Cócteles molotov y técnicas de guerrilla urbana, la fórmula de la población civil para frenar la invasión rusa
- Las tropas están enseñando a sus milicias a utilizar cualquier medio que tengan a su alcance para combatir a Rusia
- Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo
La dureza de la ofensiva del ejército ruso en Ucrania está provocando una enorme resistencia de la población civil que no ha abandonado el país. Casi dos semanas después de que empezase la invasión, la experiencia que hasta ahora tienen los ucranianos es que si resisten el avance ruso casa por casa, calle por calle, están siendo capaces de detenerlo.
De hecho, en estos 12 días de guerra los rusos solo han conseguido conquistar una ciudad importante, Jersón, una capital de provincia de tamaño medio. Pero las grandes ciudades como Kiev, Jarkov o Mariupol, todavía resisten a ello. Allí las tropas están enseñando a sus milicias a utilizar cualquier medio que tengan a su alcance para combatirlos.
"La mecha no debe quedar hacia el interior o podría quemarnos, debe ir hacia fuera durante el lanzamiento", explica uno de los instructores que enseña a la población a usar cócteles molotov.
Instantes después, en una pequeña parcela el instructor muestra a TVE cómo enseña a los milicianos a lanzar los cócteles. Allí entrenan para cuando se encuentren cara a cara con los blindados rusos en sus calles. Tácticas de guerrilla urbana para detener o al menos ralentizar el avance de los vehículos.
Incendiar las ruedas o que el líquido entre dentro, el objetivo
Estos cócteles molotov no pueden dañar a los grandes carros de combate pesado rusos, pero sí los vehículos que les llevan el combustible y la munición.
Incendiar las ruedas o que el líquido inflamado entra en el interior es el objetivo. Armamento sencillo y barato que se fabrica no muy lejos de sus viviendas.
Al lado de una pequeña casa los voluntarios mezclan los ingredientes en un taller al aire libre en botellas de cristal y luego otros ponen la mecha y sellan con cinta adhesiva para que la mezcla no queme al lanzador.
En este taller improvisado, donde la actividad es frenética, no solo se preparan cócteles molotov, los herreros cortan vigas de acero y los soldadores fabrican con ellas defensas con las que frenar el avance de las columnas rusas.