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La soledad del médico rural ante la pandemia: "En pueblos más pequeños no hay conexión ni cobertura"

  • Más de 8 millones de personas en España viven en el medio rural
  • La mayoría de médicos de atención primaria rural se concentran en las dos castillas y en Aragón

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Más cerca - Los médicos rurales, tras dos años de pandemia

El médico rural es el único que llega a los pueblos más remotos, pero la pandemia del coronavirus ha cambiado su forma de trabajo, marcada por la cercanía con el paciente. Lo comprobamos acompañando a Javier Ayllon en una jornada. Vemos como, hasta en un breve descanso para tomar un café, pasa consulta al vecino que en el bar está pendiente de unos resultados. También atiende al que, en la sala de espera, tiene cita con otro compañero. Javier se acerca a preguntar qué le pasa. Conoce a su familia, pregunta cómo va el problema de su madre, el brazo de su hija o la nueva medicación de una hermana.

"El problema es que al principio no sabíamos qué hacer"

A doña Amparo, una vecina de 85 años de Velilla de San Esteban, un pueblo de 10 habitantes, no le parece mal que el médico se desplace hasta allí un día a la semana. Llevaban más de dos años con el consultorio cerrado, sin médico y sin enfermero. Hace pocos meses, con la desescalada de la COVID-19, se ha reabierto el consultorio uno o dos días a la semana. El método de trabajo ha cambiado. Ahora, el centro de salud está casi vacío: “Hay un goteo constante de pacientes, para que no estén todos esperando en la puerta de la consulta. El problema es que al principio no sabíamos qué hacer, no podíamos auscultar un paciente. Si tenía síntomas, ya directamente había que traerlo al centro en San Esteban para hacer pruebas”. Lo dice Ramón García, médico de familia.

Antobio Barbero añade: “El hecho de que no puedas pasar una consulta como lo hacías habitualmente, ha creado desamparo en las zonas más alejadas, en las localidades más pequeñas". El último médico que se ha incorporado a este centro está ahora de baja por COVID-19. Sus compañeros nos cuentan que viene de la medicina de familia urbana: “Se iba a casa con la preocupación de no poder atender bien a un paciente. Ahora, sale de trabajar con la sensación de haber hecho las cosas bien. De poder dedicarle más tiempo a un paciente".

El hecho de que no puedas pasar una consulta como lo hacías habitualmente, ha creado desamparo en las zonas más alejadas, en las localidades más pequeñas

San Esteban de Gormaz es una localidad de la provincia de Soria con 2.986 habitantes (INE:2021). Un tercio de ellos tienen más de 65 años. En su centro de salud trabajan 10 médicos que atienden también a pacientes de otros 46 municipios, todos de la zona suroeste de la provincia. “A mi cargo tengo 5 municipios, a diario paso consulta en San Esteban y en Langa de Duero. En los demás paso consulta martes o viernes, un día a la semana. Algunos no llegan a 10 habitantes, pero hay que llegar hasta ellos”, dice Javier Ayllon.

En el consultorio médico de Langa de Duero se mantiene un servicio de urgencias las 24 horas, el mismo que en el centro de salud de San Esteban. Según el estudio Medicina y el médico rural en la actualidad, del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, más de la mitad de los médicos rurales disponen del hospital de referencia a más de 30 km de distancia de sus consultorios y el 15% a más de 60 Km. Desde Langa de Duero, la distancia al hospital se amplía hasta los 100 km, por lo que mantienen servicio de guardia en los dos puntos.

Cuando tienes una cuestión de urgencia o de gravedad o la necesidad de un especialista, tienes que derivar al paciente al hospital más cercano y Soria está a más de 70 kilómetros

"El problema es que, cuando tienes una cuestión de urgencia o de gravedad o la necesidad de un especialista, tienes que derivar al paciente al hospital más cercano y Soria está a más de 70 kilómetros. Por suerte tenemos un convenio con Burgos, que nos permite derivar a pacientes al hospital de Aranda de Duero. Desde Langa, hay menos de 40 kilómetros", explica Ayllón.

Los viajes por carretera, el compañero de cualquier medico rural

El informe de medicina rural refleja que el 45% de los encuestados realiza más de 50 kilómetros diarios recorriendo las poblaciones donde trabaja. “Si solo voy a Langa de Duero, son unos 20-25 kilómetros. Los días que me muevo a otras localidades, en torno a 50. No me gusta conducir y vivo en San Esteban, pero, de los 10 médicos, solo dos vivimos aquí. El resto o vienen desde Soria o desde Burgo de Osma, una localidad cercana".

Antonio Barbero, otro de los médicos del centro de salud, recorre 140 kilómetros diarios sin contar con los desplazamientos entre los pueblos donde pasa consulta. Son 70 kilómetros de ida y 70 de vuelta a su casa. “Mi último coche tiene 80.000 kilómetros, es de hace dos años y lo utilizo para trabajar casi únicamente. En toda mi vida laboral no sé cuántos coches he gastado, el anterior que tenía lo cambié con 500.000 kilómetros de los que menos de 50.000 son por irme de viaje o de vacaciones”.

Uno de los datos que destacan en la encuesta es que el 88% de médicos rurales se hacen cargo de los gastos de desplazamiento, así como del cuidado de sus vehículos, de los seguros de accidentes y del kilometraje o el consumo de combustible. “Nos contabilizan el kilometraje de los puntos donde nos movemos a trabajar, pero el que viva fuera se traslada por su cuenta hasta el centro donde empieza la jornada. Es necesario un seguro. Al menos aquí tenemos el del servicio de salud de Castilla y León, porque un seguro normal puede no cubrir, por ejemplo, un accidente por llevarte un animal, algo muy común en esta zona. No conozco a ningún compañero que no haya chocado con un ciervo, un corzo, un jabalí”, cuenta Javier Ayllon.

La pediatría en Soria es deficitaria. Aunque la población está envejecida, sigue habiendo niños, se sigue necesitando la atención pediátrica

En el caso de este centro, el pediatra solo pasa consulta dos días a la semana. José Luis Martín recorre varias localidades: La pediatría en Soria es deficitaria. Aunque la población está envejecida, sigue habiendo niños, se sigue necesitando la atención pediátrica. Yo recorro varios centros de salud; dos veces a la semana aquí, otras dos en San Leonardo de Yagüe y luego un día en Arcos de Jalón y San Pedro Manrique. Cuando no estoy, son los médicos de familia del centro los que cubren mi labor. Hay una falta de relevo, no a todo el mundo le apetece coger el coche todos los días y hacerse tantos kilómetros”.

Falta de relevo: un perfil médico en peligro de extinción

“Yo soy el más mayor de los que hay aquí. Si me pudiera jubilar, me jubilaba, pero también te da cargo de conciencia irte, porque a ver quién viene, no hay relevo, dice Raúl Martínez, médico de familia. La media de edad está en más de 50 años y un tercio supera los 60. El 28% se jubilará en los próximos cinco años, según el estudio de medicina y el médico rural. “La sanidad rural es muy difícil de vender, esto es tener vocación. La gente prefiere quedarse en las ciudades, aunque hace falta que se dé más a conocer en las universidades”, añade Antonio Barbero, médico de familia.

La sanidad rural es muy difícil de vender, esto es tener vocación

El 55% no tiene acreditado su centro de trabajo para la docencia. El 80% no son tutores y el 57% no es colaborador docente. “En nuestro caso, el problema es que somos el área de salud más alejada de Soria, somos el último centro que piden. Por suerte somos un centro puntero, fuimos de los primeros centros rurales en tener un ecógrafo, en traer aparatos que no tienen la mayoría de centros de los pueblos. Tenemos residentes, también hacemos formación interna diaria a nuestros compañeros y vienen de fuera a formar. La medicina que hemos estudiado cualquiera de los que estamos por aquí es de hace 40 años. Si no te formas, estás perdido” explica Antonio Barbero.

Una de las quejas es la falta de representación en el profesorado de las universidades. “El problema es la súper especialización. Es muy necesario tener especialistas y tenerlos muy preparados, pero se deja de lado al médico de toda la vida. No somos expertos, como un cardiólogo o un nefrólogo, pero sabemos un poco de todo y podemos atender de primera mano a cualquier paciente”, dice Ramón García.

Es muy necesario tener especialistas y tenerlos muy preparados, pero se deja de lado al médico de toda la vida

Internet y teléfono: los problemas de los pueblos más recónditos

El 60% de los médicos asegura tener buenas telecomunicaciones. “En San Esteban o en Langa sí, pero en muchos pueblos más pequeños y alejados no solo no hay conexión, sino que tampoco tienes cobertura”, explica Javier Ayllón.

Los sistemas están digitalizados y todo se hace por un ordenador: “Cuando recorro los pueblos, me llevo el portátil y con eso tengo acceso a todos los informes que hayamos hecho en el centro de salud. Pero, si un paciente ha ido a consulta al hospital o a hacerse un análisis, yo no tengo acceso a ese documento, hasta que llegue al centro y conecte el ordenador para sincronizarlo, a no ser que lo traiga impreso. Todas las cosas que hago en estos pueblos pequeños, tengo que terminarlas cuando llego al centro de salud Por ejemplo, si tengo que pedir al paciente una cita o una analítica, tengo que esperar hasta tener conexión".

“La medicina rural es la síntesis de lo que es toda la medicina, aquí tienes que hacer de todo. Si vives en una ciudad y tienes la sensación de sufrir un infarto, te vas al hospital. Aquí vienes a nosotros y, en lo que llega la ambulancia, yo te tengo que tratar”, cuenta Ramón García. “La relación con el paciente es distinta, conoces el contexto su familia, sabes sus condiciones de transporte. Por ejemplo, te piensas mucho más si derivar a un paciente al hospital en Soria cuando conoces que tiene dificultad para llegar hasta allí o su familia no puede llevarle", añade Antonio Barbero.

La medicina rural es la síntesis de lo que es toda la medicina, aquí tienes que hacer de todo