El Congreso de El Salvador decreta el régimen de excepción por la escalada criminal en el país
- La Asamblea Legislativa suspende por 30 días varios derechos y libertades por el incremento de homicidios
- La escalada de asesinatos, atribuida a las pandillas, se ha cobrado la vida de 76 personas en dos días
La Asamblea Legislativa de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, ha decretado este domingo un régimen de excepción a raíz de un "incremento desmedido" de los homicidios atribuido a las pandillas y que se ha cobrado la vida de 76 personas en dos días, lo que supone un récord en la historia reciente del país.
El órgano Legislativo, con 67 votos de los 84 diputados, suspendió por un período de 30 días la libertad de asociación, derecho de defensa, plazo de detención administrativa, inviolabilidad de la correspondencia y telecomunicaciones.
El régimen de excepción ha entrado en vigor tras su publicación en el Diario Oficial, según informó el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter. Bukele aseguró que "las medidas a tomar serán implementadas por las instituciones pertinentes y anunciadas solo cuando sea necesario".
El Gobierno de Bukele pidió al Congreso para "contener y reducir el repunte en los homicidios y garantizar la paz", dado que considera que el país se encuentra ante "graves perturbaciones del orden público por grupos delincuenciales".
Según el Ejecutivo, las cifras de asesinatos de los últimos días presentan una "tendencia contraria a los logros en materia de seguridad que este gobierno ha alcanzado".
Esta no es la primera vez que las pandillas, que poseen unos 70.000 miembros, ponen en jaque la estrategia gubernamental de seguridad durante el Gobierno de Bukele.
La Carta Magna salvadoreña estipula la suspensión de garantías constitucionales en caso de "guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público".
El sábado, el día más violento de la historia reciente
La racha de homicidios del sábado supone un duro golpe el Ejecutivo, dado que se colocó como el día más mortífero de la historia reciente de El Salvador con 62 muertes violentas en un solo día. La cifra más cercana a esta se registro en agosto de 2015, que se convirtió en el año más violento desde la finalización de la guerra civil (1980-1992).
En la solicitud del régimen de excepción, el Gobierno de Bukele sostuvo que no posee las herramientas jurídicas para enfrentar la situación.
Las autoridades no han dado detalles de las razones de este repunte, mientras que las cifras de la Policía permiten ver que el comportamiento de estos crímenes se ha mantenido arriba del promedio en varios días de marzo.
En noviembre de 2021, el país también registró un alza repentina de los homicidios que dejó más de 40 asesinatos en tres días, que el Gobierno atribuyó a las pandillas y a "fuerzas oscuras que están trabajando para que volvamos al pasado".
Durante la sesión del Congreso, diputados del partido oficialista Nuevas Ideas (NI) responsabilizaron a sectores de la oposición de esta racha de asesinatos, pero sin aportar pruebas.
En diciembre de 2021, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a dos funcionarios del Gobierno de Bukele por supuestas "negociaciones secretas" con la Mara Salvatrucha (MS13). Diversos analistas atribuyeron a la posible ruptura de este supuesto pacto la escalad de homicidios de finales de 2021.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil salvadoreña (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones de este país centroamericano.