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La jueza de Biden para el Supremo aguanta impávida los ataques republicanos

  • Algunos republicanos cuestionan su carrera y la retratan como una magistrada "suave con el crimen"
  • Ketanji Brown Jackson fue elegida por el presidente de EE.UU. para ser la primera mujer negra en el Tribunal Supremo

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La jueza Ketanji Brown Jackson durante la comisión judicial del Senado
La jueza Ketanji Brown Jackson durante la comisión judicial del Senado

La jueza Ketanji Brown Jackson, elegida por el presidente estadounidense, Joe Biden, para ser la primera mujer negra en llegar al Tribunal Supremo de EE.UU., ha aguantado este lunes impávida los ataques de los republicanos durante una audiencia en el Senado destinada a examinar su nombramiento.

Jackson ha tenido cuidado de no revelar ninguna emoción cuando, con las cámaras de televisión fijas en ella, algunos republicanos del comité judicial del Senado han cuestionado su carrera y han llegado incluso a retratarla como una magistrada "suave con el crimen" por su experiencia como abogada de oficio.

Obviando los ataques, en su primera declaración ante el comité, la jueza ha defendido que si es confirmada por la Cámara Alta para uno de los nueve puestos vitalicios del Tribunal Supremo, actuará de manera "independiente" sin "favoritismos" ni "temor", siguiendo lo establecido en la Constitución.

Decido los casos desde una postura neutral

"He sido jueza durante casi una década y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente. Decido los casos desde una postura neutral. Evalúo los hechos e interpreto y aplico la ley a esos hechos que se presentan ante mí, sin temor y sin favoritismos, de manera coherente con mi juramento judicial", ha afirmado.

Podría ser la primera mujer negra en el Supremo

Jackson ha hecho referencia a lo histórico de su nombramiento, ya que podría ser la primera mujer negra en llegar al Tribunal Supremo en sus 232 años de historia, y ha rendido homenaje a Constance Baker Motley, quien en 1966 se convirtió en la primera jueza federal afroamericana.

"Gracias por esta oportunidad histórica para unirme a la corte con compañeros brillantes, para inspirar a futuras generaciones y para asegurarnos de que hay libertad y justicia para todos", ha declarado ante los senadores.

La magistrada ha hecho esas declaraciones al final de una audiencia que ha durado casi cinco horas, donde también ha afirmado que "no es fácil ser la primera". "A menudo una tiene que ser la mejor y, de alguna forma, la más valiente", ha reconocido al comienzo de la audiencia.

Por su parte, los republicanos han intentado vincular a Jackson con grupos de izquierda como "Demand Justice", que aboga por el nombramiento de jueces progresistas, y han dejado claro que su estrategia es retratarla como una jueza "suave con el crimen".

La nominación sería aprobada en abril

Los demócratas quieren que la nominación de Jackson sea aprobada en el pleno del Senado antes del 8 de abril. El camino debería ser relativamente fácil porque solo se necesita una mayoría simple de 51 votos y cuentan con 50 escaños, además del voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.

La llegada de Jackson a la corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadounidense, que, con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas, está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.

Sin embargo, sí ampliará la diversidad de una corte en la que ahora mismo hay cinco hombres blancos, uno negro y tres mujeres, una de ellas la latina Sonia Sotomayor. De ser confirmada, Jackson reemplazará a uno de esos hombres blancos, Stephen Breyer, que es uno de los tres únicos miembros de la bancada progresista de la corte y que anunció en enero que planea retirarse a los 83 años