Cinco mil millones de personas ya cuentan con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus
- Equivale a casi dos tercios de la población mundial; en total, 4.460 millones de personas tienen la pauta completa
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Tras más de un año con la campaña de vacunación contra el coronavirus en marcha, más de 5.000 millones de personas -casi dos tercios de la población mundial- ya tienen al menos una dosis de la vacuna y de ellos, unos 4.460 millones tienen la pauta completa de la vacuna. Pese a la buena noticia, las diferencias entre territorios persisten 14 meses después de los primeros pinchazos.
Con los últimos datos de Our World In Data, se observa que el ritmo de administración de dosis está lejos del registrado en los meses de verano, donde llegaron a anotarse más de 40 millones de inyecciones diarias. Ahora, las dosis no llegan a los 15 millones diarios.
Objetivo: llegar al 70% de la población con pauta completa en junio
El objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) era vacunar con la pauta completa al 70% de la población en junio de 2022, pero a día de hoy, con la cifra en torno al 57%, está lejos de cumplirse, por la gran desigualdad entre regiones del mundo.
Así, mientras el 83% de la población de la Unión Europea, el 73% de los asiáticos y el 72% de los norteamericanos cuentan con al menos una dosis, solo el 20% de los africanos ha recibido una dosis de una vacuna contra el coronavirus.
Siempre se piensa en África cuando se citan las diferentes velocidades en el mundo en la inmunización frente a la pandemia. Y es cierto, porque más de mil millones de personas que viven en este continente no han recibido ninguna inyección para protegerse contra el SARS-CoV-2, más de un año después de empezar a administrarse los sueros.
Pero en Europa también hay más de 240 millones de personas que no han recibido la primera dosis de la vacuna (109 millones viven en países de la Unión Europea). En Rusia, un país de 145 millones de habitantes (datos de Naciones Unidas), el 46% de la población no se ha vacunado; y en Ucrania, país destrozado por la invasión rusa, dos de cada tres habitantes (el 64% de sus 43 millones de habitantes) no se había vacunado. Desde que comenzó el ataque del Kremlin, se detuvo la vacunación en el país.
Del mismo modo, en América del Norte hay 168 millones de personas que no tienen ninguna dosis de la vacuna, y otros 72 millones de personas en la región de Latinoamérica y el Caribe.
Las desigualdades no solo se observan entre continentes, sino también entre los diferentes países dentro de estos. Y el factor diferencial es la renta: de los 69 países del mundo de renta media-baja o baja, según la clasificación del Banco Mundial, únicamente 22 tienen a la mitad o más de sus habitantes con al menos una dosis de la vacuna. De estos, 15 son de Asia (entre ellos India, Indonesia, Irán o Camboya), cuatro son de América Latina (Nicaragua, El Salvador, Bolivia y Honduras) y tres son africanos (Túnez, Marruecos y Ruanda).
En el mundo se han puesto unos 10.905 millones de dosis de la vacuna, más que suficiente para haber vacunado a todos los habitantes del planeta más de una vez. Pero ocurre que una parte importante de estas -la mayoría de las que se administran a día de hoy en los países de mayor renta- son dosis de refuerzo: casi 1.450 millones de inyecciones de las que se han administrado son de refuerzo, más del triple de las que se han puesto hasta ahora en toda África.
Al cumplirse dos años de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la COVID-19 como pandemia, más de 130 exlíderes mundiales, galardonados con el premio Nobel, personalidades destacadas del ámbito científico, económico y humanitario, entre otros, han reclamado "el fin de los monopolios" y suspender las patentes para vacunar a los países de ingresos bajos y medianos, mediante una carta coordinada por la Alianza Vacuna para el Pueblo.
La vacuna intranasal española podría estar en 2023
Al margen de los datos, en un futuro cercano, es posible que la vacuna contra la COVID-19 entre en una nueva generación. El grupo de asesores técnicos de la OMS sobre la composición de la vacuna (TAG-CO-VAC, en sus siglas en inglés) ha reconocido que es posible que sea necesario actualizar la composición de los actuales sueros contra la COVID-19, debido a la evolución continua del virus y la posible aparición de nuevas variantes.
Entretanto, una de las vacunas españolas en proceso, que se desarrolla en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, podría estar lista el próximo año, según el director del laboratorio de coronavirus del CNB, Luis Enjuanes, en declaraciones recogidas por Efe.
El virólogo ha afirmado que ya han practicado las pruebas iniciales de esta vacuna, que sería la primera que se inocula por las fosas nasales, y demostrado que también induce a una inmunidad en las mucosas respiratorias, vía de entrada del virus, "y contra varios antígenos, no solo contra uno". Además, según Enjuanes induce una inmunidad esterilizante.
En lo que respecta a la otra vacuna española en investigación, la de la farmacéutica Hipra, continúan los ensayos para evaluar su seguridad como vacuna de refuerzo de cualquiera de las autorizadas hasta ahora (Janssen, AstraZeneca, Moderna y Pfizer). La semana pasada, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) autorizó un segundo ensayo clínico fase IIb de la vacuna gerundense, que servirá para comparar la respuesta contra la variante ómicron que generan las personas con dos dosis de AstraZeneca.