Ucrania, el país de los hombres solos: "Mi familia se ha ido, yo estoy listo para pelear"
- La ley marcial impide a los hombres ucranianos entre los 16 y los 60 abandonar el país durante la guerra
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Tras 22 días de guerra en Ucrania, una de las imágenes que nos deja el conflicto es la de las difíciles despedidas que separan a familias en estaciones y pasos fronterizos. Los hombres acompañan a sus esposas y a sus hijos hasta allí, y el momento en el que tienen que decirse adiós resulta insoportable.
En Ucrania, la ley marcial impide a los hombres abandonar el país durante la guerra. Deben permanecer en territorio ucraniano, preparados para ser llamados a filas en cualquier momento, así que ven marchar a sus seres queridos sin saber ni cuándo ni cómo les volverán a ver.
“Yo estoy listo para pelear, aunque ahora hay más personas que plazas en el ejército"“
Andrii es uno de esos hombres a quien la guerra le ha empujado a quedarse solo. Su vida, nos dice, era feliz antes del conflicto, al lado de su esposa y de su hija y con un trabajo estable en una fábrica de puertas de madera. "Mi esposa Oksana se ha ido a Alemania con mi hija, para ponerse a salvo", cuenta Andrii a TVE. "Y yo estoy listo para pelear, aunque ahora hay más personas que plazas en el ejército", asegura.
Se empieza a costumbrar, dice, a hacer comida para él solo. No le ocurría desde que era soltero. Le vemos entrar en la habitación de su hija Zleta, de ocho años, para ordenar unos muñecos con los que ahora nadie juega. Mientras tanto, le queda el consuelo de hablar con ella por teléfono.
"Cómo estás, ¿qué estás haciendo?", le pregunta a su hija a través de su móvil. "Yo estoy bien", añade con una media sonrisa, "ya hemos vuelto a tener luz", añade.
Los hombres de 16 a 60 años deben permanecer en Ucrania
En el país de los hombres solos, como muchos llaman ahora a Ucrania, los varones de 18 a 60 años no pueden huir de la guerra. Hay contadas excepciones, como aquellos que tienen más de tres hijos o padecen alguna enfermedad grave. El resto debe permanecer en el país para incorporarse a las tropas ucranianas si se les requiere.
Andrii espera una posible llamada del Ejército ucraniano que quizás tarde poco, porque en su ciudad ya están cayendo bombas. "Aquí los rusos estan atacando con misiles y quizás pronto empezarán con la artillería", explica a cámara poco antes de que vuelvan a sonar las sirenas antiaéreas. Ese sonido implica que tendrá que pasar otra noche más en el refugio. Otra noche más sin su familia.