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'Drive my car', historias que pavimentan el camino al perdón

  • Ryusuke Hamaguchi adapta el relato de Murakami en una excelente película sobre la pérdida y la aceptación
  • Candidata a cuatro Oscar, es la primera cinta japonesa en ser nominada a mejor película

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Hidetoshi Nishijima y Toko Miura, protagonistas de 'Drive my car'
Hidetoshi Nishijima y Toko Miura, protagonistas de 'Drive my car'

Que una película japonesa que gira alrededor de unos ensayos teatrales del Tío Vania de Chéjov esté en la carrera de los Oscar es una buena noticia. La apertura de la Academia que ya se vio en los triunfos de The Artist y Parásitos se refrenda ahora con las cuatro nominaciones, todas en categorías "grandes", a una de las mejores películas del año. Drive my car supone una confirmación de que las buenas historias son universales, y que ya no hay una fórmula única para entrar en las galas de premios.

Drive my car es un viaje hacia la redención con el Saab 900 del protagonista como confesionario y local de ensayo. Yusuke (interpretado por Hidetoshi Nishijima) es un prestigioso actor y director de teatro que se traslada a Hiroshima dos años después de la repentina muerte de su mujer Oto, de quien duda si realmente la llegó a comprender. En Hiroshima se pondrá al frente de una representación multilingüe de Tío Vania y la dirección del festival le obligará a aceptar a la joven Misaki (Toko Miura) como la conductora de su coche. Las cintas que Oto dejó grabadas para que Yusuke ensayara en el coche son el vínculo con un pasado que el protagonista se niega a aceptar.

Hamaguchi: "Actuar es una especie de locura aceptada socialmente"

En Drive my car, el director Ryusuke Hamaguchi (La ruleta de la fortuna y la fantasía) adapta el relato homónimo de Haruki Murakami incluido en el libro Hombres sin mujeres. Una historia que le interesó por transcurrir en gran parte en un coche, un espacio que, según Hamaguchi "a veces nos descubre aspectos de nosotros que no hemos mostrado a nadie y pensamientos que no hemos verbalizado". También le interesó el estar ambientada en el mundo de la actuación: "Actuar es tener identidades múltiples, es una especie de locura aceptada socialmente, por así decirlo", asegura. "A quienes viven de actuar esa locura les sana y les permite seguir viviendo, siempre me ha interesado ese tipo de actuación como una manera de sobrevivir".

Cuando un director coloca los títulos de crédito a los 40 minutos del comienzo es porque está pidiendo al espectador un compromiso con la historia, que tardará lo que tenga que tardar en desarrollarse. En Drive my car, son tres horas que no pesan nada porque no sobra ninguna escena. Desde ese largo prólogo que marcará el dolor del protagonista hasta una última hora impecable, en la que la pareja accidental formada por Yusuke y Misaki se embarca en un viaje de expiación.

Masaki Okada interpreta a un joven actor que conoció a la mujer del protagonista

Masaki Okada interpreta a un joven actor que conoció a la mujer del protagonista ELASTICA FILMS

Casi siempre hay alguien en pantalla contando una historia, real o ficticia, a otro personaje. La mayor parte de los personajes son trabajadores de la ficción: Oto era guionista de televisión y el resto de personajes son actores que preparan una representación de la obra de Chéjov en la que cada intérprete actúa en su lengua materna. La única cuyos materiales de trabajo no son historias es Misaki, la al principio poco habladora chófer designada para conducir el coche del protagonista. Y, sin embargo, de ella vendrán los relatos más conmovedores de la película cuando comience a compartir su pasado con Yusuke.

Drive my car comenzó su carrera en Cannes 2021 llevándose el premio a mejor guion, además de los premios FIPRESCI de la crítica y el premio del Jurado Ecuménico. Desde entonces, ha estado en prácticamente todas las listas de mejores películas de 2021. Ahora tiene por delante el reto de igualar la hazaña de Parásitos en unos Oscar en los que opta a mejor película, director, guion adaptado y película internacional. El premio a mejor película internacional parece cantado salvo intromisión de La peor persona del mundo, candidata también a mejor guion original. En el resto de categorías la carrera está más abierta y puede que se considere que las nominaciones ya son un premio suficiente, pero es merecedora de ganar en cualquiera de las categorías en que compite.