'Hive (Colmena)', la mujer que derrotó al patriarcado en Kosovo
- Se estrena en cines la película triunfadora en el Festival de Sundance 2021
- Basada en la historia de una mujer que organizó una coperativa de mujeres tras la guerra de su país
Mientras la guerra de Ucrania amenaza ser un largo conflicto, una pequeña película recuerda algunas consecuencias de uno de las últimas guerras en territorio europeo: la de Kosovo. Hive (Colmena) recoge la historia real del Fahrije Hoti, una viuda que levantó una cooperativa de mujeres para elaborar una crema de pimientos dentro de un entorno tan patriarcal que repudiaba a las mujeres simplemente por conducir. Una historia singular que la cineasta Blerta Basholli narra de manera universal en la película más premiada en el Festival de Sundance 2021.
Sucedió a comienzos del siglo XXI en Krusha, una pequeña población de Kosovo conocida también como la ‘villa de las viudas’: en 1999, tropas serbias aniquilaron a prácticamente toda la población masculina por encima de 13 años. Fahrije Hoti (interpretada por Yllka Gash) era una de esas mujeres que aún esperaban encontrar los restos de su marido, mientras cuidaba de su suegro e hija y carecía de ingresos. Lejos de Pristina, en el Kosovo rural y tradicional, trabajar era prácticamente una deshonra para la mujer. ¿Qué hacer? Hoti mandó al patriarcado, literalmente, a freír pimientos.
Basholli, de 37 años, todavía se sorprende del éxito de su película, que en parte atribuye a, precisamente, no sobrexplicar el contexto. “Cuando haces una película sobre Kosovo, que trata de una cultura y tradiciones específicas, siempre te preguntas si se va a entender y tiendes a contar la situación política. Justamente tratamos de no hacer eso: solo retratar una mujer fuerte como un ser humano universal”, explica en una entrevista con RTVE.es. “Y eso ha conectado con el público, porque el sentido de comunidad de esas mujeres creo una esperanza. Es que debemos pensar porque creo que nos estamos volviendo muy individualistas en general”.
La actriz Elisabeth Moss impulsó la película como productora tras verla y la cantante Dua Lipa, de origen albanokosvar, también la apoya. “Ha sido bonito: es una artista kosovar apoyando a otra. Y Elisabeth Moss es alguien abierta a proyectos internacionales y preocupada por los problemas de las mujeres”.
Basholli era una adolescente urbana durante la guerra, no sufrió pérdidas familiares y ni siquiera conocía la opresión machista del mundo rural. “Pero, como mujer, toda la vida escuchas lo que esperan de ti. En la película hay mucho de mi madre, de mi abuela: mujeres fuertes que lidiaron con mucho”. También, claro, de la propia Fahrije Hoti. “Me sorprendió su visión, energía, carácter. Su estoicismo. Y lo práctica que era: es una mujer sin educación empresarial que exporta por Europa”.
¿También conecta con las dificultades de la mujer en la industria cinematográfica? “El problema ya no es si dirige una mujer o un hombre, sino el dinero: las películas dirigidas por hombres suelen tener más. Las cosas están cambiando, las mujeres dirigen películas de Marvel, pero tiene que cambiar más.
Kosovo en el cine
En la promoción de Madres paralelas, que también habla de memoria histórica y fosas, Pedro Almodóvar decía que el cine es la mejor manera de conocer la historia de un país. “Estoy de acuerdo porque muy poca gente conoce bien Kosovo, incluso la gente joven no sabe bien lo que ocurrió en la guerra. Es importante hablarlo para ayudar a ser más abiertas. En España todavía hay personas desaparecidas de la Guerra Civil; en Kosovo hay personas traumatizadas por lo mismo. Creo que tenemos que hablar de estas cosas para curarnos, aceptar el pasado y y, con suerte, no se repita la historia”.
La guerra de Kosovo terminó, pero Basholli pertenece a un territorio reconocido solo por la mitad de países del mundo. España forma parte de uno de los cuatro países de la UE que no reconoce a su nación y el único que no da validez al pasaporte kosovar. “Es algo que te hace sentir muy extraño. Realmente es horrible porque te sientes pequeño toda la vida. Siempre hemos luchado por reconocimiento: primero por no ser discriminador por ser albaneses. Y ahora que tenemos un país, por conseguir visados para viajar por el mundo. Mi hermana vive en España pero no puedo visitarla porque España ni siquiera considera mi pasaporte”.
Pese al éxito internacional, y a ser preseleccionada en el primer corte del Oscar a mejor película internacional, a Basholli le hace especialmente feliz ser profeta en su tierra. “Se estrenó en octubre y todavía está en cine, donde ha tenido más éxito que Spiderman. La gente ha empezado a ver nuestras películas y a sentir orgullo de nuestro cine, lo que demuestra que les ha dado esperanza”.