Días de viaje camino a la ciudad de Leópolis, la puerta a Polonia para los que huyen de la guerra de Ucrania

• La mayoría de refugiados se dirigen a Polonia donde ya han llegado 750.000 de ellos
• La mayoría son mujeres y niños, los hombres deben quedarse para combatir

El camino de huida para salir de la guerra de Ucrania empieza por la ciudad fronteriza de Leópolis

La guerra de Ucrania es un drama humanitario que ya ha dejado más de un millón de refugiados. La gran mayoría de las personas que han abandonado el país han llegado a Polonia. Un equipo de TVE se ha desplazado hasta Leópolis, en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, hacia donde se dirige la mayoría de los ciudadanos que quiere abandonar el país.

Para encontrar la ruta a la frontera con menos atascos también se mira Google Maps. También hay una tecnología para el éxodo. Las carreteras secundarias de Lviv, como muchas en Ucrania, están llenas de baches y socavones.

Cientos de familias se escapan de un país en guerra hasta el punto más próximo a la frontera. Los que huyen están agotados, llevan días viajando, y lo único que quieren es que no les hagan esperar demasiado en la frontera.

Hay todo tipo de modelos de coche: Porsches y Ladas en la zona. Ricos y pobres comparten hoy el mismo destino.

Algunas personas ponen un cartel en el parabrisas con la palabra ucraniana "dipi" que significa niños.

"La situación es catastrófica" comenta un hombre que viene de Eslovaquia y que ya ha sacado a seis personas de Ucrania. Pero viene a por más.

Cruzar la frontera andando para entrar en Polonia

A tres kilómetros de la frontera, los coches que han transportado a los refugiados deben detenerse. No está permitido el paso de vehículos. El resto del camino para estos refugiados debe hacerse a pie.

En la frontera se ve aglomeración de gente cansada y desesperada. En este punto ya son casi todo mujeres y niños. Los hombres en edad de combatir se tienen que quedar para luchar si los llaman.

Viktor es uno de estos hombres. Él ha dejado a su mujer e hijo en la frontera y ahora nos cuenta que teme por la delicada flor que dejó en su casa de Kiev, y que puede que se haya muerto de sed mientras ellos huían.