Giro a la derecha en Corea del Sur tras la victoria del conservador Yoon Suk-yeol en las elecciones presidenciales
- Supone un giro a la derecha y rompe los ciclos de diez años de alternancia entre conservadores y progresistas
- Han sido los más reñidos desde que los surcoreanos pudieron volver a poder votar libremente hace 35 años.
El político conservador Yoon Suk-yeol ha ganado este miércoles las elecciones en Corea del Sur con el 48,58% de apoyo, apenas ocho décimas más que su principal rival, el liberal Lee Jae-myung, según ha informado la Comisión Nacional Electoral del país.
La victoria de Yoon, que será presidente durante los próximos cinco años en sustitución del liberal Moon Jae-in, supone un giro a la derecha y rompe los ciclos de diez años de alternancia entre conservadores y progresistas que se venían sucediendo desde que el país recuperó la democracia en 1987.
Estos comicios presidenciales, que han contado con una participación estimada del 77,1% (una décima menos que las elecciones de 2017) y se han decidido por solo unos 260.000 votos de diferencia, han sido los más reñidos desde que los surcoreanos pudieron volver a poder votar libremente hace 35 años.
Tomará posesión en mayo
Lee, del gobernante Partido Democrático (PD), y Yoon, del Partido del Poder Popular (PPP), llegaban a las urnas prácticamente empatados, según los últimos sondeos publicados antes de la votación.
Tras una campaña cargada de escándalos y descalificaciones en la que los dos candidatos favoritos han estado siempre muy igualados, Lee ha reconocido su derrota minutos antes de que la NEC diera por ganador a Yoon y ha felicitado a su rival en un comunicado que ha leído en la sede de su formación, el Partido Democrático (PD).
Tras el anuncio de la NEC, Yoon ha salido de su domicilio y agradecido brevemente ante las cámaras el apoyo de los votantes antes de poner rumbo a la sede su bloque, el Partido del Poder Popular (PPP), en el distrito de Yeouido en Seúl.
Yoon tomará posesión el próximo 10 de mayo sustituyendo al liberal Moon Jae-in, que al igual que el resto de presidentes surcoreanos, solo puede gobernar durante cinco años y no puede repetir en el cargo por mandato constitucional.
El nuevo presidente se debe enfrentar a varios desafíos, incluido el de la peor ola de contagios de COVID-19 que vive el país desde el inicio de la pandemia, la creciente desigualdad y el aumento de los precios de la vivienda, mientras se navega por un mundo cada vez más tenso por la guerra de Ucrania a raíz de la invasión rusa.
Según se había reflejado en encuestas previas, los votantes también quieren que el nuevo presidente elimine la corrupción yproseguir las negociaciones
para frenar las ambiciones nucleares de Corea del Norte.