Bousselham dice que no tiene que perdonar a Iglesias porque tenía confianza con él y le permitía ver su móvil
- Responde así en el juicio sobre el robo de la tarjeta de su móvil, que Iglesias recibió y guardó meses hasta que se la entregó
- Pino niega que Villarejo le proporcionase un lápiz de memoria con el contenido de la tarjeta
La exasesora de Podemos Dina Bousselham ha asegurado ante el juez que no tiene nada que perdonar al exlíder de ese partido Pablo Iglesias por acceder a la tarjeta del móvil que le robaron en 2015, porque tenían una relación de confianza y estaba autorizado para ver su contenido, igual que ella podía consultar la tableta del exlíder 'morado'.
Bousselham ha declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional, que ha investigado el robo de su móvil y el periplo que sufrió después su tarjeta de memoria, que acabó en la redacción de Interviú y que el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, hizo llegar a Pablo Iglesias, quien se la entregó meses después de recibirla.
Tanto la Sala de lo Penal como el Tribunal Supremo instaron al juez a citarla como testigo para ver si consiente que Iglesias accediese a su tarjeta cuando la recibió, el 20 de enero de 2016, y posteriormente se la guardara hasta que se la entregó.
Sin embargo, según informan RTVE fuentes jurídicas, Bousselham ha asegurado no tener nada que perdonar a Iglesias porque tenía plena confianza en él y estaba autorizado para acceder a su móvil, ya que compartían agenda y calendario por motivos de trabajo.
Reprocha a los periodistas de Interviú no avisarla de que tenían su tarjeta
Pero no ha dicho lo mismo de los periodistas de Interviú a los que llegó la tarjeta y que están investigados en este caso. Bousselham ha justificado que no los perdona porque, en su opinión, actuaron mal al no avisarla de que tenían su tarjeta de memoria ni proceder al borrado de su ordenador.
Según las fuentes, ha indicado que tuvieron una actitud machista por acceder al contenido de su tarjeta y, cuestionada por el juez sobre por qué no se ha referido a Iglesias con ese término, Bousselham ha incidido en la relación de confianza que tenían: él estaba autorizado para ver su móvil, y ella su tableta.
Ha explicado también que cuando Iglesias le dio la tarjeta, pudo ver parte de su contenido en el ordenador de su pareja, que también ha declarado este martes, aunque no comprobó su totalidad. Según su versión, cuando lo volvió a intentar, ya no funcionaba, y ha negado que esta sufriese ningún accidente, sino que simplemente hizo una mudanza.
También ha admitido haber realizado algunas capturas de pantalla de chats que luego acabaron publicadas y que las reenvió a grupos internos del partido.
Pino niega que Villarejo le proporcionase el contenido de la tarjeta
El juez también ha oído la versión del ex número dos de la Policía Eugenio Pino (imputado en el caso Kitchen), quien ha negado que, como dice el excomisario José Manuel Villarejo, este le diese un lápiz de memoria con el contenido de la tarjeta de móvil de Bousselham.
En la Dirección Adjunta Operativa (DAO) que él dirigió trabajaban muchos policías, según Pino, que ha negado que existiese ninguna investigación relativa a la tarjeta de memoria o hubiese algún archivo relacionado con ella.
Y aunque ha negado también la existencia de investigaciones a Podemos, sí ha reconocido que había alguna relativa a determinadas personas relacionadas con el partido, y ha nombrado expresamente a Pablo Iglesias, al cofundador del partido Juan Carlos Monedero y al expolítico Jorge Vestrynge, según las fuentes. Ha precisado que alguna de ellas está judicializada y que son secretas.
Los últimos en declarar han sido los peritos informáticos que realizaron el informe que determinó la imposibilidad de acceder a la tarjeta de memoria, quienes han explicado que no se puede saber si el daño fue accidental ni si se accedió al contenido de la misma o cuándo.
Estas han sido las últimas diligencias practicadas en esta pieza del denominado caso Villarejo, que el juez dio por concluida hace unos meses y que tuvo su origen en los archivos hallados en un registro al excomisario, que supuestamente provenían de la tarjeta de memoria de Bousselham y cuya información acabó saliendo a la luz.