Sánchez reclama en Bruselas una respuesta "particular" para España y Portugal como "isla energética"
- De ello dependerá el plan de choque que presentará el próximo 29 de marzo para aliviar el descontento de la calle
- Los Veintisiete parten divididos en cuál es la receta idónea para poner freno a la escalada del gas y la electricidad
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reúnen este jueves y viernes en Bruselas en una cumbre determinante para la resolución de la crisis energética que viene golpeando las economías en los últimos meses, pero que se ha agravado a raíz de la invasión rusa en Ucrania. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este jueves que los Veintisiete deben tener en cuenta la "particularidad" de la Península Ibérica en materia energética y aceptar que España y Portugal puedan adoptar medidas inmediatas para limitar el precio de la electricidad, aunque el resto no actúen.
El Ejecutivo español, que viene reclamando desde hace semanas “una respuesta común y ambiciosa" al frenético incremento de los precios del gas y la electricidad, lo fía todo al paquete de medidas que salga de este cónclave, pues de ello dependerá el plan de choque que presentará el próximo 29 de marzo. A su llegada al Consejo Europeo, Sánchez ha dicho que lo que busca es "una solución para todos" ante la crisis energética actual pero, dado que "esto puede llevar unas semanas", lo que plantean España y Portugal es que se pueda responder a la "particularidad" de estos dos países, al ser una isla energética" y tener una interconexión "mínima con el mercado energético europeo por debajo del 3 %".
Este debate, el de la energía, será el viernes, aunque también se hablará de seguridad y defensa o de otros asuntos como la COVID-19 y su impacto en las economías. Los jefes de Estado y de Gobierno europeos parten divididos en cuál es la receta idónea para poner freno a la escalada del gas y la electricidad: España y los países del sur defienden imponer topes de precios, mientras que Alemania, Holanda y los nórdicos mantienen su oposición frontal a cualquier intervención en el mercado eléctrico.
Antes, este jueves, los líderes europeos se han reunido con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha asistido presencialmente a la reunión; y, posteriormente, con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, por videoconferencia. En el último encuentro, hace apenas dos semanas, los Veintisiete enfriaron las posibilidades de una adhesión rápida de Ucrania a la UE y, en esta ocasión, el presidente ucraniano ha afeado las reticencias de la UE a imponer más sanciones a Moscú. "No es tiempo de dudar", ha reivindicado.
Precisamente, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han evitado este jueves concretar un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, a pesar de que Estados Unidos y el Reino Unido han anunciado más represalias. Sí han pedido a Moscú, sin embargo, que detenga los "crímenes de guerra" inmediatamente, permita la creación de corredores humanitarios para evacuar a civiles, dé acceso a la ayuda humanitaria y libere a los rehenes.
La Comisión propone "limitar los precios de la electricidad y el gas"
En lo que respecta a la energía, de momento, los líderes europeos solo están de acuerdo en impulsar la compra conjunta de gas de cara al invierno que viene, tal como acordaron en el encuentro informal en Versalles (Francia). Entonces, instaron a la Comisión Europea a presentar un plan "para garantizar la seguridad del suministro y precios asequibles de la energía", aunque no dieron más detalles.
El organismo que dirige Von der Leyen ha hecho sus deberes y este miércoles ha publicado un documento con cinco medidas para intentar reducir los precios de la energía en la UE a corto plazo y de forma temporal, mientras ultima una revisión del mercado eléctrico a largo plazo que espera tener lista para abril. Entre otras medidas, plantea poner un tope al precio del gas en el mercado mayorista, compensar costes de producción de empresas que generen electricidad con combustibles fósiles, redirigir los "beneficios caídos del cielo" a los consumidores o fijar un precio máximo para las empresas operando en el mercado mayorista.
Estas serán las propuestas que analizarán los Estados miembros este viernes, en la que se espera que sea una jornada maratoniana que podría alargarse incluso a la madrugada del sábado. Cabe recordar que el último Consejo Europeo decisivo, celebrado en julio de 2020 y que finalizó con la aprobación del Plan de Recuperación, comenzó un jueves y se alargó hasta la madrugada del lunes ante las diferencias entre países.
Los Veintisiete parten divididos
En esta ocasión, tampoco será fácil llegar a una posición común, puesto que todavía existen profundas diferencias entre los países sobre la respuesta que el bloque debe dar a la escalada de precios energéticos. Por un lado, se encuentran los países del sur, liderados por España y a los que se ha sumado Bélgica, que presionan para poner un tope a los precios energéticos y desacoplar la luz del gas. Enfrente de este plan se sitúan otros como Alemania, Países Bajos o Dinamarca, que prefieren “acelerar las medidas de eficiencia energética, la implantación de renovables y las interconexiones”.
El Gobierno español sostiene que la fijación de topes al precio del gas estaría justificada en el momento extraordinario que atraviesa el mercado y que es una fórmula que permitiría una bajada inmediata de los precios, en un momento en el que la energía está desbocada y ha llevado a muchas industrias a parar su actividad, siguiendo la estela de los transportistas, porque no les compensa salir a trabajar.
Fuentes del Ejecutivo aseguran a RTVE que Alemania es clave, por lo que van a redoblar los esfuerzos para intentar convencerles. Creen que si cediera, arrastraría a otros países que también están en contra. Y confían en que las conclusiones se diga de manera explícita que se insta a la Comisión a buscar una fórmula de urgencia para que sea tramitada en los Parlamentos. No obstante, fuentes diplomáticas alemanas lo ven poco posible y auguran que el debate de este viernes será largo y tenso. Mientras que desde Países Bajos dicen que la propuesta española tiene lagunas.
Precisamente el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, inició la pasada semana una gira por varias capitales europeas para intensificar la presión a sus socios. En apenas siete días, se ha visto con los líderes de Rumanía, Croacia, Italia, Grecia, Portugal, Alemania o Francia. Y a todos les ha trasladado la necesidad de “adoptar en el Consejo Europeo de esta semana soluciones contundentes y de efecto inmediato”, tal como señaló este martes al primer ministro irlandés, Micheál Martin, con quien cerró la ronda de encuentros.
De momento, el único acuerdo que se ha cerrado tiene como objetivo aumentar el suministro de gas natural licuado procedente de Estados Unidos (EE.UU.) y con destino la Unión Europea, con el fin de ayudar a reducir la dependencia del suministro de combustibles fósiles de Rusia. El pacto será formalizado este viernes, tal como ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La solución europea sentará las bases del paquete de medidas de España
El Consejo será determinante también para España. A partir de lo que se decida este fin de semana en Bruselas, el Gobierno determinará el paquete completo de medidas a poner en marcha para hacer frente al desafío energético que deja la invasión rusa de Ucrania y que se aprobará el martes 29 en el Consejo de Ministros.
Será un paquete negociado a su vez con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y con los principales actores económicos y sectores implicados. De esta forma, el Ejecutivo intentará poner freno al paro del sector del transporte de mercancías por carretera, que acumula 11 días de paro, y al mismo tiempo al desabastecimiento que esta situación ha provocado.
El peor resultado sería que la decisión vuelva a aplazarse, tal como sucedió en diciembre, a la siguiente cumbre prevista para el mes de mayo. Los líderes esperarían así a que la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) presente en abril su informe final sobre la reforma del mercado eléctrico antes de comprometerse sobre ningún paso.
En ese caso, el Gobierno ha confirmado que España tomaría las medidas necesarias en el caso de que la UE no lo hiciera. Así lo defendió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista en La Hora de la 1 de TVE. En la misma línea, el presidente del Gobierno señaló que el Ejecutivo "va a hacer todo lo que esté en su mano para defender a las empresas y a los consumidores" y que "no sean rehenes de este chantaje energético al cual está sometiendo Putin a la UE".