Llegan a Cantabria 48 refugiados procedentes de Ucrania
- Un grupo de cinco empresarios han fletado un autobús para recogerlos
- Han recorrido 2.500km en 40 nhoras
- Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo
Llegan a Cantabria 48 refugiados procedentes de Ucrania, gracias a un autobús fletado por 5 empresarios cántabros. Muchos de ellos huyen por tercera vez de una guerra. Tras un viaje de 2.500km y una duración de 40 horas, van recuperando poco a poco fuerzas en algunos albergues de la zona.
Cansados, pero tranquilos
“No recordaba lo que era dormir 8 horas sin escuchar las sirenas por las bombas y salir corriendo a algún lugar seguro“
Poco a poco, los primeros refugiados de Ucrania van recuperando las fuerzas en tierras cántabras. En el entorno de un albergue de San Vicente de la Barquera, un grupo de niños y de niñas juegan tranquilamente a la pelota. En él se alojan 22 de las primeras 48 personas que llegan huyendo de la guerra. Tatiana es madre de tres de ellos y dice que "no recordaba lo que era dormir 8 horas sin escuchar las sirenas por las bombas y salir corriendo a algún lugar seguro." En este lugar aún hay hueco para una decena de personas más si fuese necesario. Mientras, todos respiran calma.
Huyen por tercera vez
Los adultos se van adaptando a su nueva residencia. En la planta baja está la cocina, los baños y un gran salón multiusos. Allí se reúnen para seguir de cerca las últimas noticias que llegan de su país. Entre ellos, hay un grupo de refugiados de Georgia. Es la tercera vez que huyen de un conflicto bélico. "Este verano nos iban a entregar nuestra nueva casa. Es un desastre empezar de nuevo. Es muy difícil", nos contaba una refugiada con lágrimas en los ojos.
“Lo han destruido todo. No hay futuro“
Patricia, también de Georgia, afirma que la guerra no ha comenzado ahora. "Todo empezó hace ocho años con la invasión rusa de Crimea y el Donbass. No paraban de bombardearnos. No pienso volver si se quedan los rusos en el país. Lo han destruido todo. No hay futuro."
Han recibido la visita de los concejales del municipio y de algunos voluntarios que han donado mantas, estufas, juguetes y comida. Todo para que, a pesar de las circunstancias, se sientan como en casa.