Ucrania denuncia que Rusia ha bombardeado un hospital infantil en Mariúpol
- Hay 17 adultos heridos en el ataque aéreo durante el alto el fuego en la ciudad al sureste del país
- Bajo los escombros no hay niños ni muertos, según el primer informe de las autoridades ucranianas
- Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo
Ucrania ha acusado a Rusia de perpetrar un ataque aéreo contra un hospital materno-infantil en la ciudad portuaria de Mariúpol, al sur del país, en el que al menos 17 adultos han resultado heridos.
El primer informe de las autoridades avanza que "no hay niños" entre las víctimas y "ningún muerto", según ha indicado el funcionario regional Pavlo Kirilenko, a pesar de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró antes que había menores "bajo los escombros".
"La destrucción es colosal", ha afirmado el alcalde de la ciudad tras el bombardeo, que ha ocurrido cuando estaba en vigor un alto el fuego en corredores humanitarios para evacuar a los civiles atrapados por la invasión rusa de Ucrania.
Por su parte, Zelenski ha calificado el acto de un "crimen de guerra" y ha pedido unidad en la condena del mismo, "que refleja todo el mal que los invasores han hecho a nuestro país". En un mensaje de vídeo, el mandatario ha afirmado que se está cometiendo un "genocidio de ucranianos".
Unos 300.000 civiles llevan días atrapados por los combates en el estratégico puerto de Mariupol, en el sureste del país, a orillas del mar de Azov, privados de agua, alimentos y electricidad y donde la ayuda humanitaria no ha podido llegar.
Mariúpol es último enclave en disputa con salida al Mar de Azov y un objetivo estratégico para Moscú, que intenta controlar toda una franja que va desde la costa del Mar Negro (con el puerto de Odesa como pieza clave) hasta las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk, reconocidas por Rusia.
La ciudad portuaria lleva 9 días asediada por la ofensiva rusa, con barrios sin electricidad, agua y calefacción bajo las bombas, unas condiciones que Cruz Roja ha calificado de "apocalípticas". Su población civil continúa atrapada después de varios intentos fallidos para abrir corredores humanitarios para su evacuación.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha pedido a la comunidad internacional una intervención en la localidad en la que han muerto 1.200 civiles, según han cifrado las autoridades locales, mientras el presidente ruso Vladímir Putin y otras figuras del Kremlin han negado haber atacado a civiles en su asalto a Ucrania.
Infraestructuras civiles y sanitarias en el punto de mira
Las autoridades de la región de Donetsk han denunciado que otras instalaciones sanitarias, como un centro médico, han sido también atacadas en la zona durante el alto el fuego acordado para la evacuación de civiles.
"Rusos, no solo habéis cruzado la línea de lo que es aceptable en las relaciones entre Estados y pueblos, sino que habéis cruzado la línea de la humanidad", ha reprochado Pavlo Kirilenko en un comunicado difundido a través de Facebook.
En Twitter, Zelenski ha tachado el ataque de "atrocidad" y se ha dirigido, de nuevo, a los líderes mundiales para pedir ayuda: "¿Cuánto tiempo más seguirá el mundo siendo cómplice e ignorando el terror? ¡Declarad ahora mismo la zona de exclusión aérea! ¡Detened la matanza! Tenéis el poder, pero parece que estáis perdiendo humanidad".
La Organización Mundial de la Salud ha confirmado hasta el momento al menos 10 muertos y 16 heridos en 18 ataques contra centros sanitarios y ambulancias desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
Condena internacional
"Hay pocas cosas más depravadas que atacar a los vulnerables e indefensos", ha sentenciado primer ministro británico, Boris Johnson, en Twitter, para anunciar también que el Reino Unido "está explorando más apoyo para que Ucrania se defienda de los ataques aéreos", después de haber aprobado el envío de armamento anti-tanques. "Haremos que Putin rinda cuentas por sus terribles crímenes".
Por su parte, la Casa Blanca ha denunciado el "bárbaro" uso de la fuerza militar contra la población civil, "inocentes en un país soberano", en palabras de la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Jen Psaki. El Vaticano considera el bombardeo "inaceptable" y ha insistido en la necesidad de abrir "corredores humanitarios".
También la Directora Ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, ha condenado el ataque en sus redes sociales y ha dicho estar "horrorizada". "Estoy horrorizada por el ataque que se ha producido hoy en un hospital de maternidad en Mariúpol (Ucrania), un ataque que, al parecer, ha dejado a niños pequeños y a mujeres de parto enterrados bajo los escombros de los edificios destruidos. Todavía no sabemos el número de víctimas, pero nos tememos lo peor", ha escrito en Twitter.