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El sistema judicial turco protege a los hombres que agreden y matan a las mujeres

Noticia Documentos TV 
  • Ipek Bozkurt es una abogada que lucha contra el misógino sistema judicial turco para encarcelar a los agresores
  • "Morir por divorciarse" es uno de los programas especiales de RTVE por el Día Internacional de la Mujer
  • Este martes, redifusión del documental, a las 20:00 en RTVE Play y a las 00:00 en La 2 de TVE

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Mujeres en acto de protesta en Turquía
Mujeres en acto de protesta en Turquía

Las brutales agresiones a las mujeres y los feminicidios van en aumento en Turquía. Sin embargo, algunas mujeres no se resignan y están luchando. Ipek Bozkurt es una de ellas. La abogada y sus compañeras de la plataforma Acabemos con el feminicidio trabajan para que se haga justicia con mujeres como Kübra o Arzu, que han sido brutalmente agredidas por sus maridos. Ipek y sus compañeras desafían a un Estado hostil con los derechos de las mujeres y, junto a las agredidas, arriesgan todo por su libertad.

Kübra, una trágica historia de supervivencia

Kübra era una prestigiosa periodista de la cadena de televisión Bloomberg. Pasó buena parte de su vida en Londres hasta que en el trabajo conoció a un hombre y regresó a Turquía para casarse con él. Tan sólo dos días después de dar a luz a su hija y, tras una discusión, su marido la agredió brutalmente. "Me golpeó la cabeza cuatro veces... cuatro veces. Me acuerdo", cuenta Kübra con gran esfuerzo. Acabó en una silla de ruedas y con la ayuda de una logopeda, tuvo que aprender a pronunciar las palabras de nuevo. "Pronto podré hablar con mayor claridad", dice Kübra, a quien se le entiende a duras penas. Su marido niega haberla atacado y se ha llevado a su hija.

En este país se protege a los asesinos que castigan a sus mujeres, hijas o novias por buscar en la vida algo diferente

Ipek Bozkurt, abogada,  y una de las fundadoras de la plataforma Acabemos con el feminicidio lleva su caso desde el principio. "En este país se protege a los asesinos que castigan a sus mujeres, hijas o novias por buscar en la vida algo diferente a lo que tienen", denuncia la activista, que junto a otras compañeras crearon la organización para luchar por los derechos de las mujeres y desafiar al misógino sistema judicial turco. "Nuestro sistema legal debería trasladar el mensaje correcto a los asesinos potenciales: si matan a una mujer, pasarán el resto de su vida en la cárcel", explica Ipek.

Mujer en acto de protesta

Mujer en acto de protesta DOCUMENTOS TV

El problema es la hostilidad del Estado hacia los Derechos Humanos y las mujeres

Pero la realidad en Turquía es otra."No se puede poner a las mujeres y a los hombres en pie de igualdad. Es antinatural", fueron las declaraciones del primer mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, poco después de firmar el decreto presidencial en el que se estipulaba la salida de Turquía del Convenio de Estambul.

Bandera con Erdogan

Bandera con Erdogan DOCUMENTOS TV

Un tratado que obliga legalmente a los países firmantes a tipificar la violencia machista y a destinar recursos para combatirla. Con Turquía fuera del Convenio, y como ya advertían las organizaciones feministas, el número de feminicidios ha ido en aumento en los últimos años. "El problema es la hostilidad del Estado hacia los Derechos Humanos y las mujeres", añade la abogada y activista.

Arzu, dolor, orgullo y empoderamiento

Obligada a casarse a los 14 años, Arzu decidió dejar atrás una vida infeliz. Su marido le anunció que iba a contraer matrimonio con otra mujer y Arzu le pidió el divorcio.

Arzu, víctima de violencia de género

Arzu, víctima de violencia de género DOCUMENTOS TV

El mismo día que se dirigían al juzgado le disparó dos tiros en las piernas. "No le supliqué que no me disparase, le supliqué que no me hiciera nada en los brazos. Si me quedaban los brazos, por lo menos podría cuidar a mis hijos", relata Arzu. A continuación, "apuntó a ellos con la escopeta y apretó el gatillo", termina de describir la dramática situación, a Aysen, la activista que defiende su caso ante los tribunales.

"Como sabes, hasta el momento, en estos casos se han impuesto siempre penas reducidas", le explica Aysen, "pero vamos a tratar de que a él no se la apliquen". Este es el objetivo principal de la plataforma Acabemos con el feminicidio,  poner entre rejas a los agresores,  en un país donde cada año mueren más de 300 mujeres a manos de sus maridos, exparejas o familiares. "Es muy difícil ser mujer en Turquía. No queremos venganza, queremos justicia", asegura la colaboradora de la plataforma feminista.

Premio al valor de ser mujer en la Turquía moderna

Las historias descarnadas de violencia machista que sufrieron Kübra y Arzu son sólo dos de los cientos de agresiones que se producen cada año en Turquía. "Morir por divorciarse" se grabó durante cinco años, en los que el país dio un giro dramático en los ámbitos político y social.

Es muy difícil ser mujer en Turquía. No queremos venganza, queremos justicia

El documental consiguió el Premio Especial del Jurado en la última edición del Festival de Montecarlo. Todo un tributo a la lucha de las mujeres en Turquía por conseguir su independencia, arriesgando hasta sus vidas a cambio de su libertad.