de divisas o la prohibición de venta de acciones de bonos, dividendos o de cupones apuntan a que “estamos ya en una antesala del 'corralito'”.
La retirada de efectivo toca máximos
Ante este contexto, los ciudadanos rusos temen perder sus ahorros y se han apresurado a los cajeros automáticos para retirar dinero en efectivo. El Banco Central de Rusia ya ha avisado que el dinero disponible es “más que suficiente” y que “las cuentas de los clientes están completamente protegidas para hacer todas las transacciones”. Sin embargo, muchos rusos no se fían y en los últimos días se han batido todos los récords de retirada de efectivo.
“Uno de los efectos normales de las clases medias o de los ahorradores es tender a desconfiar del sistema financiero en supuestos de crisis como estos”, apunta a RTVE.es el profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y socio de la firma jurídica Squire Patton Boggs, José María Viñals, quien cree que la irrupción de un ‘corralito’ sería “algo previsible” teniendo en cuenta estas variables. “Aunque las cosas no vayan todo lo mal que uno piensa, cuando ve que su vecino está retirando depósitos o está intentando cambiar a moneda extranjera sus ahorros en rublos, esto lleva a que tú, sin motivo aparente, lo hagas también. Y esto tenga un efecto contagio la economía rusa”, añade el experto.
El Banco Central Europeo (BCE) constató este lunes la "quiebra o probable quiebra" de la filial europea del banco ruso Sberbank, uno de los más grandes del país, a causa de "significativos" retiros de depósitos a raíz de la invasión a Ucrania y las sanciones internacionales. Según explicó el organismo de supervisión bancaria del BCE en un comunicado, la salida de capital provocó un "deterioro de su liquidez" y "no hay medidas disponibles con posibilidades realistas" de restablecer el flujo de caja de la institución.
Casi la mitad de reservas se encuentran bloqueadas
A esto tampoco ayuda que prácticamente la mitad de las reservas bancarias rusas estén bloqueadas, formadas en gran medida por euros (32 %) y dólares estadounidenses (14 %). El principal escudo en el que confiaba Putin para amortiguar los costes derivados de la guerra con Ucrania, que llevaba acumulando “desde 2014 para frenar esa dependencia exterior de su economía”, ha sido más endeble de lo esperado.
Begoña Casas, profesora de Economía de la Universidad Europea, cifra las reservas de Rusia en unos 630.000 millones de dólares, por lo que cree que el país aún tiene “margen de maniobra” para hacer frente a un posible ‘corralito’. “No lo descarto que ocurra, pero no creo que sea tan inminente como se está diciendo”, explica a RTVE.es la experta. Su principal argumento es que, a pesar de que las sanciones interpuestas de la Unión Europea suponen congelar prácticamente la mitad de sus activos, “aún tiene recursos suficientes para poder afrontar este bloqueo que se está produciendo”.
Tampoco hay que olvidar a China, recuerda Viñals. “Yo creo que juega un papel clave en todo este conflicto porque hasta ahora se ha mantenido en una posición neutra, lo que para algunos se puede interpretar como un apoyo a Rusia”, sostiene el profesor. El país asiático tiene su propio sistema de comunicaciones de pago, así que esa podría ser una potencial vía de escape para las finanzas rusas. “Rusia tiene un cierto margen de actuación porque China le proporcione divisas a cambio de yuanes. Pero eso también tiene sus límites porque el país asiático no quiere convertirse en el avalador oficial. Yo te puedo ayudar, pero no te puedo dar mis reservas”, recalca Feás.
Además, Rusia cuenta con un 20 % de reservas en oro, pero convertirlo en dinero no es un proceso inmediato. “Creo que todo va a depender en gran medida del tiempo que Rusia sigua obteniendo divisas de la venta de energía -se está dejando la posibilidad de algunos bancos, incluso dentro de SWIFT, de seguir cobrando divisas por la venta de petróleo y gas- y del margen de actuación del país con divisas no sancionadas y con oro”, añade el experto.
Pero, ¿qué consecuencias tendría?
Los expertos consultados advierten de que las consecuencias de un ‘corralito’ serían nefastas para el país: hundimiento de la economía, inflación desorbitada, problemas en las empresas, pérdida de competitividad, empobrecimiento de la población... “Provocaría distorsiones en la propia economía nacional que haría muy difícil mantener incluso determinadas operaciones fuera”, explica el investigador del principal del Real Instituto Elcano.
Casas también apunta al aislamiento de la economía rusa: “Las medidas adoptadas y la restricción de operaciones bancarias de bienes y servicios hace que se tengan que circunscribir todos los intercambios al mercado nacional”, provocando a su vez escasez de algunos bienes como pueden ser los automóviles, la maquinaria especializada o el textil. Por otro lado, añade Viñals, “aquellas empresas o aquellos ciudadanos que tengan inversiones en el exterior o que dependan de flujos de caja generados en Rusia, no van a poder sacarlo y no van a poder cumplir con sus compromisos de pago ni sus compromisos contractuales”.
Según Feás, “es muy difícil mantener una guerra mientras tu economía se está hundiendo y la gente no puede sacar dinero de los bancos”. “Todo dependerá de la capacidad de aguante del país, de sus financiaciones alternativas de divisas y de la fortaleza del Banco Central para jugar con el margen de maniobra que tiene que es la energía, el oro y las divisas alternativas”, concluye.