Mujeres en profesiones masculinizadas: el reto de ser visible en trabajos con mayoría de hombres
- Hablamos con tres profesionales que abren camino en empleos técnicos
- Dejar de ser una excepción es el objetivo: "nos faltan referentes femeninos"
Hay más mujeres que hombres estudiando en la universidad, pero ellas apenas representan el 25% en carreras técnicas. De cada 10 chicas, solo tres eligen estudiar una FP de la rama tecnológica o manual, según datos del Ministerio de Educación y la Universidad Pontificia de Comillas, y suponen un freno en la integración laboral que muchas mujeres achacan a los estereotipos.
Vanesa Tilán sabe bien lo que implica progresar en una profesión donde apenas hay presencia femenina, es arborista y su trabajo consiste en velar por la conservación de los árboles. Desde lo alto de una copa, motosierra en mano, y protegida por un arnés, sigue siendo blanco de miradas de extrañeza.
“Siguen preguntándome si pueden hacerme una foto, y yo les digo que sí, pero que me la hagan por ser una profesional, no una mujer”, cuenta.
Tilán reconoce que siempre ha recibido ayuda de sus compañeros, pero cree que la presencia femenina no cambiará si no se divulga información sobre este tipo de profesiones. Ella lo hace a través de sus redes sociales, y también de una comunidad de mujeres que se dedican a lo mismo.
La sensibilidad de las administraciones es otro pilar. "Poco a poco está cambiando, cada vez hay más técnicos y políticos que se dejan asesorar", explica Vanesa, que desarrolla su labor en el ámbito municipal.
La mujer en la aviación
Mientras, las compañías estiman que en torno al 75% de sus auxiliares de vuelo son mujeres, entre los pilotos apenas representan el 3%.
Aerolíneas como Iberia han elevado esa cifra hasta el 6%. Lo cuenta a TVE Beatriz Guasch, que empezó hace más de 25 años prácticamente sola y ha llegado a ser comandante de vuelo y verificadora.
"Me viene de familia, mi padre es piloto, siempre lo he tenido clarísimo. Cuando yo entré éramos el 2% y ahora se ha triplicado. Queda mucho por hacer, pero se nota el cambio", asegura desde la cabina de su avión, donde también forma a muchos hombres, y poco a poco, a más mujeres.
"Cuando me ven los pasajeros me dan la enhorabuena como si fuera algo excepcional", reconoce la piloto, que no ha notado demasiada evolución.
La normalización social es un paso fundamental para ella, aunque destaca que jamás ha sentido discriminación o falta de oportunidades en su entorno laboral. Y sigue preguntándose por qué la presencia femenina crece solo entre las azafatas, cuando la dificultad para conciliar es la misma en las dos profesiones.
Las entrañas del avión vistas con ojos de mujer
Cuando Alba Cuenca era una niña veía pasar los aviones desde su habitación, esa imagen se le quedó grabada y siempre supo que quería dedicarse a algo relacionado con la aviación. Fue un compañero, que empezó a estudiar mecánica, el que le descubrió esta profesión. Referentes femeninos, ni uno.
Lo recuerda sin amargura, pero con un deseo. "Me encantaría trabajar con más mujeres", admite a TVE Alba, que lleva tres años como técnico de mantenimiento de aviones.
Dice que no hay barreras físicas, y espera que tampoco frenen su ascenso las sociales. Su sueño es llegar a ser certificadora de aviónica, y su compañía la apoya en esa ambición.
Si le preguntamos qué le diría a su yo adolescente, lo tiene claro: "Con esfuerzo es posible". Posible tocar el cielo, aunque en el camino todavía se interponga la sombra del techo de cristal.