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Charlotte Gainsbourg: "He retratado a mi madre para entender quién soy"

  • Estrena el documental Jane por Charlotte,  un perfil íntimo de su madre, Jane Birkin
  • RTVE.es entrevista a la actriz y directora francesa

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Charlotte Gainsbourg, en la presentación en Madrid de 'Jane por Charlotte'.
Charlotte Gainsbourg, en la presentación en Madrid de 'Jane por Charlotte'.

En 1987, Agnès Varda decidió retratar a la actriz británica Jane Birkin, que estaba entonces preocupada por cruzar la barrera de los 40. Jane B. par Agnès V.  era un retrato fílmico libre que servía además como documento de Kung-fu Master la película de ficción que Birkin rodaba en paralelo con Varda. Para Charlotte Gainsbourg, que entonces tenía 16 años, fue un agobio: Varda prácticamente acampó en su salón durante un año. “Solo quería encerrarme en mi habitación”.

Todavía no había fallecido su padre Serge Gainsbourg (en 1991) ni su hermana Kate Barry (hija de Birkin y el compositor John Barry, que murió en 2013 tras caer de un edificio). El tiempo ha herido a madre e hija, pero ambas han encontrado un modo de rencontrarse y sanar rodando Jane por Charlotte, un documental que de algún modo retoma la idea de Varda, aunque el retrato sea ahora el de una mujer de 75 años.

Charlotte Gainsbourg tuvo que construir una identidad casi contra la fama de sus padres, una de las parejas más icónicas del siglo XX. “Empecé a hacer cine a los 12 años y a los 14 a hacer entrevistas. Todas las preguntas eran sobre mis padres, no lo entendía. Era una adolescente, un poco rebelde, y por supuesto me negaba. Se separaron cuando tenía nueve años, recuerdo muchas cosas malas”.

'Jane por Charlotte', una conversación entre madre e hija

Sin ideas previas, dejándose llevar, Birkin comenzó a grabarse hablando con su madre durante una gira de Birkin en Japón. No funcionó. Había tensión: a la madre le costaba abrirse y el fondo de lo que buscaba la hija era peliagudo: “¿Qué significo yo para mi madre?”. Dos años después, encontraron el punto de intimidad necesario y el documental es un acceso directo a una singular vida familiar. “Estaba buscando a mi madre y tratando de retratarla, pero también tratando de entender quién era yo para ella así que también me estaba retratando. He hecho la película de manera egoísta”.

La complejidad de la maternidad

Jane por Charlotte no trata de matar a la madre sino de amarla. Aunque la relación con Birkin parezca algo fría para los estándares latinos, la película está llena de la confesionalidad francesa e incluye una emotiva carta de amor. Charlotte incluye además a su propia hija, como último eslabón de una cadena de afecto compleja. “Cuando la gente empezó a ver la película, entendí que les fascinaba no porque la conocían, sino porque conectaba con su experiencia como hijos o padres. Fue conmovedor entender que resonaba una complejidad”.

También es el retrato de un icono por el que pasa el tiempo. Algo con lo que la hija, que acaba de cumplir 50 años, también transita. “Por eso no utilicé imágenes de ella con 20 o 30 años. Para un intérprete es muy difícil envejecer. Quería a mi madre hoy. Su edad, su sufrimiento, las cosas por las que ha pasado, la pérdida de una hija, la ausencia, la enfermedad, su humor su excentricidad, lo increíble que es como mujer. Es obvio que es una mujer hermosa y era un icono, pero eso no me importa”.

Dice Gainsbourg que el documental le ha enseñado a abrazar el caos en la creación. “He aprendido que se puede hacer una película por accidente. El director que más admiro es Lars von Trier (con quién rodó en Anticristo, Nymphomaniac y Melancolía) y con él mi impresión es que todo trata de accidentes. No sabía qué estaba haciendo y esa es la mejor manera. Siempre ha sido así para mí: tengo miedo al escenario e hice películas y música por accidente. En cierto modo, nunca me siento responsable de lo que hago. Simplemente sucede y es un feliz acontecimiento”.

Aunque Serge Gainsbourg es un personaje en off, la secuencia más sobrecogedora es cuando madre e hija visitan el antiguo apartamento familiar, que ha estado cerrado desde la muerte del cantante, y que Charlotte planea convertir en museo. “Coincidió con mi regreso a París tras vivir en Nueva York. Sufrí una depresión y el psiquiatra me dijo: no es raro, vuelves a Francia y entras con tu madre en la casa de tu padre después de 32 años. Creo que hago todo esto no para cerrar un círculo, sino para poder crecer”.