El Gobierno aprueba un PERTE de economía circular con ayudas de 492 millones para una producción más sostenible
- Su objetivo se centra en alargar el ciclo de vida útil de los productos y reducir la huella ecológica de la economía española
- Los sectores del textil-moda, plástico y bienes de equipo para renovables recibirán el grueso de las subvenciones
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular, que contará con ayudas por 492 millones de euros y una movilización total de 1.200 millones de euros de 2022 a 2026.
El PERTE ha sido presentado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que espera que el plan facilite la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas.
Además, pretende dar cumplimiento a los objetivos contenidos en la Estrategia Española de Economía Circular para el año 2030 y posicionar a España como referente internacional en la gestión, reciclaje y reutilización de residuos. "Una economía eficiente en el uso de recursos fortalece nuestra autonomía estratégica y reduce la vulnerabilidad ante las crisis globales", ha subrayado la vicepresidenta.
El PERTE fija ayudas de 492 millones de euros y movilizará recursos superiores a los 1.200 millones hasta 2026 para alargar el ciclo de vida útil de bienes y productos, y reducir la huella ecológica de la economía española.
Economía circular: contemplar los residuos como materias primas
Las ayudas impulsarán el ecodiseño, la reutilización y gestión de residuos, y la digitalización en el ámbito de la empresa para mejorar la competitividad e innovación del tejido industrial en cualquier sector. No obstante, el Gobierno apunta que los sectores textil-moda, plástico y bienes de equipo para renovables son claves por su intensa generación de residuos y oportunidades de valorización y centrarán el grueso de las subvenciones.
El PERTE de Economía Circular busca asimismo incrementar la competitividad de los sectores industriales y la empresa en general, y asegurar una mayor autonomía estratégica del país en un contexto de alta incertidumbre internacional.
"El actual modelo económico de crecimiento lineal es insostenible. España no es ajena a esta realidad y por ello trabajamos en la búsqueda de soluciones integrales que cuenten con participación de todos los actores", ha subrayado Ribera.
Así, ha defendido que el Gobierno considera que la economía circular es un cambio de paradigma de producción y consumo en el que materiales y recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, se reducen al mínimo los residuos generados y se valorizan aquellos que son inevitables recuperando sus componentes para volver a introducirlos en el ciclo productivo.
Para Ribera, este PERTE contribuirá "de manera decisiva" a los esfuerzos del Ejecutivo para fortalecer la autonomía estratégica de España en cuanto a disponibilidad de materias primas y a reducir la vulnerabilidad ante las crisis globales.
Triple fórmula: ecodiseño, mejor reciclaje y más digitalización
El plan apuesta por tres objetivos para la industria española. Primero, el fomento del ecodiseño de los productos para hacerlos más duraderos y reparables desde su mismo origen. Segundo, mejorar la gestión de residuos mediante plantas de tratamiento que incrementen la reutilización, el reciclado y la incorporación de materias primas recuperadas en la producción de nuevos bienes. Finalmente, el impulso de la digitalización vinculada a ambos objetivos, que permitirá mejorar la competitividad e innovación del tejido industrial en cualquier sector.
Para ello, el plan incluye 18 instrumentos distribuidos en dos líneas de acción. Por un lado, actuaciones en sectores claves, que recibirá 300 millones y, por otro, actuaciones transversales para impulsar la economía circular en la empresa, dotada con 192 millones. Las medidas contempladas en el plan se encuadran principalmente en la componente 12 del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR).
No obstante, destaca que se generan sinergias con otros PERTE en ámbitos como la construcción; la agricultura, la ganadería y la pesca; la gestión hídrica; la energía y las renovables; el turismo o la recapacitación, la formación profesional y el empleo verde.
Esta línea activará ayudas a las empresas por valor de 100 millones de euros en una primera convocatoria, ampliables en 92 millones adicionales en función de la acogida y demanda.
La otra línea de actuación, financiada con 300 millones de euros, es un instrumento diseñado para impulsar la implantación de esquemas circulares en nuestro país, en particular en tres industrias específicas que abordan serios retos de sostenibilidad: la textil-moda, la del plástico y la de las energías renovables.
En estos tres sectores confluyen un elevado nivel de implantación en nuestro país, grandes expectativas de crecimiento potencial con la generación de un elevado volumen de residuos y la necesidad de dar un mayor impulso a la circularidad.
Hacer frente a los costes elevados para reciclar los residuos adecuadamente
Por otro lado, las dificultades en el acceso a la tecnología necesaria, junto al elevado coste que hoy en día caracteriza los procesos precisos para la reutilización y el tratamiento de sus residuos, hace imprescindible el apoyo público a proyectos que promuevan esta transformación, complementando así los esfuerzos empresariales en este ámbito.
Las ayudas sumarán 100 millones respectivamente para el sector textil, del plástico, los bienes de equipo para el despliegue de las energías renovables y, según defiende el Ejecutivo, la economía circular será una de las claves de la reactivación en España, ya que favorecerá nuevos nichos de empleo y aportará resiliencia al aliviar la dependencia de nuestra economía del exterior en un momento de incertidumbres en la disponibilidad de materias primas y otros insumos.
Se calcula que la aplicación de los principios de circularidad a toda la economía de la Unión Europea podría aumentar el PIB comunitario en un 0,5% adicional de aquí a 2030 y crear unos 700.000 nuevos puestos de trabajo, de los que al menos un 10% podrían ser españoles.