La startup española Trazable revoluciona la digitalización del sector alimentario
- La transparencia en la cadena alimentaria, desde el campo hasta la mesa, es uno de los objetivos de Trazable
- Han lanzado su token, TRZ, uno de los ejes del proyecto que ha seducido a Juan Roig, dueño de Mercadona
En 2018, Lucas Salinas y Pablo Rodrigo pusieron en marcha su proyecto. Trazable nació como una empresa que apostaba por la tecnología blockchain. Querían centrarse en el mundo del lujo. Pensaban que el sistema de cadena de bloques podía ser la clave para evitar las falsificaciones en un sector donde abundan las imitaciones. Tras una reunión con un cliente, decidieron cambiar de rumbo y centrarse en el mundo de la alimentación. “Descubrimos la tecnología blockchain, vimos el potencial que tenía, queríamos que esa fuera la solución a muchas cosas. Empezamos a llamar a muchas puertas y llegamos al sector de la agroalimentación”, recuerda uno de sus cofundadores a Zoom Net, Lucas Salinas.
Pero diseñar un sistema que registre toda la cadena de suministro de un alimento ha llevado su tiempo porque como nos dice Pablo Rodrigo “conforme íbamos adentrándonos en la industria alimentaria, detectamos otros problemas. Tú tienes la información del agricultor del tomate, del transformador que coge esos tomates y los junta con aceite, con sal, con azúcar y hace el tomate frito… Esos datos ya existen, el problema es que cada empresa gobierna los suyos de forma independiente”.
Un sector poco digitalizado
“Trazable es una herramienta completa en la que se integran todos los actores de la industria“
Se encontraron con un sector poco digitalizado que les obligó a añadir una capa más a su proyecto. Además de la trazabilidad mediante blockchain, en Trazable también han desarrollado un software de gestión para ayudar a las empresas de alimentación acostumbradas a flujos de trabajo más analógicos. “Es a partir de ahí cuando Trazable empieza a orientarse hacia una herramienta más completa, a dar un servicio 360 en la que se integran todos los actores de la industria. Les ayudamos a digitalizar sus departamentos de calidad. En ese momento ya podemos establecer la trazabilidad entre los miembros de la cadena del alimento”, nos explican sus fundadores.
Las ventajas de tener esa información son muchas, por ejemplo “cuando hay un problema, tú tienes todo conectado. Puedes localizarlo muy rápido. Con mi teléfono puedo acceder, a través de un código QR, a la información y ver que “estos tomates vienen de esta zona o han seguido este proceso, o son así de sostenibles”.
Transparencia desde el campo hasta la mesa
“La seguridad alimentaria y el origen de los productos son dos de las cinco claves que más preocupan a los consumidores“
La ventaja de Trazable es la transparencia. Cubre una necesidad muy demandada por el consumidor, conocer el camino de un alimento del campo a la mesa. Lo sabe bien Pablo Rodrigo, “de las cinco palancas más importantes para los consumidores, dos son la seguridad alimentaria y el origen de los productos. El beneficio va a todas esas empresas que están generando esas cadenas digitales que permiten al final vender un producto con un valor añadido diferente”. “Al final esta tecnología lo que está haciendo es darle la capacidad a la industria de poder ser transparentes, de poder delegar sus datos en una tecnología y no en una entidad central”, añade Lucas Salinas.
“Vamos a empoderar más al usuario y vamos a hacer más abierto el funcionamiento de los datos“
Sin duda, la propuesta de estos jóvenes visionarios es un buen ejemplo de las virtudes del blockchain, una tecnología capaz de guardar información descentralizada, sin intermediarios. Uno de los pilares de la Web3. Según Lucas, “estamos ante una nueva era, la próxima ola de internet en la que vamos a empoderar más al usuario y vamos a hacer más abierto el funcionamiento de los datos”.
Su propia moneda digital: TRZ
El último movimiento de Trazable, hace unas semanas, ha sido el lanzamiento de su token, una especie de moneda digital propia que conecta a empresas con consumidores, creando una comunidad más activa, que establece una relación más estrecha con los clientes. En una de las fases de venta han llegado a vender 75 millones de TRZ -así se llama el token- en cuestión de horas.
La idea para Pablo Rodrigo es que “sea el eje vertebrador de esa comunidad de empresas -proveedores, clientes y consumidores- para que puedan intercambiar entre ellos valor y propiedad, que gestionen la gobernanza de la información entre ellos sin que Trazable haga de intermediario”.
Esta startup de alimentación y blockchain ha seducido al dueño de Mercadona, Juan Roig. Su vivero de empresas, Lanzadera, en Valencia, ha acogido el proyecto en sus fases iniciales. Ahora ya tienen oficinas propias. En Trazable son conscientes de que parte de su labor es ayudar a difundir las ventajas del blockchain porque a pesar de ser una tecnología revolucionaria, aún es muy abstracta para la mayoría.