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Exposición en Sevilla

Luis Gordillo y el desarrollo de los colores: de las técnicas analógicas a las digitales

  • Una exposición en la Fundación Luis Gordillo en el Espacio Santa Clara (Sevilla) hasta el 28 de febrero de 2023
  • La crítica española ha utilizado el término de “gordillismo” por las generaciones influenciadas por su obra

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Exposición "Manicromático" de Luis Gordillo

Luis Gordillo comenzó en los años sesenta y, a lo largo de toda su obra, ha manejado todas las técnicas productivas que estaban a su alcance. “Es decir, yo cogía una imagen y la transformaba de color”, cuenta el artista en la inauguración de su exposición en la Fundación Luis Gordillo en el Espacio Santa Clara, en Sevilla.

Quiero que me cambie esta cara en todos los colores que usted pueda.

El pintor ha utilizado para cambiar los colores de la misma imagen infinidad de técnicas. “Al principio, empleé la imprenta”, nos cuenta. “Yo llevaba las historietas mías a una imprenta: mire usted quiero que me cambie esta cara en todos los colores que usted pueda. Me miraban extrañados del encargo que hacía.”

El proceso de la imprenta tras tener todas las planchas era de completa libertad. “Donde había amarillo yo ponía verde, donde había verde yo ponía rojo y jugaba con el azar mucho. El azar es un arma importantísima en la pintura y en el arte. Yo creo que los mejores hallazgos aparecen en el azar”.

Desarrollo del color de la imagen de Peter Sellers, 1978

Desarrollo del color de la imagen de Peter Sellers, 1978 Luis Gordillo

La exposición

Al entrar en la exposición en el Espacio Santa Clara, en Sevilla, encontramos “Desarrollo del color de la imagen de Peter Sellers” (1978), unas pruebas de imprenta que se han convertido en una obra importante de Luis Gordillo. Sin embargo, admite que “queda material, con el que puedo hacer ambientes. Todavía puedo jugar porque, realmente esto que hago, es un juego con técnicas distintas”.

Las posibilidades de color que dan los programas de edición en el ordenador son infinitas

“Cuando ha llegado la ola digital, evidentemente ha sido una explosión lo que se puede hacer con el ordenador transformando esa imagen. Es realmente astronómico y todavía está por emplear mucho”. Las posibilidades de color que dan los programas de edición en el ordenador son infinitas. “Eso no tiene límite y da lugar a obtener colores muy interesantes y muy expresivos”. El ordenador se ha convertido en una fuente de hallazgos sustanciales.

Sin embargo, cuantas más opciones hay, también hay diferentes posibilidades. Luis Gordillo se define a sí mismo como “un dudador profesional”. El artista nunca daba por terminada una obra. “Se puede decir que ahora dudo menos”, explica Gordillo. El pintor considera que, “en general, en el arte, el azar es muy importante. La posibilidad de desarrollo que tiene una obra son muchísimas y tienes que elegir una. Eso es dramático. Trabajando en un cuadro, puedo atacar por un lado o con otro concepto por otro lado. Tú tienes que decidirte todos los días y a todas horas. Eso realmente es muy duro”.

El cuadro se me despierta y me dice cuáles son sus virtudes.

“Yo ahora es cuando empiezo a reconocer mi obra”, explica Luis Gordillo, “empiezo a ver catálogos antiguos y voy autorreconociendo. En algún momento, el cuadro se me despierta y me dice cuáles son sus virtudes”.

El artista también reconoce que la seguridad le ha venido de los otros. “Cuando yo he visto que mi obra era alabada por los críticos y se me hacían exposiciones, yo he confiado en mi obra a través de los otros”. De hecho, desde hace tiempo la crítica española ha utilizado el término de “gordillismo” porque hubo generaciones influenciadas por su obra, como los grupos de los años sesenta y setenta. La influencia llegó a afectar a las formas de elegir y aplicar el color. “Artistas como Alcolea o Carlos Franco tomaban elementos de mi obra y admiraban mi obra bastante. Eso ha continuado hasta ahora. Hay muchos jóvenes que se sienten emparentados con mi obra. Yo diría que ese es el gordillismo”, intenta definirlo el pintor.

El trabajo de Luis Gordillo ha sido analizado pormenorizadamente: sus trabajos con series, los estudios del fragmento, la multiplicación de la imagen, la adición de elementos, etc.

Un maniático del color

Manicromático nos traslada a la raíz de palabras como maniático y manicomio. De hecho, Luis Gordillo nos confirma que “esa es la idea: Un loco del color”. El nombre de la muestra, confirma, que surgió “por azar. Sale momentáneamente. Sale ¡paf!”

Sin embargo, el comisario de la exposición, Luis Martínez Montiel afirma que “no es tan azaroso como parece”. Sobre la obra, incide en que “es el juego de ir incorporando capas sobre capas y sorprendiéndose de los logros que va consiguiendo, pero, algo que puede parecer excesivamente azaroso, realmente no lo es. Si uno se fija en las obras que tenemos en la exposición, vamos a ver por dónde va el corte, la selección de los cambios de color, la selección en la variabilidad y en las derivas que hace del color son muy meditadas. Son muy pensadas y son, realmente, muy ordenadas”.

Secuencias Trio gris y vinagre, 1977

Secuencias Trio gris y vinagre, 1977 Luis Gordillo

Martínez Montiel define la exposición como un “reto importantísimo porque, como sabéis, es muy difícil dar una nueva visión de Luis Gordillo”. A pesar de ser el color una labor fundamental dentro del trabajo del artista porque es el motor de la seriación, nunca se había expuesto poniéndolo como foco de una muestra. El comisario de la exposición explica que “creíamos que utilizar el color como hilo argumental y como estructura de la propia exposición nos venía muy bien porque era añadir algo nuevo al conocimiento de la obra de Luis Gordillo”.

Martínez Montiel confirma que el color “ha ido evolucionando desde la imprenta hasta el ordenador”. Las transformaciones cromáticas han mutado las posibilidades emocionales de sus obras. En el espacio de la Fundición Luis Gordillo de Sevilla se puede comprobar el rico uso del color en las series del artista y el valiente desvío de los colores tradicionales.

En la muestra disfrutaremos de piezas ya consolidadas como las variaciones del Trio gris y Vinagre de 1977 o Los pulmones no son las almas versión montaña de 1996. También cuentan con obras más recientes como Mi querida Hormiga de 2008, la serie Colouring book de 2016 o Transmigración de las almas de 2020.

Gracias a la evolución de lo analógico a la digital,  el comisario de la exposición explica que esto “le ha ido permitiendo seguir haciendo nuevas interpretaciones”. De hecho, Trio gris y vinagre es el primer juego donde el artista plantea la repetición de tintas y de papeles diferentes de todas las sobras de la imprenta. Esta obra se diferencia enormemente de Mi querida hormiga, que ya es un color digitalizado con características totalmente distintas.

El color era el que estructuraba los cambios en las formas.

Según el comisario, la idea fundamental de sus obras es que “el color era el que estructuraba los cambios en las formas”. Luis Gordillo trabaja con unas variedades seriales marcadas por la variación de colores. “Luis es un maniático como se ve porque coge un objeto y lo tortura, aunque ya os digo que con el color él lo que hace es divertirse”.

Serie Nueva York, 1974

Serie Nueva York, 1974 Luis Gordillo

Toda esta explosión de color se contrata con la serie Nueva York (1974), que es en blanco y negro, pero que “incluso sin color es capaz de sugerirnos que tiene una variación del color”, admite el Luis Martínez Montiel.

Lo que todas las obras tienen en común son la sutileza del gesto de Luis Gordillo. En él, destaca el comisario, “vemos no solo el color, sino la elección de donde corta el color, dónde empieza el otro, cómo se recorta la hoja… Hace de una cosa compleja algo sencillo y divertido. El color es la obra de un matemático. Luis Gordillo es un matemático. Juega con las permutaciones, con las combinaciones, con las variaciones. Él las convierte en lo más lúdico posible”.

Es realmente Luis Gordillo un matemático del color

Martínez Montiel cree que “es realmente Luis Gordillo un matemático del color”. Para comprobarlo, solamente hay que ver cómo pone orden al caos para entender el cuidado trabajo con que cada una de sus obras son usadas como fórmulas. Luis Gordillo trabaja la pintura como “un lenguaje formal que se usa como herramienta para plantear problemas en contextos específicos”. El entrecomillado es una de las definiciones más populares de las matemáticas y no podría coincidir más ni mejor con lo que hace el artista. Al contrario de lo que puedan pensar, su obra no es espontánea ni parte de premisas ya sometidas, sino que cada una de sus obras se ha convertido en un problema al que solo con la constancia da la solución.

Os invitamos a disfrutar de la explosión de colores de las series matemáticas en la Fundación Luis Gordillo en el Espacio Santa Clara, en Sevilla. Este juego que permite al propio artista sorprender y sorprenderse estará expuesto hasta el 28 de febrero de 2023.