Los voluntarios trabajan en Zhitomer, una ciudad arrasada por las bombas: "Hubo una explosión y ya no queda nada"
Los bombarderos rusos han atacado con fuerza la ciudad de Zhitomer, al oeste de Kiev, donde los misiles han destrozado un hospital, una escuela y una zona de viviendas. Entre los escombros deambulan muchos vecinos que aturdidos intentan despejar el área afectada para retomar una vida cotidiana que se ha congelado en el tiempo.
Uno de los habitantes de Zhitomer relata hundido como ha perdido su casa: "Hubo una explosión y luego ya no quedaba nada". Este hombre ayudó a familias que se encontraban atrapadas y presenció la muerte de una mujer de unos 30 años, madre de un bebé recién nacido.
Viviendas arrasadas por las bombas
Otro de los voluntarios, Yuri, dice que no quiere pensar. Su único objetivo es trabajar junto a las casas arrasadas y los vehículos convertidos en chatarra en lo que antaño fue una urbanización de viviendas. Ahora apenas queda nada en pie entre los cráteres causados por las explosiones.
Vitali, un joven informático, asegura que los ataques fueron como un terremoto y ahora pasa muchas horas limpiando hombro con hombro junto a decenas de voluntarios. Relata con tristeza que la guerra ha cambiado todos sus proyectos: en abril iba a casarse y marcharse de luna de miel a Tenerife pero ahora no se atreve a planificar nada.
La imagen es desoladora. Las bombas también han caído sobre una funeraria pero algunos féretros se han salvado. "Ahora serán para los rusos", dicen los vecinos.
Las fuerzas rusas han aumentado este sábado la presión sobre el territorio ucraniano. Las tropas se encuentran a unos 25 kilómetros de la capital, según el Ministerio de Defensa británico. Son ciudades asediadas donde no se detienen los bombardeos sobre áreas civiles.
Los ataques aéreos de este sábado han incendiado una terminal petrolera en la ciudad de Vasilkov, en la región de Kiev, mientras en otros puntos del país continúan los cortes de suministro de agua y electricidad.