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Análisis | Guerra en Ucrania

De la guerra de guerrillas a la intervención de la OTAN: seis escenarios para el conflicto en Ucrania

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Desde la caída de Putin a una guerra de guerrillas, ¿qué puede pasar en Ucrania?

A falta de pocos días para que se cumplan dos semanas desde que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, las tropas rusas continúan combatiendo contra la inesperada resistencia del Ejército ucraniano, lo que ha roto los planes del presidente ruso, Vladímir Putin, de llevar a cabo una guerra rápida para acabar con el Gobierno de Volodímir Zelenski.

Aunque es difícil saber cómo se desarrollará el conflicto entre Rusia y Ucrania, existen diferentes posibles escenarios, desde un conflicto rápido o el uso limitado de armamento nuclear, hasta la intervención de la OTAN, el derrocamiento de Putin o una salida diplomática. Los expertos coinciden en que uno de los más probables es que el conflicto en Ucrania se convierta en una guerra de guerrillas que se prolongue durante años.

El catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide, Manuel Torres, afirma a RTVE.es que “aunque el Estado ucraniano colapse, ya se ha generado una respuesta popular de resistencia y esa no va a quedar neutralizada porque se imponga un Gobierno alternativo en Kiev."

Una guerra rápida, la alternativa cada vez más lejana

Trece días después de que Putin ordenara la invasión de Ucrania, los intensos combates continúan en el país ante la resistencia del Ejército y el pueblo ucraniano, lo que sugiere que el plan inicial de Moscú de llevar a cabo una guerra relámpago y establecer un gobierno títere no está saliendo como el presidente ruso deseaba. Por esta razón, la opción de que el conflicto en Ucrania sea una guerra rápida es cada vez más lejana.

Manuel Torres asegura que “por lo que se puede deducir de cómo se ha plasmado la intervención militar, cómo iban pertrechadas las tropas y el tipo de movimiento que han llevado a cabo (las tropas rusas) sobre el terreno, parece que el plan inicial era hacer colapsar en poco tiempo el Gobierno de Kiev a través de un ataque por múltiples frentes”. Sin embargo, Torres destaca que “lo que se han encontrado las tropas rusas sobre el terreno es algo muy distinto y eso ha obligado a replantear los planes militares”. “A diferencia de lo que el Kremlin había previsto, no va a ser una guerra rápida”, asevera.

En este sentido, el exoficial del Ejército ucraniano Yuri Lapaiev, quien se ha unido a las Unidades de Defensa Territorial de Kiev, afirma a RTVE.es que el plan de Rusia “era algún tipo de ataque relámpago y ocupar todo el territorio”. “Ese plan ha fracasado. Por lo que sabemos, la moral de los militares rusos está yendo ligeramente hacia abajo. Comprenden lo que está pasando”, subraya.

El analista del Instituto Nacional de Investigaciones Estratégicas de Ucrania, Mykola Bielieskov, cree que “se ha probado que el Ejército ruso no está tan capacitado como se decía o como predijeron los expertos occidentales”. “Rusia ha calculado mal, de nuevo. No esperaba esta resistencia que está viendo. Pensaba que instalaría un gobierno marioneta y que quizá algunos ucranianos protestarían, pero que serían aplastados y eso no ha ocurrido”, añade.

Un conflicto crónico, con guerra de guerrillas

Uno de los escenarios más probable, según los expertos, es que si Rusia toma la capital y el Ejército ucraniano pierde la unidad de mando, el conflicto en Ucrania se convierta en una guerra de guerrillas que se prolongue durante años.

El almirante Ángel Tafalla ex Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada afirma a RTVE.es que “en un futuro inmediato veo dos tipos de guerra: la que está actualmente, una guerra convencional que estimo que durará uno o dos meses; pero lo que sigue a continuación es previsiblemente un levantamiento popular de guerra de guerrillas y eso sí se puede prolongar bastantes años”.

Para Torres, este escenario sería “igualmente letal para Rusia”. “Tendría que soportar etapas de hostigamiento, de ataques, y por lo tanto, el horizonte sería una ocupación militar con un conflicto de media intensidad”, explica el catedrático.

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Cuando comenzó la guerra, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo un llamamiento a las armas a voluntarios de las Unidades de Defensa Territorial, formadas por civiles dispuestos a defender a su país. “De lo que Putin todavía no se ha dado cuenta es de que aunque el Estado ucraniano colapse, ya se ha generado una respuesta popular de resistencia y esa no va a quedar neutralizada porque se imponga un Gobierno alternativo en Kiev”, indica Torres, quien añade que “se ha originado un sentimiento patriótico de resistencia y no van a recibir esa tutela rusa con los brazos abiertos”.

Una guerra con intervención de la OTAN

La Alianza Atlántica ha manifestado en reiteradas ocasiones que no participará directamente en el conflicto en Ucrania, aunque en caso de que Rusia agreda a cualquier miembro de la OTAN, conllevará a la aplicación de su artículo 5, lo que significa que se vería como un ataque a todos los países socios de esa organización. Sin embargo, aunque “ni Rusia quiere una guerra con la OTAN, ni la OTAN quiere estar en guerra con Rusia”, según afirma Torres, se podrían dar escenarios en los que las fuerzas de la Alianza y las rusas terminaran enfrentándose.

El almirante Tafalla advierte de que “luchando contra una guerra de guerrillas y estando la frontera una con la otra pegadas, pueden pasar mil cosas”. “Teniendo en cuenta que es una raya muy delgadita y que cuando se combate los proyectiles no saben de fronteras, pueden pasar mil cosas”, asegura.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido de que su país defenderá a Finlandia, un país miembro de la Unión Europea pero no de la OTAN que vive bajo la amenaza rusa tras la invasión de Ucrania, en caso de que sea necesario. El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Isidro Sepúlveda, indica que “esto sí podría ser el comienzo de un enfrentamiento directo entre fuerzas OTAN y rusas”.

La OTAN descarta establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania

Putin también ha comparado las sanciones de Occidente con “una declaración de guerra” y, según Sepúlveda, si Rusia responde “de manera unilateral y de forma claramente sorpresiva”, “se podría desencadenar algún tipo de actuación con un grado de gravedad creciente”.

Entre la ayuda solicitada por el presidente ucraniano a los países occidentales, Zelenski ha pedido a la OTAN y a Estados Unidos la creación de una zona de exclusión aérea en su país, lo que impediría ataques por parte de Moscú. Sin embargo, la Alianza Atlántica ha descartarlo establecerla, ya que afirma que supondría la implicación directa de naciones europeas en el conflicto. “Declarar una zona de exclusión aérea implica entrar directamente en guerra con Rusia. Significa que los países van a derribar los aviones que sobrevuelan esa zona y eso sí que significa entrar en conflicto”, explica Torres.

La utilización limitada de armas nucleares

El presidente ruso ha puesto en alerta a las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia, algo que ha hecho que saltaran las alarmas sobre si Putin está dispuesto a emplear este tipo de armamento. Según el analista del Instituto Nacional de Investigaciones Estratégicas de Ucrania, “el argumento nuclear va dirigido a intimidar” y recalca que “Occidente se ha dejado intimidar”.

Torres explica que la amenaza de armas nucleares “es un riesgo que está presente”, pero considera que “no es tanto la posibilidad de terminar en un conflicto donde Rusia y Estados Unidos se intercambian armamento nuclear, sino que el Ejército ruso pueda emplear armas nucleares tácticas, que son dispositivos mucho más limitados”. “Cabe la posibilidad de que en una situación desesperada se hiciese un efecto de demostración de esta arma haciendo detonar uno de estos dispositivos puede que incluso en un espacio no habitado”, opina.

Por su parte, el almirante Tafalla cree que “las armas nucleares son irracionales de emplear” porque “el que las use sabe que le van a destruir sus ciudades”. “Amenazar sí se puede amenazar con armas nucleares estratégicas, pero dispararlas de verdad, no desde un punto de vista racional”, explica.

En este sentido, Isidro Sepúlveda afirma que “si Rusia entra en guerra con la OTAN serían cuatro potencias nucleares las que están en juego”. “Esto nos coloca en un escenario absolutamente imprevisible, porque desde el principio de la Guerra Fría el armamento nuclear se diseñó para no ser utilizado y en el momento en el que se vaya a utilizar las reglas del juego cambian dramáticamente y en consecuencia, una vez que se pone en marcha este mecanismo, nadie sabe bien dónde puede acabar”, asevera.

El derrocamiento de Putin

Uno de los escenarios menos probables es que, debido a la muerte de miles de soldados rusos y las consecuencias de las sanciones contra Rusia, Putin pierda apoyo e incluso el poder. El almirante Tafalla afirma que si Putin “se equivoca en el manejo de armas nucleares, se pasa con las amenazas o la guerra en Ucrania va de mal en peor y colapsa la situación económica, puede hacer que se cree un malestar en la cúpula del Ejército”.

El profesor Isidro Sepúlveda señala que “el Ejército ruso últimamente se ha incrementado de forma considerable, ha habido algunos relevos generacionales y los que han llegado prácticamente ya han realizado toda su escalada de méritos en el período Putin”. “Cabe imaginar que sean leales fundamentalmente porque esta es la única virtud que entiende Putin y esperar alguna especie de golpe de Estado por parte de los militares es realmente complicado”, explica. “No creo que se vaya a producir. Otra cosa es que los jerarcas del régimen den un golpe de palacio”, asevera.

En este sentido, Torres indica que el escenario de que Putin sea derrocado “no es imposible, pero lo veo poco probable”. “Sería que Putin viese socavada la base de su poder dentro de Rusia, que recibiese algún tipo de presión por parte de los oligarcas o la élite con las que comparte el poder dentro del régimen”, asegura. “Pero también es cierto que el régimen de Putin está fuertemente asentado, se ha perseguido y se ha eliminado la posible disidencia. No estamos hablando de un Gobierno pluralista donde puede haber voces discrepantes, sino que eso siempre ha sido como una traición y una jugada muy arriesgada para el que intenta llevarla a cabo”, añade.

Una salida diplomática

Otro de los escenarios que pondrían fin a esta guerra sería que ambas partes llegaran a algún acuerdo. Desde que las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania, las delegaciones de ambos países han celebrado tres rondas de negociaciones, en las que se han alcanzado acuerdos para abrir corredores humanitarios para la evacuación de civiles en algunas regiones ucranianas. Sin embargo, estas evacuaciones no se han podido llevar a cabo por la violación del alto el fuego.

El catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide cree que “la única alternativa para que la guerra finalizase sería que mientras el Gobierno de Kiev y Zelenski estén al mando, Rusia estuviese dispuesta a buscar el cese de hostilidades y algún tipo de solución de pacto” y opina que, en ese caso, “el conflicto podría terminar ahora”. Sin embargo, Torres descarta “una retirada unilateral por parte de Rusia porque para Putin sería admitir que ha sido derrotado de manera humillante y la propia supervivencia del régimen estaría en riesgo”.

Tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania con posturas muy distanciadas

Por su parte, Isidro Sepúlveda asegura que con estas negociaciones “ambos quieren ganar tiempo”. “Rusia quiere ganar tiempo para completar sus objetivos militares y Ucrania para que le lleguen los envíos de armas prometidos por los países europeos”, indica Sepúlveda, quien subraya que “este ganar tiempo lógicamente se cobra vidas y va en favor de un incremento de territorio que domina Rusia”. “El problema es que tienen poco con lo que negociar. Los ucranianos no se van a rendir y Putin no exige otra cosa que la rendición incondicional”.