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Guerra en Ucrania

Mismos derechos, distinto trato: ¿por qué la crisis de refugiados de Ucrania difiere de otras?

  • Los ucranianos han encontrado una política de fronteras abiertas. Otros refugiados han tenido una respuesta muy diferente
  • Refugiados de otros países y ONG piden que pensemos también en los pueblos que huyen de otros conflictos
  • Guerra Rusia - Ucrania, sigue la última hora en directo

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Mismos derechos, diferente trato: por qué huir de Ucrania no es huir de Siria

A Okba le parece que la acogida de los refugiados ucranianos está siendo como debería ser siempre, pero totalmente diferente a la que recibió él y sus compatriotas desplazados de Siria por la guerra.

Por eso, indignado, escribió en Twitter: "24 horas para dar papeles a los refugiados ucranianos en España. En mi caso, han tardado 2 años y 5 meses para responder, aunque también llegué de una guerra con Rusia. Pero parece que es normal, cuando no tengo ojos azules".

Tiene 23 años y es periodista. No se formó en la universidad se formó en la guerra, que empezó hace justo 11 años en su ciudad, Daraa. En el ordenador nos muestra la última foto que hizo en el barrio antes de exiliarse. Cuando llegó a España, ayudado por una organización que trajo a un grupo de 45 periodistas repartidos entre Alemania, Francia y España, pensaba que tendría papeles, que podría trabajar y viajar a Jordania a visitar a su familia, pero no fue así. Al llegar, entraron en un programa de acogida de protección internacional, estudiaron español 6 meses y les dieron una tarjeta roja temporal con la que es muy difícil en la práctica poder trabajar. Después de 2 años y cinco meses ya tiene los papeles pero sólo puede moverse dentro de Europa. Sigue sin poder viajar a Jordania para ver a su familia después de ocho años.

"Ucrania y Siria, el mismo dolor"

"Ucrania y Siria, el mismo dolor", es el titular que leemos en la revista digital en la que trabaja, Baynana, un medio en árabe y español que creó junto a ese grupo de periodistas refugiados con los que llegó.

"Nadie puede entender mejor lo que están sufriendo los ucranianos que yo", dice Okba. Lo cuenta orgulloso de estar más que integrado en Madrid, rodeado de amigos españoles. Aun así ha sentido el racismo y la incomprensión de los que creen que los musulmanes tienen una peor integración.

Su tuit ha recibido algunas respuestas intolerantes como esa, nos cuenta. "En cambio, brazos abiertos para los ucranianos". ¿Por qué se distingue a unos refugiados de otros? Esa pregunta ha rondado por la suya y por muchas cabezas estos días.

"El problema no es tanto la protección y la acogida que estamos dando, que no debería ser de otra manera, sino la que no hemos dado a sirios, afganos y otros que huían de conflictos similares", explica Blanca Garcés Mascareñas, investigadora de CIDOB.

"La invasión rusa de Ucrania ha llevado a uno de los éxodos más rápidos desde la Segunda Guerra Mundial. En tan solo una semana, más de un millón de personas ha salido de Ucrania en una semana en busca de refugio. No es la primera crisis de refugiados en Europa, pero sí es distinta a las anteriores: por la proximidad geográfica y cultural, por la historia migratoria de los últimos años, por la política de fronteras abiertas, y porque con ella se ha vuelto a geopolitizar el asilo". Así lo explica Garcés en su investigación "Por qué esta crisis de refugiados es distinta", del Centre for International Affairs de Barcelona.


Diferente respuesta de la población y la política

En su entrevista para TVE, Garcés explica que la respuesta ha sido diferente a dos niveles: "Por un lado, a nivel de la población, hemos visto a miles de polacos que han salido voluntariamente a recibir a los ucranianos en la frontera. Y a nivel político hemos visto de forma inesperada cómo en pocos días se aplicó la directiva de protección temporal aprobada en 2001 que nunca se había puesto en marcha".

"A diferencia de 2015, los Estados miembro se han puesto de acuerdo en acogerlos sin distribuirse la responsabilidad porque a diferencia de otros refugiados los ucranianos pueden desplazarse libremente dentro de la UE y acabar escogiendo su lugar de residencia”.

La situación es diferente por razones objetivas y subjetivas, según la investigadora. "Las objetivas tienen que ver con que el conflicto es en Europa. Los ucranianos tienen que hacer un viaje mucho más corto para llegar y esa es la condición necesaria para acceder a la protección internacional. No tienen que cruzar ilegalmente la frontera. Y muchos de ellos tienen familia, conocidos, que les está esperando al otro lado y que también facilitan que la llegada y la acogida sea totalmente distinta".

"Hay una política de fronteras abiertas porque estaban abiertas anteriormente para los ucranianos antes de la invasión. Los ucranianos ya se desplazaban habitualmente, muchos residían en la UE, trabajaban temporalmente, ya había toda una movilidad entre Ucrania y el resto de países de la UE", añade.

Cinco millones de sirios no encuentran un lugar seguro donde empezar una nueva vida

Garcés hace un análisis geopolítico de la situación. "En la segunda mitad del siglo XX, el asilo no solo era una cuestión de derechos, sino que había una competencia ideológica moral con el bloque del Este, era una manera de demostrar que Occidente recibía a todos los refugiados que huían del bloque del este. A partir de los 90 este componente del asilo desaparece, ya no hay con quien competir ni hay que demostrar que somos mejores respecto a ese otro lado del mundo, pero hay un componente geopolítico, más allá de garantizar ese derecho al asilo, demostrar que la UE está acogiendo a todos los refugiados producidos por la guerra de Putin. Ahí realmente la distinción entre unos y otros refugiados pone en entredicho esa superioridad moral ideológica de la UE porque en el momento en que vemos cómo los estudiantes africanos tienen más dificultad que los ucranianos para acceder a determinados servicios de acogida, ahí es cuando esos valores que deberían ser universales y esos derechos que se deberían aplicar a todos sin distinción no se dan y se deslegitima esa pretensión de ser garantes de la protección internacional, de esos derechos y de esas libertades".

La vecindad del país, un factor clave

Paloma Favieres, experta en temas jurídicos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, cree que es un criterio fácil de entender, la vecindad, la percepción de "podrías ser tú".

No empatizamos de la misma manera con nuestros vecinos de al lado que con territorios a miles de kilómetros o con aquellos de quienes nos separa un océano o un continente. "Me parece muy buena oportunidad seguir insistiendo en que los refugiados, los conflictos y las guerras deben abordarse independientemente del lugar donde se produzcan", afirma.

Situaciones juridicamente diferentes

Para Favieres, el tratamiento a los ucranianos es diferente porque jurídicamente la situación es diferente y se utiliza un instrumento distinto. "Por primera vez se ha activado una legislación que existía desde 2001 pero nunca se había puesto en marcha. Una directiva de protección temporal para acoger de manera ágil y rápida, a los ucranianos, y esto marca la diferencia. Está pensada como medida de emergencia para personas que ya se encuentran dentro del territorio europeo", explica.

"Eso desde el punto de vista jurídico, porque desde el punto de vista de la acogida están dentro de la red estatal, es decir, que reciben las mismas prestaciones y acceden a los mismos recursos", añade.

Favieres repasa otras situaciones migratorias como la de 2015, "en la que un número altísimo de sirios se jugó la vida en el Egeo para llegar a Grecia e Italia. Entonces el Consejo europeo acordó los cupos de reubicación y reasentamiento y la solidaridad de la Unión se quebró. Los países de Visegrado se desentendieron. No fue eficaz pero en algunos países sí hubo acogida y fue un avance que no habíamos vivido hasta entonces".

"En verano de 2021 tampoco hubo voluntad política para aplicar esa directiva de protección temporal tras la toma de Kabul. Las personas evacuadas por defensa recibieron protección internacional pero las personas que han llegado de Ucrania no se encuentran encuadradas como refugiadas sino como beneficiarios de protección temporal", señala.

En 2015, no todos los países reaccionaron igual, recuerda 'Save the Children': "Alemania recibió a más de un millón de sirios. Ucranianos y sirios tienen el mismo derecho de protección internacional".

La comprensión del conflicto

Entre las diferencias, Andrés Conde apunta además que la cercanía influye en la comprensión del conflicto. "En el caso de Ucrania, hay una percepción de agresor y agredido mucho más evidente, que en el caso de Siria donde quizá por la lejanía cultural y geográfica, las razones del conflicto eran entendidas de una manera más difícil". "Organizaciones como 'Save the Children' están satisfechas con los pasos que se están dando en materia de protección internacional con el pueblo ucraniano, pero piden que pensemos en otros pueblos que huyen de otros conflictos como los afganos o los sirios".

La proximidad geográfica, cultural y social es un factor objetivo que comparten todos. Es una guerra en Europa. Lo han destacado muchos periodistas. "Esto no es Irak o Afganistán. Esta es una ciudad relativamente civilizada y relativamente europea" decía el corresponsal de CBS Charlie D'Agata.

"Esta vez los Estados miembros han mantenido una política de fronteras abiertas. Es como el régimen internacional de asilo debería funcionar, dejando pasar y acogiendo a todos aquellos que escapan de guerras y conflictos", recuerda Blanca Garcés.

"Europa ha dificultado la llegada de migrantes y refugiados con sus políticas fronterizas, no se ha garantizado este derecho al asilo una vez dentro de la UE y solo hay que pensar en las condiciones de los campos de refugiados en las islas griegas. Hay familias que han huído de una guerra clara, de condiciones de riesgo y que llevan meses o años varados en esas islas prisiones, en esos campos, con unas condiciones de acogida insuficientes y que incumplen nuestras propias directivas", dice Paloma Favieres.

Establecer vías legales y seguras

En CEAR reclaman la necesidad de establecer vías legales y seguras para todas aquellas personas "que no pueden coger un coche o un autobús y cruzar la frontera, necesitan que haya vías legales para poder llegar a un territorio seguro". "Aquello convirtió a las islas griegas en lo que todos ya hemos visto, un lugar donde prácticamente se almacenaban personas y esto es lo que no puede volver a ocurrir, debe ser una lección aprendida".

Blanca Garcés insiste en que la llegada es la condición necesaria para solicitar asilo y los ucranianos no necesitan jugarse la vida para llegar. "Esa entrada libre en la UE contrasta con aquellos que tienen que cruzar fronteras, mares, desiertos, se tienen que jugar la vida, para acceder a ese derecho tan fundamental que es la protección internacional. Son viajes más peligrosos, cruzan varias fronteras con muchas trabas por el camino con lo cual a veces necesitan ayudas de pasadores y tienen que pagar. De hecho cruzar las fronteras ilegalmente es mucho más caro que coger un avión o un tren, y peligroso, tienen que cruzar desiertos, en el Sáhara donde mueren muchos migrantes en su intento de llegar a Europa. A diferencia de los ucranianos que no tienen que jugarse la vida por el camino".

Okba Mohammad cree que los refugiados son refugiados, independientemente de la guerra de la que huyan. Y mientras le siguen llegando imágenes a la cabeza. "La de los niños sirios muriendo de frío en la frontera de Bielorrusia con Polonia. Los golpes a los migrantes en la valla de Melilla". Pide que desaparezcan las diferencias, brazos abiertos para todos y no muros, que todos reciban la misma humanidad.