Mujeres policías: madres e hijas en las series de RTVE Play
- Las mujeres policías tienen conflictos distintos en comparación con los varones, y afectan a su papel maternal
- Los estereotipos sobre las relaciones entre madres policías e hijos han evolucionado
- Puedes ver estas series de género thriller en RTVE Play
En las series de género thriller, hay estereotipos respecto a los personajes de hombres y mujeres policías. Mientras que los inspectores y agentes masculinos suelen tener problemas con el alcohol o las drogas y conflictos con sus mujeres y ex mujeres porque están ausentes de la vida familiar, en el caso de las protagonistas femeninas, por lo general, han triunfado profesionalmente pero llevan una vida personal ruinosa, e incluso son muy comunes los problemas con sus hijos adolescentes, que se sienten descuidados o resentidos con sus madres por su falta de atención y presencia.
Las precursoras de las protagonistas con 'complejo de mala madre' provienen de las series escandinavas, que acuñaron el término famoso 'nordic noir' que proviene de la literatura negra que floreció con la crisis económica de 2008, cuando, entre otros factores, muchos periodistas se quedaron en paro y se dedicaron a escribir novela policiaca.
Por ejemplo, en la serie danesa 'The Killing', donde la inspectora Sarah Linden investiga el asesinato de una joven desde el punto de vista de todos los implicados. Su hijo adolescente, al que cría ella sola con la ayuda de su madre adoptiva, se siente desamparado y perdido, y hay numerosos conflictos a raíz de la obsesión de su madre por el caso que quiere esclarecer. Asimismo, en la serie islandesa 'Los asesinatos del Vallhalla', la inspectora Kata Eligsson protagoniza un conflicto moral desgarrador con su propio hijo, que puede estar implicado en una violación múltiple a una menor, a la vez que siente que no ha cuidado lo suficiente de él.
Pero en las series de la plataforma gratuita RTVE Play, también hay ficciones como Néboa, Sequía, y Los misterios de Laura, en las que nos encontramos con diferentes dinámicas de relaciones entre madres e hijos y viceversa.
La madre protectora
La serie de la plataforma gratuita RTVE Play, Néboa, cuenta la historia del asesinato de una adolescente dentro de la cueva de O Burato do Demo (Galicia), un lugar rodeado de leyendas, donde ya habían aparecido otros cadáveres en 1989 y 1919, siguiendo un ritual similar. En ella se da una relación de protección entre la inspectora que investiga los crímenes, Mónica Órtiz, interpretada por Emma Suárez, hacia su hija Vega (Alba Galocha), traumatizada por el maltrato y acoso de un ex novio.
- "No se lo tomó bien cuando le dejé"- dice Vega a Gael, un chico con el que traba amistad en la isla de Néboa.
Su madre no hace más que preguntarle a Vega: "¿Te ha llamado?", haciendo referencia a su ex novio maltratador, quien, además, obsesionado con la muchacha y con estrategias de control, le pide perdón, una y otra vez, con el objetivo de retomar su relación de pareja, siguiendo una de las pautas psicológicas de la violencia de género:
-"He venido a decirte que la cagué y que lo siento"- asegura Emilio, ex pareja de Vega.
La relación de complicidad y cuidado entre Mónica Ortiz y Vega se aleja de las habituales dinámicas disfuncionales entre madres policías y sus hijas en las series del género negro. También es verdad que la inspectora encarna a un mando policial muy poco ortodoxo ya que, durante la trama, se nos revela que, en un caso que investigó en su pasado, en el que habían asesinado a dos niñas, colocó pruebas falsas porque sabía que el asesino iba a quedar en libertad.
-"Me arrepiento de no haberlo hecho lo suficientemente bien para que no se dieran cuenta"- confiesa Ortiz.
La serie, que se asemeja al estilo de investigación, con elementos de carácter popular y mágico de la tradición ancestral que creó la escritora Dolores Redondo en la llamada "Trilogía del Baztán", nos adentra en los misterios que nutren la historia de la isla de Néboa. En la maternidad que ejerce Mónica Órtiz también hay cambio de roles, por ejemplo, cuando Vega, su hija, le pregunta:
-"¿Estás fumando? Te juro que te mato, mamá".
Asímismo la empatía y el cariño -que son una cuestión diferenciadora en el género negro de ficción- priman en la relación entre la madre e hija. Vega pasa a buscar a su madre a la comisaría de la isla para pasar juntas una 'noche gotxa' (así la llaman) es decir: compartiendo una cena de 'comida basura' mientras ven pelis sentadas en la cama. Mónica Ortiz le dice a su vástaga que podrían repetir esos momentos juntas más veces, lo que revela el afecto genuino que hay entre ambas.
La hija asfixiada
Por otra parte, en la serie Sequía, que también puedes ver en la plataforma gratuita RTVE Play, la protagonista Daniela Yanes (Elena Rivera) mantiene una relación claustrofóbica, marcada por la búsqueda de independencia, con su madre, que la acoge en su casa de Cáceres. La inspectora investiga un hallazgo macabro en el pueblo de Campomediano: dos cadáveres momificados con heridas de bala que emergen a la superficie cuando el embalse que sumergió al pueblo se seca.
Daniela Yanes se siente asfixiada en la relación con su madre. Ella misma cuenta que acaba de volver de Algeciras, donde estaba destinada como inspectora de homicidios, a Campomediano, y que la investigación llevada acabo allí le trae recuerdos negativos. Su progenitora quiere que su hija se instale en la casa familiar definitivamente, pero ella se resiste a verse enclaustrada y atada a las faldas de su madre. Los roces entre ambas son constantes. La tensión se palpa entre madre e hija.
En el capítulo tres de 'Sequía', cuando Javier Órtiz (Juan Gea) pareja de la madre de Daniela Yanes y comisario, cae en coma al recibir un disparo de un sospechoso, hay una dinámica recurrente de culpar a la hija por parte de la progenitora.
-"¿Dónde te habías metido?"- le pregunta cuando llega al hospital.
-"Estaba trabajando"- responde Yanes.
La inspectora Yanes no tiene planes de tener descendencia y así lo aclara durante una comida con la familia de Hélder, su colega protugués:
-"No me he planteado tener hijos. No es fácil compaginar este trabajo con la vida familiar".
Las discusiones entre madre e hija son recurrentes porque la pauta que rige su dinámica familiar es la del enfrentamiento y el resentimiento por parte de Yanes. En una de las broncas que protagonizan, tiene lugar el siguiente diálogo:
-"No tienes que hablar a tu madre como una policía".
-"Ni tú tienes que hablar a tu hija como una política".
Aunque la misma inspectora Daniela Yanes admite, en el capítulo sexto, que no está dotada para las relaciones.
-"Soy un cliché con patas: éxito profesional, vida personal desastrosa"- asegura.
La madre saturada
En Los misterios de Laura, nos encontramos con un nuevo rol de la maternidad: el de la madre estresada, saturada, desbordada, que no llega a todo, que tiene que regresar a casa para salvar situaciones límite que protagonizan sus dos gemelos de cinco años.
Hay que tener en cuenta que dicha serie es una comedia, lo cual influye mucho en la forma que se expresa la maternidad de su protagonista. Recordemos que 'Los misterios de Laura' narra la historia de Laura Lebrel del Bosque (María Pujalte), una inspectora entrañable, ingeniosa, inocente, con unos métodos investigativos muy originales. Es una especie de Colombo en versión femenina y actualizada.
Pero sin duda, la carga de los cuidados de los hijos, dos gemelos muy revoltosos e inquietos, recae sobre la inspectora Lebrel del Bosque, hecho muy significativo, en este caso, porque su marido también es inspector de policía. Cuando el colegio quiere expulsar a los niños por una 'trastada' que han hecho, llama al personaje que interpreta María Pujalte, quien tiene que recogerlos y hacerse cargo de ellos aunque le dice al director "que tiene un trabajo que no le permite tener a sus hijos en casa". Su marido, Jacobo Salgado (Fernando Guillén Cuervo) del que se acaba de divorciar la inspectora porque le ha sido infiel con otra mujer, tiene el mismo trabajo, es también padre, pero no asume las mismas responsabilidades que la protagonista de 'Los misterios de Laura'.
Asimismo en otro momento de la serie, cuando ambos inspectores se tienen que reunir con la mediadora familiar tras su divorcio para gestionar cuestiones relativas a la custodia de los hijos, Jacobo Salgado no se presenta, mientras que Laura Lebrel sí lo hace, teniendo que disculpar a su marido y debiendo concertar otra cita con la mediadora que se declara muy ocupada y reticente a ello.
En conclusión, los estereotipos sobre las relaciones entre madres policías e hijas han ido evolucionando en las series españolas, y ya no sólo se cumple el cliché de disfuncionalidad absoluta. Asimismo se observa con más naturalidad a las mujeres que deciden no ejercer la maternidad sin tener que estar totalmente perturbadas y alcoholizadas. Pero es verdad que los cuidados de los hijos siguen residiendo en las inspectoras y policías mucho más que en sus colegas masculinos.