Asturias salva de la guerra a varias familias ucranianas con una iniciativa solidaria de la AEERS
- La Asociación Española de Emprendimiento Rural y Sostenible (AEERS) ha lanzado la idea en la red social LinkedIn
- Esta operación solidaria ha traído hasta España a 38 mujeres y niños que se han instalado en Bilbao, Gijón y Somiedo
- El programa Emprende se emite los miércoles a las 01:30 horas en RTVE Play y en el Canal 24h
- Guerra Rusia-Ucrania, sigue la última hora en directo
El concejo asturiano de Somiedo ha acogido a siete familias ucranianas integradas por veinte personas (mujeres y sus hijos pequeños) en una iniciativa solidaria que se ha organizado en apenas una semana. El más joven de los refugiados tiene un año y la mayor de las mujeres, setenta.
La organización se ha desarrollado como si de una startup se tratase, creando un equipo de alto rendimiento. Con la diferencia de que en una empresa tradicional, para crear uno de estos equipos de alto rendimiento, hacen falta tres o cuatro años. Aquí se ha hecho en apenas siete días. La falta de tiempo se ha suplido con ilusión, voluntad y esfuerzo. Todo para lograr un objetivo, salvar de la guerra a madres con sus hijos pequeños.
Ahora están a salvo en Asturias, alojados en viviendas unifamiliares gracias a esta iniciativa de la Asociación Española de Emprendimiento Rural y Sostenible (AEERS), del ayuntamiento de Somiedo y de otras organizaciones y personas individuales. Estas viviendas se han utilizado, hasta ahora, para alquilar a los denominados "nómadas digitales", personas que trabajan desde cualquier sitio porque sólo necesitan una conexión a internet y poco más.
En las casas las familias se han encontrado con todas las comodidades, desde calefacción hasta los enseres necesarios y comida, además del cariño de la población. Daniel Suárez, natural de Somiedo, emprendedor que vive en esa localidad, empezó esta aventura solidaria con un mensaje en LinkedIn y a partir de ahí la gente empezó a responder.
Daniel nos cuenta que “se consiguió un autobús gracias a un donativo y empezaron los principales miedos, que es lo que ocurre cuando te lanzas a lo desconocido, porque no había un plan”. Pero se ha sacado adelante.
Los imprevistos: problemas que son oportunidades
Los que han participado han tenido que hacer de todo, no solo dirigir sino limpiar, solucionar problemas y cualquier otra situación inesperada. Los roles se desarrollan en función de las necesidades de la situación en cada momento, porque las necesidades cambian constantemente.
También han contado con dos sanitarios que se han ofrecido para acompañar a los refugiados y realizar los test COVID. Todos dieron negativo. Si alguien hubiese dado positivo no habría podido subir al autobús. Sin embargo, los conductores que iban a recoger a los refugiados a Polonia sí dieron positivo los dos y fue necesario sustituirlos.
“La persona que viene de esa situación lo que necesita es seguridad, estabilidad, tranquilidad... “
Daniel recuerda que “eso retrasó un día y, lo que decimos siempre, un problema también es una oportunidad". El emprendedor asturiano asegura que este contratiempo amplió el plazo "para llevar el autobús más lleno". Además, ese día aprovecharon para llevarles a un hotel donde pudieron "dormir, ducharse, estar tranquilos, y experimentar la seguridad". El organizador de la iniciativa asegura que "la persona que viene de esa situación lo que necesita es seguridad, estabilidad, tranquilidad, comunicación, empatía, bienvenida, en definitiva”.
La ayuda de la traductora
Ángela Babak tiene 23 años ha huido de Ucrania hacia Polonia y ha viajado a Madrid en avión. Antes de coger el vuelo ha estado ayudando a los organizadores del viaje traduciendo a los refugiados que iban a viajar en el autobús, que no saben una sola palabra de español. Ángela estuvo trabajando un par de años en nuestro país y domina el idioma.
Ahora en Madrid se plantea la vida y le preocupa que la guerra no termine pronto, porque allí han quedado sus "papis" -como ella dice-, y toda su familia. Hasta hace unas pocas semanas, como cualquier joven de su edad, estaba pensando en su futuro a medio y largo plazo. Justo hasta que Putin decidió masacrar a la población de su país. Incluso se había comprado una casa con la correspondiente hipoteca. Aunque no es esa su principal preocupación, sino la gente que ha quedado allí. Ella piensa que el presidente Zelenski es un héroe y que Putin es un enfermo.